La UAH homenajea a su fundador, el Cardenal Cisneros, en la tradicional 'Annua Commemoratio Cisneriana'

La Universidad de Alcalá ha celebrado hoy su tradicional acto académico de la Annua Commemoratio Cisneriana, con el que la UAH rinde homenaje a su fundador, el Cardenal Cisneros, en el aniversario de su fallecimiento.

El acto se ha desarrollado en dos partes. La primera de ellas, en la Capilla de San Ildefonso, ha comenzado con la colocación de una corona de laurel a los pies del sepulcro de Cisneros, seguida de la investidura de los nuevos doctores que ha incorporado la Universidad de Alcalá durante el pasado curso.

Annua 02Posteriormente, la ceremonia ha proseguido en el Paraninfo, donde la profesora Pilar Chías, catedrática de Expresión Gráfica Arquitectónica de la UAH, ha ofrecido la conferencia ‘Amoenitas loci, paupertas, caritas. Imágenes de la fundación de Cisneros’, que ha versado sobre los intereses que rondaban la mente de Cisneros para diseñar una ciudad a la medida de las actividades universitarias.

A continuación, se ha procedido a la entrega de los Premios a la excelencia en la dirección de tesis doctorales y de los Premios a las mejores tesis doctorales del curso 2019-2020, otorgados por la Sociedad de Condueños, en sus diferentes categorías.

El rector de la UAH, José Vicente Saz, ha cerrado el acto con una intervención en la que ha señalado cómo, durante su vida, ‘Cisneros desarrolla una intensa actividad editorial que responde a su vocación docente, también presente en su gran obra en este ámbito, la Biblia Políglota Complutense. Late bajo esta acción la preocupación del cardenal por erradicar la ignorancia, y su convicción, que prevalece 500 años después, entre estos muros, de que la educación es la única vía para acabar con el odio, los prejuicios, fomentar la riqueza material y, sobre todo, espiritual, y alcanzar así la prosperidad’.

Fallecimiento del Cardenal Cisneros

El 8 de noviembre de 1517 moría en Roa (Burgos), durante un viaje en el que iba a encontrarse con el Rey Carlos V que venía a España, lo que impidió que ese encuentro tuviese lugar.

Fundador de la Universidad de Alcalá, en 1499, concibió su creación como proyecto educativo absolutamente novedoso, el que se conciliaban los mejores modelos de la tradición de entonces con otros más innovadores, como Bolonia y Lovaina.

Quiso que esta Universidad fuera el crisol donde se educara no solo el clero regular y secular dispuesto a afrontar la reforma eclesiástica, sino también los nuevos funcionarios competentes que necesitaban los reinos de España. El éxito de aquella empresa hizo que la Universidad de Alcalá fuese el gran centro de excelencia académica y que Alcalá se convirtiera en la sede de una aristocracia universitaria que hizo posible nuestro Siglo de Oro.

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