La Universidad de Alcalá trabaja para proteger a una especie vulnerable, la alondra ricotí

La Cátedra de Medio Ambiente de la Fundación General de la Universidad de Alcalá se encarga del estudio detallado sobre las poblaciones de esta especie al norte de la provincia de Guadalajara desde hace 10 años. Los primeros datos de este año 2021 reflejan que la tormenta Filomena ha hecho estragos en estas poblaciones.

Como explica Juan Luis Aguirre, director técnico de la Cátedra de Medio Ambiente, ‘la alondra ricotí, es una especie de ave de pequeño tamaño que habita zonas con matorrales bajos, en zonas llanas y que no haya árboles. Su distribución se restringe a la región mediterránea y, en Europa está presente exclusivamente en España. En la península ibérica se distribuye de forma dispersa evitando la región norte, y las poblaciones ibéricas más importantes de esta especie se encuentran en las zonas de parameras de Guadalajara, Soria y Aragón’.

Es una especie muy especial ya que se encuentra amenazada y ha sido catalogada como vulnerable según el Catálogo Español de Especies Amenazadas. ‘Presenta unos requerimientos de hábitat muy específicos, zonas llanas con matorrales bajos y sin árboles. Tiene una gran querencia a permanecer en sus territorios históricos y una baja dispersión, por lo que se ve muy afectada por la destrucción y fragmentación de su hábitat. Por otra parte, se trata de una especie que pasa muy desapercibida, debido a su pequeño tamaño, color críptico y comportamiento esquivo, ya que se mueve andando por el suelo, escondiéndose entre el matorral y además presenta mayor actividad en horas crepusculares, siendo muy difícil de detectar a plena luz del día. Me gusta decir que se parece más a un ratón en su comportamiento que a un ave asevera el experto.

Las infraestructuras para la producción de energía renovable, a pesar de que suponen un gran beneficio para el medio ambiente, necesitan ocupar extensiones de territorio considerables. Uno de los sitios más favorables para la instalación de este tipo de infraestructuras son zonas de páramo desprovistas de vegetación arbórea y con fuertes vientos, que coincide precisamente con buena parte del hábitat de la alondra ricotí. ‘Por ello hay que tener muy en cuenta la existencia de poblaciones de esta especie para compatibilizar este tipo de desarrollo de infraestructuras energéticas con la conservación de especies que puedan verse afectadas, como es el caso de la alondra ricotí’, explica el Doctor Aguirre, quien trabaja desde la Cátedra de Medio Ambiente censando anualmente las poblaciones de alondra ricotí, concretamente en las parameras del Señorío de Molina, al norte de la provincia de Guadalajara, donde existe una de las poblaciones más importantes de la Península Ibérica.

Genista pumila

Hábitat característico de la especie, con vegetación almohadillada de Genista pumila

Con este estudio se están obteniendo datos sobre la distribución de la especie en la zona, tamaño y evolución de las poblaciones, diferencias entre las poblaciones de la especie en Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y zonas no protegidas, y en que grado afectan los parques eólicos de esta zona a las poblaciones de esta ave.

‘La alondra ricotí evita las zonas de agricultura intensiva donde no hay vegetación, ya que tiene querencia por zonas de vegetación continua. El aumento de la superficie destinada a agricultura intensiva, la construcción de infraestructuras energéticas, vías de comunicación, etc. restan hábitat disponible a la especie, además de fragmentar las poblaciones existentes, dificultando el movimiento de individuos entre dichas poblaciones’ explica Juan Luis Aguirre, por ello, como medida compensatoria a este tipo de desarrollos se están plantando zonas de lavanda, ya que se piensa que, debido a la mayor similitud de este tipo de cultivos con el hábitat natural de la alondra, este puede cumplir algunos de los servicios que proporciona a la especie, como refugio, zona de alimentación y, sobre todo, zona de conexión entre poblaciones existentes.

‘Con esta medida se pretende generar correderos ecológicos para conectar distintas poblaciones de alondra ricotí que actualmente se encuentran aisladas, para favorecer el flujo de individuos y el intercambio genético, necesario para la supervivencia de cualquier especie. En el futuro habrá que ver si estas medidas funcionan. En todo caso estos cultivos parecen mucho más amigables para la fauna que los cultivos de secano, donde el uso masivo de fertilizantes y pesticidas los está convirtiendo en zonas cada menos interesantes desde el punto de vista faunístico’ puntualiza el profesor.

Estos días están desarrollando los censos de 2021 y parece, según los primeros datos, que la tormenta Filomena ha afectado de manera dramática a estas poblaciones de la paramera. 'La tormenta, tan larga y tan potente, puede haber extinguido a gran parte de las poblaciones de nuestra zona. Esto demuestra que los factores climáticos son de una naturaleza tal que pueden afectar a poblaciones enteras, y nos debe hacer reflexionar sobre los impactos climáticos que son de gran extensión y destruir poblaciones enteras de una sola vez. Por eso, para todo el que trabaje en Biodiversidad, el control del cambio climático debe ser una preocupación de primer orden' finaliza el investigador. 

Publicado en: Reportaje