Niños, tecnología y redes sociales, ¿cómo y por qué?



Es una pregunta cada vez más recurrente, ¿es bueno que los niños pequeños utilicen tabletas y smartphones y… deberíamos ser más cuidadosos a la hora de supervisar qué uso hacen los niños de las redes sociales?. La profesora de Interculturalidad y Recursos Tecnológicos de la UAH, Guillermina Gavaldón, opina al respecto desde su condición de experta.

Los niños aprenden a utilizar los teléfonos móviles y las tabletas antes de a hablar y a escribir. Y cada vez es más habitual que dispongan de un perfil en redes sociales o de un canal en Youtube. No sin

Guillermina Gavaldón.

consecuencias… Recientemente Google ha perdonado a una familia española la travesura de su hijo de 12 años: abrió un canal en Youtube y contrató un servicio que le suponía una deuda por importe de 100.000 euros.

¿Es positivo que los niños usen smartphones y tablets?

-La interactividad que ofrecen los dispositivos móviles es un elemento atractivo para los pequeños que han observado cómo los manejan sus padres quienes, en muchas ocasiones, se los ofrecen como medio para entretenerlos. Sin embargo, sin un componente educativo y un conocimiento por parte del adulto sobre la implicación que tiene su uso, la tecnología no favorece el aprendizaje o el desarrollo cognitivo del niño.

-Hay opiniones para todos los gustos, profesora…
-Algunos estudios han demostrado que cuando un adulto acompaña al niño y lo guía durante la utilización de programas digitales apropiados a su edad, se ve potenciado su razonamiento abstracto, la memoria visual o la coordinación viso-motriz. De la misma manera, cuando el maestro integra contenidos digitales apropiados en el currículum, supervisando las actividades y trabajando de manera activa con los pequeños, se puede favorecer el desarrollo del lenguaje, la comprensión oral y el vocabulario o el reconocimiento de números y formas geométricas, en el caso de las matemáticas. Y algunos estudios realizados con pequeños de jardín de infancia mostraron que el uso de tabletas y ordenadores en el aula les ayudaba a socializar.

-Pero, a medida que el niño se va haciendo mayor surge una pregunta: ¿a qué edad se le puede proporcionar un smartphone o tableta digital?
-El problema está nuevamente en la falta de supervisión de los padres o educadores. Yo diría que el uso de estos aparatos es positivo siempre y cuando se les haya enseñado a ser consumidores críticos y, además, a hacer un uso responsable de los mismos. Pero esto implica la necesidad de que la escuela y la familia trabajen de manera conjunta y que desde edades tempranas se promueva una educación crítica hacia los medios sociales y de comunicación.

-¿Es positivo que los niños dispongan de perfiles en las redes sociales?
-Sin la supervisión del adulto, el uso de redes sociales puede tener efectos negativos en los niños y adolescentes dado que éstos pueden ser víctimas de algún tipo de ciberacoso. La edad mínima para darse de alta en una red social es de 14 años, pero ¿de qué manera se puede controlar que este dato sea verídico? Los menores de 14 años pueden abrirse una cuenta simplemente poniendo un año de nacimiento distinto al real. Por otro lado, ¿por qué un niño de 14 años puede darse de alta en una red social y uno de 13 años no? ¿Es acaso esta edad la que le confiere suficiente madurez y le otorga criterio?

-Youtube se ha convertido en un fenómeno global, también para los más pequeños…

-En la actualidad muchos niños desean ser ‘youtubers’ (usuarios que tienen un canal propio en Youtube). Es necesario que los padres se interesen por conocer qué tipo de redes sociales quieren o utilizan sus hijos, que no les dejen solos frente al ordenador y que participen haciendo actividades conjuntas que guíen a los menores a analizar de manera crítica los contenidos.
Existen algunas redes sociales para niños menores de 14 años, como por ejemplo Togetherville, que es una especie de Facebook que requiere la supervisión de los padres para hacerse un perfil en ella. En la ScuttlePad se solicita el correo electrónico de alguno de los padres y el pequeño no será dado de alta hasta que no se compruebe con el padre o madre su edad y otros datos. Son redes que además requieren que el niño se comprometa a no subir contenidos que puedan ser ofensivos. Por otra parte, las redes sociales para adultos deberían crear mecanismos más estrictos para verificar la identidad de la persona que se está dando de alta, y asegurarse, con ello, de que no se trata de un menor de 14 años.

-¿Pueden ser educativas las redes sociales?

-Desde luego que sí. Pueden ser positivas para el aprendizaje si se utilizan para investigar, compartir o crear conocimiento. Por ejemplo, Youtube Kids es una red social con contenidos educativos para niños y se publicita como una red social familiar. Cuando el niño empieza a introducirse en el mundo de Internet, debe estar un adulto a su lado para guiarlo. En el caso de estudiantes de universidad, una red social puede dar mucho juego para potenciar el aprendizaje colaborativo, ya que rompe con las barreras de la distancia y el tiempo.

-¿Qué recomendaría a los padres?
-Que se impliquen en la educación de los hijos y compartan con ellos sus aficiones desde que son pequeños. Que no se limiten a prohibir la entrada a Internet sin más, sin un diálogo que le ayude al niño a comprender los peligros, las amenazas y las consecuencias de sus acciones cuando interviene en un entorno de estos.
Si desconocen el mundo de las redes sociales, que hagan un esfuerzo por prepararse y formarse para entenderlas y saber cómo funcionan. Nunca es tarde para aprender. Y es muy curioso observar cómo algunos de nuestros alumnos los ‘nativos digitales’ no saben discriminar si una información es verídica o no: yo realizo un ejercicio con mis alumnos casi el primer día de clase. Les informo que me han solicitado firmas de apoyo para evitar la desaparición de una especie rara en vías de extinción, el ‘pulpo de los pinares’ (zapatopi.net/treeoctopus/) que habita en una región de California. Les muestro la página Web en donde aparecen las imágenes de los pulpos que, desde luego, están trucadas. La mayoría las acepta sin preguntarse por qué un pulpo, animal marino, puede habitar en un pino. Con éstas y otras experiencias les enseño a analizar las páginas y a conocer quién está detrás de esta información. Esta labor la pueden hacer los padres cuando están con sus hijos, pero para ello el padre o la madre tienen que conocer las herramientas.

 

Publicado en: Entrevista