Expertos internacionales definen en la UAH cómo serán las bibliotecas en la era de la IA

El Rectorado acoge, entre el 20 y 23 de mayo, el congreso de LibrarIN, un potente proyecto financiado por la UE bajo la coordinación científica de la Universidad de Alcalá

“La Biblioteca existe ab aeterno. De esa verdad cuyo corolario inmediato es la eternidad futura del mundo, ninguna mente razonable puede dudar”. En su relato La Biblioteca de Babel fabulaba Jorge Luis Borges con un recinto infinito de infinitas salas hexagonales en cuyos anaqueles se guardaba, en infinitos libros, el saber acumulado por el ser humano.

Era una metáfora idílica del universo para un escritor como el argentino, obsesionado con los libros y las bibliotecas, pero se equivocaba al vaticinar la vigencia eterna de estos recintos como almacenes del saber. En los últimos años, el saber (como los mundos virtuales o imaginarios) no se almacena en páginas de papel, sino en diminutos circuitos de silicio o en gigantes servidores informáticos. Y tampoco se consulta desde los estantes de las bibliotecas, sino en las pantallas de multitud de dispositivos electrónicos diferentes.

Ese cambio de tendencia provocado por la digitalización ha hecho que poco a poco se vayan cerrando estos templos del saber. O que muchos de los 28 millones que aún siguen abiertos en todo el mundo (25.000 en España), según estadísticas de la Federación Internacional de Bibliotecas y Bibliotecarios, hayan tenido que mutar en algo diferente y reflexionar profundamente para definir su futuro si quieren seguir siendo lo que siempre han sido: lugares en los que se reúnen las personas que quieren tener acceso al acervo humano.

CONGRESO LIBRARIN, DEL 20 AL 22 DE MAY EN LA UAH

“Hay ejemplos fantásticos en toda Europa de bibliotecas que están haciendo cosas súper interesantes, como convertirse en núcleos de actividad, de crecimiento, de emprendimiento social, de relaciones con ONG, de inclusión social, de gente con comunidades desfavorecidas que se integran a través de las bibliotecas… Cosas muy bonitas”, explica Luis Rubalcaba, profesor de Política Económica de la Universidad de Alcalá (UAH) y coordinador científico del proyecto LibrarIN, cuyo congreso internacional aborda estos días en el Colegio de San Ildefonso cómo deben ser las bibliotecas del futuro.

Financiado con tres millones de euros del programa Horizonte Europa de la Unión Europea, este proyecto fue impulsado hace algo más de dos años por Rubalcaba y otros investigadores de la UAH en colaboración con otros grupos de toda Europa. Actualmente, son 10 los nodos integrantes de esta red de expertos enfocados en reflexionar cómo mantener en nuestras vidas una institución que surgió en el año 600 a.C. cuando un rey asirio decidió clasificar y almacenar 30.000 tablillas de barro con inscripciones.

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En el extremo opuesto de la cronología están, a juicio de Rubalcaba, bibliotecas de última generación como la de Oodi, en Finlandia (en la imagen principal de este artículo), o la de Aarhus, en Dinamarca. Están ubicadas en “edificios impresionantes” que solo dedican un 20% de su espacio a guardar libros. “En el 80% restante hay otras cosas: salas de coworking, espacios con instrumentos para que los músicos vayan a componer, zonas para niños en las que pueden realizar actividades lúdicas y educativas además de leer”, explica este profesor de la UAH.

Pero la lista de nuevas opciones funcionales para las bibliotecas es mucho más larga. Desde zonas y actividades específicas para las personas mayores hasta la curiosa idea que promueve una biblioteca de Amsterdam: una jornada especial dedicada a las personas sin hogar y, en concreto, a ayudarles a reintegrarse en la sociedad. “Las bibliotecas se están convirtiendo en enormes centros de vida. Vida cultural, social y de todo tipo”, comenta este experto.

EL CRAI, EN EL BUEN CAMINO

El coordinador científico de LibraIN subraya los grandes avances que, en ese sentido, se han realizado en el Centro de Recursos para la Aprendizaje y la Investigación (CRAI) de la Universidad de Alcalá en los últimos años pese estar muy lejos de la dotación presupuestaria de las bibliotecas que son referentes mundiales.

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De todo ello se va a hablar tanto en las sesiones preparatorias como en el congreso, que arranca hoy a las 15:00 horas con un acto inaugural al que asistirán la directora general del libro del Ministerio de Cultura, María José Gálvez, como el vicerrector de Investigación y Transferencia, Javier de la Mata. Y lo cierto es que los más de 150 participantes en el Congreso podrán disfrutar de 80 ponencias en sesiones paralelas protagonizadas por algunos de los principales especialistas mundiales en el terreno de la innovación bibliotecaria.

Entre ellos, Stuart Snydman, el director de los servicios tecnológicos de la biblioteca de Harvard, que reflexionará sobre cómo Google y la IA están transformando la manera de acceder al conocimiento en las bibliotecas. “Es el que más sabe de tecnología aplicada a las bibliotecas en todo el mundo”, subraya Rubalcaba. Por su parte, el director del Centro para la Innovación en Salud, Liderazgo y Aprendizaje de la Universidad de Nottingham, Paul Windrum, profundizará en cómo transformar las bibliotecas en esos espacios colaborativos y esos puntos de encuentro social y cultural que jamás imaginó Jorge Luis Borges.

Publicado en: Reportaje

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