La UAH lidera un proyecto mundial para cartografiar las superficies quemadas en toda la Tierra
A pesar de que el verano ha sido intenso en número de incendios, todos los datos apuntan a que la superficie quemada en España, a estas alturas del año, ha sido inferior a la registrada en 2015. Pero ¿cómo se averigua exactamente cuántas hectáreas se han quemado y qué tipo de vegetación y de suelo se han visto afectados?
La UAH lidera un proyecto de la Agencia Espacial Europea, Fire cci, que se ocupa de cartografiar las superficies quemadas en todo el mundo, una información de gran interés científico para los investigadores
Lucrecia Pettinari. |
encargados de estudiar el clima y de establecer medidas para modelarlo.
Lucrecia Pettinari, investigadora de la UAH y gerente del proyecto, que lidera el profesor Emilio Chuvieco, explica en esta entrevista todos los pormenores del mismo.
-¿Qué es el proyecto Fire cci?
-Forma parte del programa de la Agencia Espacial Europea (ESA) Climate Change Initiative (CCI), que busca cartografiar, a escala global y a partir de imágenes de satélite, una serie de variables que pueden ayudar a los investigadores a estudiar qué va a pasar con el clima en el futuro. Nosotros coordinamos la parte relacionada con los incendios y nuestro trabajo consiste en generar mapas globales de superficie quemada gracias a distintos sensores, particularmente los de la ESA (MERIS, Sentinels) y también los de la NASA, como MODIS. Se han ido desarrollando distintos algoritmos para averiguar el área quemada de toda la serie temporal que posee cada uno de los sensores citados. Estos datos no solo sirven para conocer la superficie incendiada en cada uno de los continentes, sino que también son útiles para calcular emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo.
En este momento disponemos de dos tipos de mapas: por un lado, ofrecemos unos con mucha resolución, a partir de imágenes del sensor MERIS, en una extensión de tiempo que va de 2005 a 2011. Permiten analizar en qué fechas hubo incendios y qué tipo de vegetación existía en esa superficie cuando se produjo. Estos mapas están destinados a investigadores que realizan estudios a escala regional o continental.
Por otro lado, ofrecemos otros mapas, a partir de los mismos datos, con una resolución menor. En este producto también informamos sobre el total del área quemada cada 15 días, indicamos la cantidad de incendios en cada región y qué tipo de suelo (sabana, bosque, matorral, etc.) se quemó. Los dos productos están disponibles en la página web de la ESA, a través del Open Data Portal, y en nuestra página web del proyecto: https://www.esa-fire-cci.org/.
-¿Y qué ‘cuentan’ los datos registrados hasta la fecha?
-Los datos nos indican que en el mundo se queman entre 3,5 y 4 millones de kilómetros cuadrados de terreno al año. No se puede decir que cada vez se produzcan más incendios, porque depende de las condiciones meteorológicas. Este año, por ejemplo, con el fenómeno del Niño se espera que aumente la cantidad y el tamaño de los incendios en las zonas tropicales del mundo respecto a años anteriores.
A nivel global, África es el continente donde más superficie se quema anualmente. Se trata mayoritariamente de sabana y terrenos de cultivo. La sabana está adaptada a los incendios, porque su vegetación se regenera con mucha rapidez, pero a su vez es una de las mayores fuentes de emisiones de efecto invernadero.
-¿Quiénes se están sirviendo de esta información?
-La información está disponible desde 2014, aunque en julio de este año hemos publicado una nueva versión. En este tiempo más de un centenar de investigadores de todo el mundo la han utilizado. La mayoría de ellos, para el estudio de emisiones y de modelado del clima, pero también hay expertos en ecología terrestre y cambios del uso del suelo, control de fuegos, o gestión de políticas de prevención de incendios.
-¿Qué entidades forman parte de este proyecto?
-La UAH coordina y dirige el consorcio, pero en el proyecto participan 10 instituciones de toda Europa, del Reino Unido, Portugal, Alemania, Holanda y Francia. Realizamos una primera fase hasta 2014 y en 2015 ha empezado una segunda fase, que se prolongará hasta 2018.
-¿Cuáles son los objetivos en este momento?
-El objetivo es conseguir ampliar el número de años de los que tenemos datos, hacia atrás y hacia adelante. Ahora estamos trabajando en obtener información procedente del satélite Sentinel 2, que fue lanzado el año pasado por la ESA y permite una resolución mucho mayor. También vamos a empezar a recopilar datos del satélite AVHRR, que nos va a permitir conocer las áreas quemadas a partir de la década de 1980. En este momento, además, estamos desarrollando un algoritmo para utilizar datos del satélite MODIS de la NASA, con el que podremos extender la serie temporal hasta la actualidad.
Publicado en: Entrevista