La UAH forma a los sanitarios y a los reporteros internacionales del futuro
La Universidad de Alcalá oferta dos posgrados relacionados con la intervención internacional, el Máster Universitario en Acción Humanitaria Sanitaria junto con la ONG de Médicos del Mundo y el de Reporterismo Internacional a través de Radio Televisión Española
Hay profesiones en las que, aunque se tengan los conocimientos necesarios, lo importante es que sobresalga la vocación de servicio, como es en el caso de la docencia, la sanidad y el periodismo.
Tanto Consuelo como Mónica han tenido siempre muy presente esta vocación: servir a los demás gracias a su don para la empatía, ponerse en el lugar del otro a través de su específica preparación. Comparten eso y desde hace algún tiempo comparten también sus conocimientos en dos posgrados que se imparten en la Universidad de Alcalá. Pueden parecer dos profesiones muy distintas la de parasitología y la de periodista, pero la verdad es que tienen en común el servicio a la sociedad.
Consuelo Giménez es profesora en el departamento de Biomedicina y Biotecnología de la UAH. Está especializada en parasitología sanitaria y es la directora del Máster Universitario en Acción Humanitaria Sanitaria, que se imparte, desde el curso 2017/2018, en conjunto con la ONG Médicos del Mundo y en el que participan las principales organizaciones internacionales acción humanitaria.
Como ella cuenta, los estudiantes de este posgrado suelen ser grupos heterogéneos de profesionales de la salud que hacen prácticas en el terreno. Es decir, van directamente a países donde hace falta ayuda humanitaria, bien por un conflicto armado o por un desastre medioambiental, como ha sucedido en el Sahara, Palestina, Irak, Mozambique o Angola, entre otros. Y allí, en el terreno, coinciden con otros profesionales como los periodistas desplazados al lugar. Es el caso de Mónica García Prieto, reportera internacional para distintos medios españoles y profesora del Máster de Reporterismo Internacional que se imparte en la UAH en colaboración con el Instituto de Radio Televisión Española.
En una década que, por desgracia, ha estado repleta de conflictos bélicos y catástrofes naturales, la labor de estas dos profesiones es fundamental, una por ayudar directamente a los afectados y la otra por contar lo que está pasando desde el lugar de los hechos.
“Los afectados aceptan mucho mejor una catástrofe natural que una crisis provocada por una cuestión bélica o antroponótica”, afirma Giménez. Ella misma apunta que, “aunque los retos en materia de salud están condicionados por el detonante, lo fundamental cuando se llega al lugar es frenar la expansión de enfermedades infecciosas y garantizar el acceso de las poblaciones al agua potable, al saneamiento y a la higiene”. Ahí es cuando actúa la ayuda humanitaria movilizando a las organizaciones, siempre que el país afectado lo solicite haciendo un llamamiento internacional.
Como ella misma relata, cuando llegan al emplazamiento del conflicto, los sistemas sanitarios del propio país están completamente desestructurados e interrumpidos. Las primeras atenciones suelen estar relacionadas con cirugías y los servicios de traumatología y nefrología instalados en los hospitales de campaña, pero también hay que atender a los enfermos crónicos y ofrecer asistencia psicosocial, sobre todo a la población vulnerable: mujeres embarazadas, bebés, niños y ancianos que son los que no pueden huir.
Las reglas de la guerra
Existen una serie de normas que rigen la guerra desde finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando se firmaron los convenios de Ginebra. El más importante de estos es el cuarto, en el que se recoge que todos los conflictos deben regularse sobre el derecho internacional humanitario, basado en cuatro principios básicos: humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. Son de obligado cumplimiento solo para los países que lo firman y sirven para proteger a la población civil mediante corredores humanitarios, tanto sanitarios como alimenticios. El problema que detectan estas dos expertas es que no se están respetando en los conflictos bélicos ni se impongan las sanciones necesarias.
“Nos encontramos en un momento muy duro, de muchas guerras pequeñas mantenidas en el tiempo como es el caso de Yemen, uno de los muchos conflictos olvidados sin atención mediática; Siria, que lleva ya 15 años; o el de Gaza, que lleva más de 75 años”, entre otros, explica Giménez.
Y en estos terrenos es cuando la labor del periodista es fundamental, la de contar qué está sucediendo en ese lugar donde hay una guerra o donde acaba de producirse una catástrofe natural y describir lo que está afectando a la población. Con la necesidad de profesionalizar la dedicación del reportero internacional, este curso ha nacido la primera edición del Máster de Reporterismo Internacional, impartido presencialmente en la sede de RTVE Instituto y dirigido por José Antonio Guardiola, reportero de RTVE, y por Carmelo García, vicerrector de la Universidad de Alcalá. Una propuesta formativa eminentemente práctica donde los estudiantes aprenderán desde lo que deben incluir en su maleta hasta cómo estructurar un reportaje.
Todo ello, de la mano de un grupo docente formado por periodistas con una probada veteranía en el ejercicio del reporterismo y las corresponsalías. Entre otros, Óscar Mijallo, Gervasio Sánchez, Javier Espinosa, Patricia Simón, Mónica González, Mónica Bernabé, Leila Guerriero, Hugo Alconada, Nacho Carretero, Mikel Ayestaran o Mónica García Prieto. Ella misma intenta explicar a los estudiantes “que en sus manos estará la información, algo que es más importante que nunca”. Y subraya: “Los periodistas tenemos el deber y la responsabilidad de explicar el contexto donde se producen todos estos conflictos para que las personas estén bien informadas y no puedan ser manipulables”.
Publicado en: Reportaje