Tomás Mancha.

El Producto Interior Bruto experimentó en 2017 un aumento superior al 3%, una tendencia esperable, teniendo en cuenta que España vive integrada en la zona euro y que este área ha vivido un gran crecimiento económico en los últimos meses. Sin embargo, aunque el 2018 va a mantener un crecimiento aceptable, este se desacelerará con respecto al experimentado el año anterior. Según explica el profesor Mancha, ‘este fenómeno no ha sido ajeno a la inestabilidad vivida en Cataluña en los últimos meses, que ha perjudicado en varias décimas el crecimiento, según el Banco de España. En cualquier caso, no hay que magnificar el suceso, puesto que su impacto no será mayor al que provocaría otra situación de incertidumbre política, y se daría mayormente en el propio territorio catalán’.

En cuanto al PIB y al empleo, las previsiones del profesor Mancha son positivas: se espera en torno al 2’5 % de crecimiento económico y un descenso de la tasa de paro en un 16’55%, aunque la creación de empleo será considerablemente menor que en 2017. Además, se vislumbran buenos registros en inflación y una reducción del déficit público, basada en una mejora de los resultados en ingresos y gastos de las administraciones públicas. Por otro lado, ‘se experimentará un superávit favorecido por el aumento de turistas extranjeros y de su gasto; además de un saneamiento de las entidades financieras, lo que se traduce en la existencia de un crédito bancario fluido, tanto para familias como para empresas’, expone el profesor.

En el plano internacional, España experimenta el estado de estancamiento secular observado en todas las economías desarrolladas de la Unión Europea. En el medio plazo, la economía española se va a ver superada por otras de países emergentes, aunque la exportación y el turismo jugarán un papel muy notable en el mantenimiento de esta posición. ‘A ello debe unirse el proceso de internacionalización de un importante número de empresas españolas que ocupan un puesto relevante dentro de su sector, como Repsol, Telefónica, Talgo, Gamesa, ACS, etc.’, explica el profesor.

En lo que afecta al ciudadano medio, no son previsibles cambios muy significativos. Según Mancha, ‘la rebaja fiscal propuesta por el actual gobierno puede ayudar a mantener el poder adquisitivo familiar al margen del descenso del crecimiento económico, además de la reducción del desempleo’. No sucede lo mismo con los funcionarios públicos, que seguirán viendo sus salarios congelados, al menos hasta la aprobación de los presupuestos generales.

El profesor concluye que ‘las expectativas mantienen una tendencia claramente positiva, que solo se vería truncada con elementos nuevos inesperados, ahora imposibles de adivinar’.

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