La investigación sobre la representación de las mujeres trabajadoras en la narrativa española contemporánea ha sido premiada como Mejor Tesis Doctoral en los Premios Francisca de Nebrija

La Universidad de Alcalá convoca anualmente los Premios Francisca de Nebrija, un reconocimiento a los trabajos Fin de Grado, Fin de Máster o tesis doctorales comprometidos con la promoción de la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.  Este año, en la categoría a Mejor Tesis Doctoral ha sido elegido el trabajo 'Mujer, trabajo y escritura: Representaciones culturales en la narrativa española contemporánea', elaborado por la doctoranda de la UAH, Cristina Somolinos, y que ha tutorizado el profesor de la Universidad de Alcalá Fernando Larraz.

- ¿Nos podrían detallar en qué ha consistido la Tesis Doctoral?

Cristina Somolinos y Fernando Larraz.- La tesis es una investigación sobre las distintas formas bajo las cuales, a lo largo del siglo XX y comienzos del siglo XXI, la narrativa escrita por mujeres ha tratado la realidad de las mujeres trabajadoras. Hemos tenido en cuenta distintas variables: los cambios sociales y el papel que la mujer ha tenido en el ámbito del trabajo a lo largo de los años, la evolución de las demandas del feminismo y de los movimientos obreros y también las características del campo literario y de la posición de las escritoras en él. Es una tesis panorámica que, en vez de centrarse en un caso o época concreta, ofrece un amplio recorrido histórico para descubrir cambios y continuidades y demostrar que a través de la escritura literaria de autoras como Luisa Carnés, Dolores Medio, Concha Alós, Rosa Montero, Montserrat Roig, Teresa Pàmies, Marta Sanz, Belén Gopegui o Elvira Navarro se ha expresado una tradición de pensamiento que ha reflexionado en torno a las experiencias y problemas de las mujeres trabajadoras.

Aunque hemos incluido novelas escritas en diferentes contextos y por autoras con diversas experiencias e intereses, vemos que a través de los discursos de sus novelas es posible rastrear preocupaciones comunes en torno a las condiciones de vida de las trabajadoras. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que el concepto ‘trabajo’ aplicado a las mujeres incluye muchas actividades, no todas ellas remuneradas o reconocidas. En las novelas que hemos estudiado, no solo hemos tenido en cuenta la representación del trabajo asalariado o empleo, sino que también hemos considerado el trabajo doméstico o de cuidados como actividades laborales llevadas a cabo por las mujeres, dentro de su complejidad.

- ¿Cómo se representa culturalmente a la mujer en la narrativa contemporánea?

CS y FL.- Para responder a esta pregunta, hemos optado por acudir a los debates que tuvieron lugar en cada momento concreto acerca de la posición social de las mujeres trabajadoras. Como es lógico, no existe una única representación, sino representaciones diversas y complejas en función de factores que tienen que ver no solo con el momento histórico sino también con la propia trayectoria de estas escritoras, que en algunos casos trasladaban sus propias experiencias como trabajadoras a sus obras.

Una de las cuestiones más interesantes de este análisis comparativo desde el punto de vista histórico tiene que ver con que, si bien en los discursos narrativos se expresan las particularidades de cada periodo, al mismo tiempo es posible señalar continuidades con respecto a la representación de las condiciones de vida y laborales en novelas que distan mucho en el tiempo. Por poner un ejemplo, en la novela de Luisa Carnés Tea rooms, publicada por primera vez en 1934, aparece la obligación legal de los establecimientos de hostelería de poner a disposición de las trabajadoras una silla para garantizar periodos de descanso, y asimismo en El padre de Blancanieves, de Belén Gopegui, publicada en el año 2007, la protagonista manifiesta la ausencia de un lugar para descansar en el negocio de tintorería en el que trabaja. Si Luisa Carnés ya denunciaba que la presencia de la silla era testimonial, ya que los encargados no permitían a las trabajadoras utilizarla, este problema aparece de nuevo en la novela de Belén Gopegui, a pesar de la distancia temporal que existe entre ambas.

- ¿Qué destacarían de esta investigación?

CS y FL.- Lo principal es cuánto puede ayudar la literatura a descubrir procesos históricos y sociales, pues la literatura no se crea en un mundo paralelo y autónomo de las luchas y conflictos de las personas y los grupos sociales. En las novelas y cuentos estudiados se descubren realidades que afectaron a las trabajadoras y que formaron parte de las demandas y reivindicaciones de cada periodo. Por lo que es un trabajo que se inscribe en los esfuerzos que se están realizando desde diversas disciplinas para recuperar y valorar las experiencias de los sujetos que han quedado relegados a un segundo plano en la historia. Este trabajo, desde su perspectiva, contribuye a una memoria ‘en construcción’ de las mujeres trabajadoras desde el estudio de los textos narrativos.

Uno de los hallazgos más interesantes ha sido descubrir que la marginación de la mayoría de obras que estudiamos en esta tesis había producido distorsiones en los discursos historiográficos. En efecto, al contar la historia de la literatura, se tiende a escoger unas obras en perjuicio de otras que, en caso de intervenir en la definición de las categorías historiográficas, darían un relato distinto. Creemos haber descubierto que tenemos concepciones muy restringidas de categorías como ‘vanguardia’, ‘realismo social’, ‘posmodernidad’… que, al introducir novelas escritas por autoras que abordan el trabajo de las mujeres, se vuelven más complejas, problemáticas… y también más interesantes.

- ¿Qué les ha aportado personalmente?

CS.- En mi caso, la escritura de esta tesis ha sido muy enriquecedora a nivel personal, porque me ha permitido conectar con experiencias que ya conocía a través de mujeres de mi entorno familiar, así que he podido reivindicar una cuestión invisibilizada sobre la que ya había reflexionado previamente gracias a mi madre, a mis abuelas… A través de la tesis, he tenido la oportunidad de conocer una serie de herramientas teóricas con las que nombrar lo que ellas, desde sus vivencias, ya me habían contado. El hecho de reconstruir estas memorias y conectarlas con las experiencias de otras mujeres trabajadoras ha sido muy emocionante para mí.

Aunque se suele pensar en la escritura de una tesis doctoral como un proceso solitario, en realidad yo he tenido la suerte de estar muy acompañada en todo momento. Por supuesto, durante el proceso de la investigación he ido conociendo a compañeras y colegas que, de una forma u otra, han dejado su huella en el trabajo. Y, sin duda, el apoyo y la compañía de Fernando han sido claves para madurar la investigación. Sus consejos a lo largo de estos años y su ejemplo me han permitido seguir reflexionando no solo acerca de la necesidad de entender la literatura desde una perspectiva social, sino también sobre la proyección que el pasado tiene en nuestro presente y, por supuesto, he podido conocer y saber que hay otras formas de entender la investigación y la enseñanza universitaria, no limitada a los muros de la universidad, sino en constante diálogo con la realidad social.

FL.- Para mí, dirigir esta tesis ha supuesto una oportunidad de ampliar perspectivas; al igual que todo buen trabajo de investigación, ha confirmado que la historia literaria, en este caso, es mucho más compleja que las imágenes que tenemos en nuestras conciencias y que nuestro trabajo de humanistas consiste, precisamente, en trascender las limitaciones de los viejos discursos. Pero, sobre todo, trabajar con Cristina, a quien conozco desde que era estudiante de segundo curso del Grado, ha significado renovar mi confianza en la necesidad de la investigación en Humanidades. Cristina tiene todas las virtudes intelectuales y morales de una buena investigadora: su vocación y compromiso con el trabajo intelectual, su honestidad, su seguridad en la utilidad de la literatura como instrumento de conocimiento y cambio… han sido un ejemplo para mí mismo. Hace ya tiempo que llegamos a tener una relación, más que de director-doctoranda, de colegas que, además de su amistad, tienen en común una pasión por la literatura y por el pensamiento crítico.

Fernando Larraz
El profesor de la UAH Fernando Larraz ha tutorizado la Tesis premiada

- ¿Qué proyectos tienen en marcha actualmente? ¿Y de cara al futuro?

CS.- En la tesis doctoral, nos hemos centrado sobre todo en el análisis de los discursos narrativos, así que de cara al futuro me gustaría ampliar esta investigación para incluir otros productos culturales en los que las mujeres trabajadoras también son representadas. Estoy pensando en discursos poéticos, cinematográficos, teatrales o musicales, pero también me gustaría trabajar con un corpus de escrituras testimoniales que he conocido recientemente y que permite relacionar las experiencias de estas mujeres trabajadoras con las problemáticas que plantea cada momento concreto. Me parece que a la hora de comprender cómo se han representado culturalmente los procesos sociales desde un punto de vista histórico, la combinación de distintos formatos y discursos resulta muy enriquecedora porque ofrece la posibilidad de contrastar desde una perspectiva más amplia las imágenes que se instauran en el imaginario colectivo acerca del papel que jugaron las mujeres en estos procesos.

Publicado en: Entrevista