La Tierra siempre aparece coloreada en tonos azules, verdes, marrones y blancos por la tierra, la vegetación, el mar y las nubes de la atmósfera. Al resto de planetas del sistema solar también se les asocia con colores: Mercurio de color gris; Venus con marrón y gris; Marte de rojo, marrón y tostado; Júpiter de marrón, naranja y tostado; Saturno de dorado, marrón y gris azulado; Urano de azul verdoso y Neptuno de azul. 

‘Cuando miramos los colores de los planetas de nuestro Sistema Solar, los vemos de un cierto color dependiendo de dos cosas: la composición de su superficie y la presencia, espesor y composición de su atmósfera. Por ejemplo, cuando miramos la luna, que no tiene atmósfera, la vemos de ese color gris porque su superficie está formada por materiales volcánicos con distinto grado de erosión. Sin embargo, cuando observamos el planeta Venus, lo que vemos es su atmósfera, que es muy densa, no su superficie. Por lo tanto, en este caso, los colores son el resultado de su atmósfera’ explica de Pablo, quien añade que también hay otros factores que condicionan cómo vemos los planetas. ‘De ello depende de si lo hacemos desde la Tierra o desde fuera de nuestra atmósfera. Cuando vemos los planetas desde fuera, por ejemplo, con un telescopio espacial como el famoso Hubble, no hay nada entre el instrumento y el planeta, y vemos el color tal cual es. Sin embargo, cuando lo hacemos desde la superficie de nuestro planeta, el color que vemos está modificado por nuestra propia atmósfera. Por eso a veces, vemos la luna de distintos tonos y colores dependiendo de si hay más o menos polvo o contaminación en nuestra atmósfera, si es más delgada, como en invierno, o más gruesa como pasa en verano, e incluso y se dan otros efectos como pueden ser los eclipses, que la pueden teñir de otros colores’.

Colores de la luna. Imagen de NASA.Marcella Giulia Pace

‘Por otro lado, muchas veces vemos en los medios de comunicación y redes sociales imágenes de cuerpos planetarios de muchos colores. Seguro que alguna vez hemos visto imágenes de la luna con colores amarillos o azules, pero en realidad ese no es el color de la superficie. Lo que vemos es un mapa de las distintas composiciones químicas de los materiales de su superficie, que se codifican en distintos colores de forma artificial gracias a las técnicas espectrométricas destacando de esta forma determinados elementos o compuestos químicos de la superficie. Eso también se observa en algunas imágenes de la Tierra, donde se ve la vegetación en colores rojos, por ejemplo’ apunta el experto.

En cuanto a los planetas extrasolares, como afirma el profesor, ‘hasta la actualidad no hemos podido ver su color. Cuando se descubre un nuevo planeta, los medios lo ilustran con una representación artística. Pero solo es eso, una representación artística pues hasta ahora, los hemos detectado por medios indirectos, y cuando han sido observaciones directas, solo vemos un punto, un pixel en las imágenes, pero no sabemos su color. Éste se deduce dependiendo de la composición y estructura que establecemos que tiene a partir de los datos. Pero son meras aproximaciones’ finaliza.

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