Los barrios con menos nivel socioeconómico de Madrid tienen una menor disponibilidad de instalaciones deportivas
Así se desprende del estudio liderado por investigadores de la UAH, publicado recientemente en el International Journal of Health Geographics. La zona incluida en el radio de la M-30 es la más privilegiada en materia de instalaciones deportivas.
Luis Cereijo. |
En este estudio, que se integra dentro del proyecto Heart Healthy Hoods de la Universidad de Alcalá, los investigadores han analizado la relación entre el nivel socioeconómico y el acceso a instalaciones deportivas desde los 125.427 portales residenciales de la ciudad de Madrid y han llegado a la conclusión de que en las zonas con menor nivel socioeconómico hay menos disponibilidad de instalaciones deportivas privadas, las más recurrentes en Madrid.
El análisis se ha llevado a cabo en colaboración con investigadores de la Drexel University, en EE.UU., y el Royal Melbourne Institute of Technology, en Australia, y ha tenido en cuenta las instalaciones deportivas que ofertan servicios de ejercicio físico, como salas de musculación o clases colectivas.
Los investigadores clasificaron las instalaciones en cuatro grupos: instalaciones públicas (que incluyen las concesiones administrativas), gimnasios privados, gimnasios low-cost, e instalaciones de uso por sesiones (pilates, electroestimulación, artes marciales, etc.). Las instalaciones deportivas públicas muestran resultados favorables, tanto en accesibilidad (distancia a la instalación deportiva más cercana) como en disponibilidad (número de instalaciones deportivas en un radio de 1000 metros alrededor del portal) para los portales situados en áreas de menor nivel socioeconómico.
Por el contrario, los resultados de todas las instalaciones privadas -que suponen el 90% del total de las instalaciones deportivas de estas características en Madrid), siguen un mismo patrón: los barrios con menor nivel socioeconómico tienen un menor número de instalaciones deportivas a su alrededor que los barrios con mayor nivel.
La zona más ‘privilegiada’ en materia de instalaciones deportivas es la que se incluye dentro de la M-30. Sin embargo, en las zonas del sur, como Villaverde o Usera, se genera un escenario de doble desigualdad: ‘su población vive con un menor nivel socioeconómico y una menor densidad de instalaciones deportivas. Este escenario se extiende a los barrios de la zona sureste de Madrid, siguiendo el mismo patrón geográfico que la reducción de nivel socioeconómico. Solo las instalaciones low-cost presentan una sensible mayor presencia en estas zonas’, señala Luis Cereijo, investigador principal del estudio.
Los resultados en cuanto a accesibilidad son diferentes, ya que los barrios con menor nivel socioeconómico tienen instalaciones deportivas más próximas que los barrios con mayor nivel, aunque la diferencia de proximidad no es significativa (algunas decenas de metros)
Cereijo recuerda que, más allá de las distancias, lo que es evidente es que ‘vivir en áreas con un menor número de instalaciones deportivas trae consigo una menor oferta y menor variedad de práctica de ejercicio físico. Además, teniendo en cuenta que esto sucede especialmente en el caso de instalaciones privadas, una menor competitividad puede ocasionar una peor calidad de los servicios, acompañada de precios más caros’.
La importancia del estudio de las instalaciones deportivas
Las instalaciones deportivas fomentan una práctica especialmente beneficiosa en términos de salud, ya que diversos estudios han demostrado que la intensidad del ejercicio físico que se practica en ellas genera unos beneficios significativamente mayores a otras prácticas, como caminar o el running. ‘Asimismo, la presencia de recursos humanos cualificados que guíen la práctica de ejercicio podría ser un especial acicate para el inicio a la práctica de actividad física de ciudadanos físicamente inactivos, así como un buen medio para la práctica de ejercicio de calidad y la prevención de posibles lesiones derivadas de ella. Algo especialmente importante en aquellas personas que inician su práctica de actividad física desde el sedentarismo’, agrega el investigador.
Publicado en: Reportaje