Eclipses y alineaciones, mucho más que belleza

Eclipses lunares y solares o la alineación de planetas se han convertido en un fenómeno mediático. Todos animan a contemplarlos y los que tienen la oportunidad de verlos en directo y no en una pantalla se sienten afortunados pero… ¿qué ocurre cuando hay eclipses, qué muestran a los expertos? En este reportaje habla de estos fenómenos y su observación la profesora del departamento de Física y Matemáticas, Consuelo Cid.

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Consuelo Cid.

En ocasiones los astrónomos y los astrofísicos no necesitan que las fuerzas de la naturaleza se alineen para poder llevar a cabo sus observaciones porque ellos, gracias a los avances de la técnica, son capaces de provocar ciertos fenómenos. En el caso de los eclipses sucede así. Los científicos generan eclipses con coronógrafos para ver la corona solar desde la Tierra, por ejemplo. Pero no siempre ha sucedido lo mismo. Hubo un tiempo, aunque parezca mentira, que la simple observación del cielo, con instrumentos rudimentarios, bastaba para descubrir durante un eclipse multitud de datos que han ayudado a conocer más y mejor el funcionamiento y las características de nuestro sistema solar.

Con un eclipse total de Sol se pudo comprobar que la Teoría de la Relatividad General era cierta: según la teoría de Einstein, los rayos luminosos que pasaban cerca del Sol debían desviarse ligeramente debido al campo gravitatorio del cuerpo celeste. Es decir, que durante un eclipse total de sol se podían ver estrellas situadas ‘detrás’ del Sol debido a la desviación de la luz por su campo gravitatorio. Ese eclipse total llegó en mayo de 1919 y Eddington lo aprovechó para hacer la comprobación. ‘Descubrieron que la luz de las estrellas se curvaba y eso confirmaba la predicción hecha en la Teoría de la Relatividad General de Einstein’, explica Consuelo Cid.

La primera vez que se observó el helio fue durante un eclipse solar también. El científico Janssen observó durante el eclipse producido en 1868 una línea espectral amarilla en la luz solar y fue su colega Lockery, al observar el mismo eclipse, quien propuso que esa línea era producida por un elemento al que denominó helio, en homenaje al dios griego del sol.
Otros fenómenos, como los tránsitos, también aportan información a los astrónomos: ‘ cuando Mercurio o Venus (ambos más próximos al Sol que la Tierra) en su viaje alrededor del Sol se encuentran entre el Sol y la Tierra, contemplamos estos planetas como puntos negros en el disco del Sol y eso nos permite obtener información sobre el tamaño, la órbita del planeta, a qué distancia están del centro de la estrella… Hay otros mecanismos para obtener este tipo de información, pero gracias a estos fenómenos podemos corroborar nuestros análisis, porque podemos medir con mejor resolución’, explica la experta.

Los tránsitos y alineaciones también son útiles para obtener información sobre exoplanetas –sistemas de planetas externos al sistema solar que orbitan también alrededor de una estrella- y para saber si un sistema de estrellas es un sistema binario o se trata de estrellas superpuestas por un fenómeno de proyección: ‘para saber si una estrella es binaria o no observamos su curva de luz, es decir, cómo varía con el tiempo la luz que nos llega de la estrella y, si varia de forma periódica, estamos ante una estrella binaria y podemos determinar cuál es el período de rotación de una estrella respecto a la otra o con qué fuerza se atraen’, agrega Cid.

La experta de la UAH anima a continuar mirando el cielo cada vez que tengamos la oportunidad de contemplar este tipo de fenómenos.(Imagen principal: tránsito de Mercurio visto por SDO)

 

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