Educando en igualdad al profesorado del mañana
La Cátedra Isabel Muñoz de Caravaca de la Universidad de Alcalá ha puesto en marcha un proyecto de investigación para analizar las relaciones entre el sexismo y los sustratos socioculturales que lo generan entre el alumnado de magisterio, futuros y futuras docentes. El resultado verá la luz en una app que detecta el sexismo en las aulas
Los estereotipos y las actitudes sexistas se pueden estudiar científicamente, no es solo una percepción. Según un estudio de 2021 del Parlamento Europeo, los roles y estereotipos de género siguen influyendo en la división de tareas en el hogar, en la educación, en el trabajo y en la sociedad, también en la población joven.
‘Encrucijadas socioculturales y educativas del sexismo en docentes en formación’ nace de las investigaciones previas de la Cátedra Isabel Muñoz de Caravaca, una sobre la igualdad de género entre adolescentes de Castilla La-Mancha y otra sobre el papel de las redes sociales en la generación y difusión de la igualdad en la población adolescente de esta misma región, donde analizaron las actitudes hacia estereotipos o la desigualdad, los mitos del amor romántico, el tema de las creencias distorsionadas o incluso la violencia de género. Y los resultados revelaron que, a pesar de ser tan jóvenes, seguían persistiendo las actitudes sexistas.
Las personas implicadas en las investigaciones quisieron saber por qué los adolescentes tenían estas actitudes y a través de qué agentes se trasmiten, por un lado, parece provenir de las redes sociales (un 48% cree que educan en el machismo), pero también de su grupo de iguales donde, junto a las familias y el profesorado son los primeros agentes de socialización. La educación es la herramienta más potente de transformación social y, por tanto, el profesorado debe convertirse en un agente transformador que busque la igualdad, pero para ello debe disponer de las herramientas necesarias.
En unos primeros resultados de los grupos de discusión ya han detectado algunas deficiencias en la formación para la igualdad de estos futuros maestros y maestras, sobre todo el estudiantado echa en falta asignaturas con perspectiva de género. “Cómo vamos a pedir al futuro profesorado que eduque de forma igualitaria si no les estamos formando para ello en las facultades” detalla Concepción Carrasco, directora de la Cátedra Isabel Muñoz de Caravaca que coordina este estudio. De hecho, solo un 8,5% de las personas entrevistadas afirma haber recibido alguna orientación con respecto a igualdad en algunas asignaturas”.
“Nos parece muy importante analizar las creencias de los futuros profesionales de la enseñanza, maestros y maestras, y desentrañar las encrucijadas socioculturales” explica Concepción, quien afirma que ya en las primeras encuestas han detectado un déficit de formación para coeducar, que significa educar de forma igualitaria a niñas y niños.
La investigación, financiada por la Junta de Castilla La Mancha, plantea una etodología mixta en la que se combinarán métodos cualitativos y cuantitativos en una secuencia de cuatro fases. En la primera se han creado 27 grupos de discusión entre estudiantes de las facultades de Educación de Castilla-La Mancha, entre los que se encuentran estudiantes de Magisterio del campus de Guadalajara de la Universidad de Alcalá.
En la segunda, se ha construido el instrumento de medición del sexismo (con base en los resultados del trabajo de investigación cualitativo), que se validará en una muestra inicial de mínimo 400 jóvenes. Después se aplicará el instrumento ya validado, así como escalas de medición de la justificación de la violencia contra las mujeres, en una muestra de 2.300 docentes en formación matriculados en varias facultades de Educación españolas y en tres extranjeras (Argentina, Colombia y México).
“En cuanto a las escalas, las hemos dividido por apartados, pero hemos actualizado el contenido preguntando, por ejemplo, si ven bien que los hombres se puedan pintar las uñas o si pondrían a su hijo primero el apellido materno antes que el paterno. Un debate que quizás hace diez años no se planteaba porque no existía ni siquiera la posibilidad ni existían los instrumentos para medir estas cuestiones” afirma Mirian Checa, psicóloga que participa en la investigación.
Dentro de estos apartados también se pregunta por los mitos del amor romántico, tan arraigado en jóvenes: como la figura de la media naranja, si creen que el amor es incondicional o si es normal la revisión del teléfono por parte de sus parejas y, las dos últimas escalas están dedicadas hacia la violencia de género”.
Por último, estos instrumentos pasarán a formar parte de una aplicación móvil configurada de tal modo que sea el propio profesorado quien pueda analizar el sexismo en sus estudiantes, facilitando así la puesta en marcha de acciones preventivas e intervenciones educativas.
Publicado en: Reportaje