Medicina medieval: una etapa oscura, pero llena de supersticiones

La investigación médica nos ha regalado grandes avances favoreciendo un aumento exponencial de la calidad y la esperanza de vida del ser humano. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo, en la oscura Edad Media, en el cual los diagnósticos eran mitad conocimiento, mitad intuición y mucho de encantamiento y astrología.

Como señala la profesora del departamento de Filología Moderna de la UAH, Isabel de la Cruz Cabanillas, experta en textos médicos ingleses del siglo XV, ‘en la Edad Media se acudía al físico, que era un médico formado en los saberes de Hipócrates y Galeno, pero también en astrología y, si el tratamiento no

Zodiac man o 'homo signorum' en latín del manuscrito Egerton 2572 de la British Library

funcionaba, se ‘rezaban’ los males o se acudía a los sanadores’. Y es que el origen y la cura de enfermedades tenían en la época un importante peso espiritual y astrológico. ‘Desde la antigüedad existía la creencia de que el cuerpo humano se regía por los astros y, dependiendo del signo zodiacal, la posición de, los planetas, la rotación lunar y un sinfín más de condicionantes, se tendía a padecer una enfermedad determinada’.

Según esta superstición, ‘los aries son propensos a sufrir enfermedades en la cabeza y los piscis padecen, sobre todo, de patologías asociadas a los pies; los escorpios deben cuidar ‘las partes secretas’ y los leo deben preocuparse por el pecho’, señala Irene Diego, que realiza su tesis doctoral relacionando medicina y astrología en la Edad Media a través del estudio de los textos ingleses manuscritos.

Hipócrates y sus humores mandaban en la medicina desde el siglo V a.C. pero no era el único: ‘La enfermedad se define como el desequilibrio entre los cuatro humores: sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema. Los humores están relacionados con los elementos presentes en la naturaleza (aire, fuego, tierra y agua) y muestran ciertas características en función del temperatura y el grado de humedad. Todos los procedimientos ‘médicos’ iban encaminados a restablecer ese equilibrio humoral; pero los planetas también deben mantenerlo. En el momento en que surge el desequilibrio, sufres un mal, habitualmente relacionado con tu signo zodiacal. Y la luna es fundamental, porque dependiendo de su posición y la alineación con los planetas se establecen los días adecuados para llevar a cabo el tratamiento. Si ese tratamiento no se hace en un momento determinado, el resultado puede ser la muerte y la astrología predice entonces cuándo vas a fallecer’, explican las expertas.

La formación médica se imparte en las universidades, un ámbito casi exclusivamente masculino, aunque en países como Italia, en la Escuela de Salerno, también se forman mujeres. En España las mujeres tenían las puertas cerradas a los tratamientos quirúrgicos, pero había expertas botánicas.

Los textos médicos también contienen ‘recetas’ de lo más variopintas que te explican cómo lograr que las vacas produzcan más leche o cómo pulir las botas para que no se mojen los pies cuando llueve. Y oraciones para resolver problemas. Para cortar la hemorragia, por ejemplo, decían lo siguiente: ‘Cristo nació en Belén y fue bautizado en el río Jordán, así como el río se paró, así también se para tu sangre. En el nombre del padre y del hijo’.

También existen textos pronósticos: ‘por ejemplo, si querías saber si una mujer era virgen tenías que suministrarle una infusión de hierbas y si orinaba de inmediato, no era virgen’, señala Isabel de la Cruz. Otras curiosidades de ese tiempo oscuro de la historia: los males calientes se contrarrestaban con tratamientos que aportaban frío y viceversa, en la Edad Media se practicaban sangrías para curar ciertos males, había cirugías bastante sofisticadas, como las de las fístulas en el ano -John Ardene cuenta con todo un tratado médico dedicado a este tipo de cirugías- y se utilizaban las ventosas para determinados tratamientos, un sistema que ha llegado a nuestros días en forma de terapias de ‘cupping’.

La profesora de la UAH considera que en ningún caso se puede comparar la medicina que se hacía en la Edad Media con la que se practica en este momento, pero lo que no ha cambiado tanto es la enfermedad. ‘De hecho, algunas de ellas, como la celiaquía, estaban perfectamente minuciosamente descritas ya en el siglo I’. Eso sí, hubo que esperar a que pasara la II Guerra Mundial para relacionar la ingesta de gluten con el desarrollo de la enfermedad. Pero eso, desde luego, es otra historia…

 

Publicado en: Entrevista