Miembros del equipo de edición de Momentum.

Se trata de una revista de postales en la que arquitectos de notable influencia, como David Arredondo, Eduardo Arroyo, José Juan Barba, Zakaria Boucetta, Kim Courreges, Antonio Giráldez, Virginia de Jorge, Josep Lluis Mateo, Mafalda Mendonça, Clara Murado, Javiera Navarro, Idoia Otegui y Susana Rosmaninho abordan en este número dos el concepto de refugio en la arquitectura bajo el título ‘Self, shell, shelter’. Se distribuye en librerías nacionales e internacional y ha tenido muy buena acogida en el sector, sobre todo tras la difusión del número 1, 'La ambición de la escala', en el pabellón español de la Bienal de Venecia, el año pasado.

-¿Qué ofrece Momentum que no aportan otras revistas de arquitectura que existen en el mercado?
-La publicación arquitectónica siempre se basa en revisitar documentación, explorar edificios ya construidos, arquitectura teórica… Nosotros queríamos ofrecer una publicación que ahondara en la crítica. No queríamos una revista de planos y documentos gráficos. Queríamos poner en crisis, en reflexión, determinados conceptos que damos durante la carrera y que expertos pudieran hablar de asuntos relacionados con la arquitectura sin necesidad de hacer referencia a muros o a ventanas. Se trata de asuntos relacionados con la profesión de forma transversal. El resultado, en el primer número y en este segundo, que acaba de salir al mercado, es una colección de postales escritas y dibujadas por arquitectos prestigiosos.

-También es una reivindicación, del papel, de la sobreexposición de la imagen…
-Sí, Google, las páginas web nos bombardean constantemente con imágenes y eso provoca que, en determinados momentos, no sepamos distinguir dónde empieza y dónde acaban las cosas; qué es arquitectura y qué no lo es, por ejemplo. Momentum surge como respuesta a una atmósfera en la que la imagen queda reducida a una herramienta veloz y etérea que transmite información superficial. Y por eso hemos optado por no digitalizarla y solo ofrecerla en formato papel. No menospreciamos el ámbito digital, por supuesto. Es evidente que es necesario y muy potente para resolver problemas de índole técnico o gráfico o buscar referencias, pero nuestra revista tiene otros objetivos.

-El segundo número acaba de salir…
-Sí. En el primer número hablamos de ‘La ambición de la escala’, con el objetivo de reflexionar sobre el papel profesional del arquitecto, y en este segundo número hablamos del refugio en la arquitectura y el objetivo de este número es reflexionar sobre qué pensamos nosotros sobre los espacios que ocupamos, que vivimos, en los que nos desenvolvemos. 13 arquitectos hablan de refugio desde sus perspectivas personales y profesionales… El salto ha sido cuantitativo y cualitativo, ya que se está distribuyendo en librerías de Madrid y Barcelona y otras ciudades de Europa y también tenemos una representación más internacional de arquitectos.

-¿Y cómo se financia un proyecto de este tipo?
-Lo cierto es que el primer número nos lo financiaron directamente algunos profesores de la Escuela de Arquitectura, que apostaron por nosotros. Y este segundo número hemos podido publicarlo gracias a las ganancias del primer número, así que podemos decir que ya en este segundo número la revista es rentable.

Publicado en: Entrevista