‘Teníamos la necesidad de crear un texto conjunto que respondiera a las necesidades de las asignaturas básicas, pero con una mirada más completa y que ya incluyera los nuevos avances y retos del turismo, por ejemplo, la irrupción de la economía de plataformas o la digitalización, que está absolutamente presente en la actividad turística’ explica Mª Jesús.

Turismo sostenible

Además, aunque no estaba previsto, el libro también recoge un análisis del turismo durante la pandemia donde ‘tras décadas de turismo de masas, aparece una crisis global, que de alguna manera convierte al turismo en causa del problema. Fuimos conscientes de que teníamos que poner a disposición del conjunto de la ciudadanía una herramienta con rigor científico que permitiera identificar, interpretar y considerar con una mirada diferente la actividad turística, tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda. El turismo no ha sido especialmente ejemplar a la hora de llevar ese paradigma de sostenibilidad de la actividad a su praxis desde mucho antes de la aparición del COVID-19’ apunta la experta.

Y es que, como afirma la profesora, el turismo no solo tiene que ser sostenible, debe contribuir a la sostenibilidad del sistema. Esta perspectiva, aunque se ha abordado de manera académica, es necesario trasladarla a la práctica de las actividades turísticas. ‘De la pandemia hemos aprendido a valorar ciertas características del disfrute turístico que no valorábamos. De hecho, ya no se ve con naturalidad un destino atestado de gente, a pesar de que ya existían reacciones relacionadas con la saturación turística como brotes de turismofobia. Y, a largo plazo, tanto turistas como destinos exigirán iniciativas turísticas que contemplen diferentes dimensiones de sostenibilidad que faciliten la convivencia y el cuidado del entorno’ atisba Mª Jesús.

Portada del libro La economía del turismo

Innovación al servicio del turismo

Para ello, será necesario concienciar sobre un turismo sostenible, la industria aeronáutica también deberá adaptar su flota a una menos contaminante y contemplar alternativas de transporte para distancias cortas. Además, se deberá potenciar también la innovación social, desde el turismo colaborativo y la digitalización, con transacciones que tienen lugar entre iguales y que no necesariamente tienen una contraprestación económica sin plataformas turísticas intermediarias. ‘El turismo colaborativo verdadero sigue existiendo, por ejemplo, con el intercambio de casas’ explica Mª Jesús.

Como apunta la profesora, ‘es hora de repensar el turismo’. Y es que, hasta ahora, el modelo turístico español nos había llevado a ser la primera potencia mundial en competitividad turística, pero hay que estar preparados para el turismo del futuro. Tanto es así que el Foro Económico Mundial ha incorporado nuevos parámetros en su clasificación, introduciendo criterios que sí que tienen que ver con la sostenibilidad del modelo, donde otros países, como Japón, nos llevan la delantera, y ahí sí tendremos que usar la digitalización y la Inteligencia Artificial como herramientas. Un ejemplo del empleo de la aplicación de la digitalización en el turismo son los Destinos Turísticos Inteligentes que, de la mano de Segittur, avanzan en nuestro país. En esta materia, la Cátedra Guadalajara Destino Turístico Inteligente, en colaboración con el Ayuntamiento de Guadalajara, permite a la Universidad de Alcalá aportar valor a través del conocimiento turístico, trabajando y asesorando para que la capital alcarreña adecúe la gestión de sus flujos turísticos y se incorpore con éxito a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes de España.

En el libro La economía del Turismo, se incluyen estas claves para el futuro, ‘hemos recogido una reflexión global en pro de poder mantener posiciones competitivas en una actividad turística que incorpore todas las dimensiones de la sostenibilidad –ambiental, territorial y socioeconómica– para que la digitalización, que ha llegado de una manera intensísima a la actividad turística, tanto a las empresas como a los destinos, no genere más desigualdades. Al final, el turismo afecta a todos los territorios y a sus residentes y se debe concebir gestionando mejor los flujos y atendiendo al turista de una forma más personalizada. Disponemos de mucha información sobre lo que aspira a ver y sobre los rasgos de su perfil y es un activo que debemos aprovechar. Ya que hasta ahora sólo se habían considerado como indicadores de éxito el número de turistas o los ingresos por turismo’ puntualiza Mª Jesús Such. 

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