Un investigador de la UAH, entre los españoles más citados, según Highly Cited Researchers

Alberto Jiménez Valverde, contrato de Ramón y Cajal en el Departamento de Ciencias de la Vida, es uno de los 56 científicos españoles que aparecen en Highly Cited Researchers, que selecciona a los 3.000 científicos más citados en todo el mundo.

En este listado también aparece un antiguo estudiante de Biología de la UAH, Roberto Solano, investigador en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC..

Jiménez Valverde habla en esta entrevista de su actividad investigadora, dedicada a analizar la distribución

albertojimenezden
Alberto Jiménez.

geográfica de las especies, fundamentalmente, animales.

-Imaginamos que está muy satisfecho por aparecer en este listado. Además, es usted un científico muy joven...
-Siempre es un aliciente que tus colegas valoren y referencien tus trabajos, aunque en esto, como en tantas otras cosas, tenemos que relativizar. Este es uno de tantos otros indicadores que hay para evaluar el grado de impacto que tiene el trabajo científico y lo que indica, a mi modo de ver, es que tengo algunos artículos que en el último año han sido referenciados mucho.

-Háblenos de sus líneas de investigación

-Mi línea principal de investigación es el estudio de la distribución geográfica de las especies, sobre todo animales, porque soy zoólogo, y trato de generar modelos estadísticos y de entender cuáles son las variables ambientales que están condicionando esta distribución. Los modelos estadísticos se pueden utilizar para entender los factores causales, pero también para predecir la distribución de las especies ante determinados cambios ambientales como, por ejemplo, el cambio climático: qué especies se pueden extinguir en un determinado territorio o cuáles van a emigrar y hacia dónde. Los trabajos que han tenido más impacto son aquellos en los que evalúo los modelos estadísticos. De hecho, el artículo más referenciado en el que participo es un trabajo del año 2008 en el que valoramos la utilidad de uno de los índices que más se utilizan para validar los modelos estadísticos sobre la distribución geográfica de las especies, el índice AUC.

-Se habla mucho de cambio climático y desaparición de especies, ¿en qué momento estamos?
-En este momento vivimos varias crisis: por un lado, la crisis del cambio climático, por otro, la pérdida de hábitats y también la pérdida de recursos. Las tres interaccionan y están provocando que las especies se muevan. La cuestión es saber qué va a ocurrir con las especies con el menor grado de incertidumbre posible.
Otro problema que tenemos en la actualidad es el de las especies invasoras. Estos modelos también se aplican para generar mapas de riesgo de especies invasoras que identifican un territorio determinado: si llega la especie ‘X’, cuáles son las zonas más probables donde se va a establecer. Este asunto tiene mucha importancia, teniendo en cuenta que el tráfico humano y de mercancías cada vez es más intenso y que las especies invasoras suelen tener un efecto negativo sobre las especies autóctonas. Es el caso de las cotorras en la península ibérica, que ya se han convertido en residentes habituales de muchos parques urbanos.
Esto también se puede aplicar a la llegada de transmisores de enfermedades que, con el cambio climático, se están desplazando a zonas nuevas, como pueden ser los mosquitos que transmiten el dengue o la malaria. Poder valorar cuantitativamente la probabilidad de llegada de un determinado transmisor tiene un claro interés epidemiológico.

-También se advierte que habrá grandes extinciones generadas por el cambio climático…

-Las cifras que se aportan tienen mucho grado de incertidumbre. Lo que está claro es que los rangos de las especies son dinámicos, las especies no están quietas, y ante distintos cambios, las especies se moverán y unas ocuparán los espacios dejados por otras. En España, por ejemplo, la fauna de alta montaña es especialmente sensible frente al cambio climático. Y hay especies, como los escarabajos adaptados a zonas de bosque o las mariposas adaptadas a zonas de prados, cuya supervivencia a largo plazo está sometida a mucha incertidumbre porque en España hay una gran presión sobre los ecosistemas.

 

Publicado en: Entrevista