Avecinas: el proyecto de la UAH para mejorar la convivencia con nuestras vecinas las aves
Ecología, biología, arquitectura y participación ciudadana se unen para proponer soluciones arquitectónicas que mejoren la calidad de vida de las aves complutenses
La capilla de San Ildefonso, la Facultad de Derecho o el Colegio de Santo Tomás son solo algunos de los edificios universitarios que componen el patrimonio arquitectónico de la Universidad de Alcalá, pero tienen otra cosa en común. Todos ellos albergan nidos de cigüeñas, esas enormes aves blancas que ya forman parte del paisaje de Alcalá de Henares. Unos y otras llevan tanto tiempo ahí, que ya forman parte del patrimonio cultural de la ciudad. Creemos que somos nosotros los que les hacemos un favor a ellas, pero en realidad son ellas las que lo hacen aportando biodiversidad, control de plagas o turismo ornitológico.
Las cigüeñas son solo una de las más de 70 especies de aves, que habitan los cielos de Alcalá, algunas de ellas amenazadas a nivel nacional y europeo. Estas vecinas de dos patas y con plumas han elegido la ciudad de Alcalá para habitar. Según datos del Ayuntamiento, su número aumenta cada año, pero también numerosos edificios, principalmente los que se incluyen en el casco histórico, sirven como lugar de nidificación para otras especies de aves.
La convivencia y el balance entre la biodiversidad y el desarrollo humano es un compromiso que se debe adquirir y el patrimonio construido puede servir de ayuda, ya que las aves aprovechan los huecos, cavidades y formas del espacio público para anidar, reposar, remojarse, interactuar…en definitiva, vivir.
QUÉ OFRECE LA CIUDAD A LAS AVES
Para analizar cómo el patrimonio facilita o puede facilitar la biodiversidad nace el proyecto de investigación de la Universidad de Alcalá Arquitectura y fauna urbana (Arquifaur) en el que van de la mano arquitectura, ecología y ayuda ciudadana en la web llamada avecinas de Alcalá. “Las aves siempre han sido una especie de capa invisible a las que no se le ha prestado mucha atención. Normalmente se evalúan los servicios que ofrece la naturaleza al ser humano, pero el objetivo de nuestro proyecto es justo el contrario, qué ofrece el ser humanos a las aves”, apunta Francisco García Triviño, profesor de la Escuela de Arquitectura y director del Proyecto que se ha centrado en las soluciones arquitectónicas del casco histórico de Alcalá, sobre todo en la manzana cisneriana y la Plaza de Cervantes, en la Plaza de las Bernardas y en la zona que engloba la Facultad de Filosofía y Letras; el Colegio Trinitarios y la Travesía San Julián.
A través de comparaciones entre imágenes creadas a modo de cartografías de estos escenarios, los expertos han superpuesto escenas habituales de las aves. Desde ese punto de vista, la ciudad y, en concreto la Universidad de Alcalá ofrecen distintos y necesarios servicios a las aves. Por ejemplo, sus jardines les sirven como alimento gracias a las pequeñas lombrices que viven en el césped, los setos son usados como ‘túnel de lavado’ por los mirlos, los árboles sirven para colocar nidos…los puntos de riego son el mejor lugar para refrescarse y las fuentes de la Plaza de San Diego hacen de bebedero.que se traduce en un mundo complejo de rutinas diarias.
Estos servicios, en su mayoría accidentales, sirven para acoger a las distintas especies de aves. Por ejemplo, desde el punto de vista arquitectónico, los huecos de los edificios que se utilizaban para poder fijar los andamios durante la construcción son lugares de acogida de aves, al igual que sucede con el final de las cubiertas a dos aguas que especies como el vencejo usan para anidar.
Pero también se puede construir aposta para mejorar la biodiversidad y la convivencia con las aves. Desde Arquifaur proponen soluciones arquitectónicas para ello como regular los tamaños de los huecos de los vecinales para favorecer el anidamiento de algunas especies o el uso de nuevos pavimentos de juntas abiertas que permitan el filtrado de agua y la proliferación de fauna y flora espontánea que favorece el cúmulo de alimento para las aves. También, por ejemplo, para que las cigüeñas aniden, proponen la construcción de puntos volumétricos altos con bastante caída, lo que favorece el despegue y aterrizaje en el nido, por eso lo construyen en las torres y campanarios.
UN LABORATORIO CIUDADANO AL AIRE LIBRE
“Lo singular de este proyecto es que en él han colaborado dos disciplinas que a priori no suelen trabajar en conjunto e incluso a veces se molestan: la ecología y la biología junto con la arquitectura”, detalla Francisco. Pero aparte de estas disciplinas, en el trabajo también ha participado la ciudadanía, porque Arquifaur formó parte de la segunda edición del laboratorio CRAI Ciudadano como parte de su objetivo de transferir el conocimiento a la sociedad. En el mismo participó un grupo heterogéneo de vecinos de Alcalá que tuvieron que reconocer las aves que habitan en el centro y observar lugares que podían ser de interés para estas aves.
“A veces los resultados académicos son ásperos, pero hay otros que intentan hacer para que sean más amables y amigables, por eso hemos trasladado las conclusiones a una web interactiva”, apunta Francisco. Así, en su página se puede ver qué tipo de ave vive en cada área de la ciudad y qué suele hacer en cada edificio con el objetivo de que los ciudadanos puedan ir a visitarlas y descubrir un ecosistema urbano cargado de historias invisibles ajenas a los ojos humanos. Al final, ellas también son nuestras vecinas.
Publicado en: Reportaje