El estudio de la figura del editor Urgoiti, mejor tesis doctoral de la Universidad de Alcalá en la rama de Artes y Humanidades

'El sol de Nicolás María de Urgoiti (1917-1931). Crítica literaria y estrategias editoriales', de Sofía González Gómez, dirigida por Fernando Larraz Elorriaga y la investigadora del CSIC, Pura Fernández, ha sido premiada como la mejor tesis en la rama de Artes y Humanidades por la Sociedad de Condueños durante la celebración del Annua Commemoratio Cisneriana.

 - ¿Qué supone para vosotros recibir este premio? 

Sofía- El Premio Sociedad de Condueños es un gran reconocimiento al trabajo realizado durante la etapa doctoral. Me alegra profundamente y me motiva para seguir trabajando cada día. Agradezco mucho a la Sociedad de Condueños este galardón.

Fernando- La iniciativa de la UAH de premiar la investigación de estudiantes que acaban de obtener el doctorado me parece magnífica; es un estímulo a esa incipiente carrera. Agradezco que hayan reconocido el resultado de la concienzuda y constante dedicación de Sofía a la investigación.

Pura- El reconocimiento que implica este premio confirma que la solidez de las investigaciones en Humanidades siempre compensa el mucho esfuerzo y dedicación que requieren, como ha sido el caso de la Tesis llevada a cabo por Sofía. Qué mejor metáfora de su aportación al conocimiento de nuestra historia cultural reciente que este galardón promovido por la Sociedad de Condueños de los edificios de una Universidad mítica en la construcción y difusión del saber humanístico.

- ¿En qué ha consistido la tesis? ¿Cuáles eran sus objetivos?

S- La Tesis propone un análisis y estudio de la figura de Nicolás María de Urgoiti en relación con sus proyectos culturales, como los periódicos El Sol y La Voz y la editorial Calpe, y de manera más extensa se centra en los suplementos literarios de El Sol para elaborar un ensayo de interpretación del campo literario de los años veinte.

F- Efectivamente, el objetivo era reconocer el papel protagónico que tuvo Urgoiti en un momento crucial de la historia cultural de España. Abstrayendo el caso concreto de estudio, me parece que la tesis ilumina que la historia literaria no se debe escribir solo con los libros que se publicaron, sino que hay muchos otros agentes, además de los autores y autoras literarios que, a su vez, generan otro tipo de fuentes imprescindibles para comprender cabalmente cómo se va modelando el gusto literario.

- ¿Qué era El Sol y cuál fue su importancia en la época?

S- El Sol fue un periódico fundado en 1917 por Nicolás María de Urgoiti, un empresario que se rodeó de colaboradores destacados en la vida cultural de su época, como José Ortega y Gasset, Mariano de Cavia y Enrique Díez-Canedo, entre muchos otros. La importancia de este diario radica en que su influencia alcanzó diversos ámbitos: en el periodismo, introdujo muchas innovaciones e intentó mejorar las condiciones de los periodistas, tanto en lo que respecta al salario como en la organización del trabajo en las redacciones; en la literatura, difundió culturas internacionales y supuso una pieza relevante para los escritores cercanos a las ideas de la deshumanización del arte y, ya a finales de los años veinte, para los interesados en la llamada literatura de avanzada; en la política, los diversos editoriales y artículos, muchos de ellos a cargo de Ortega y Gasset, plantearon reflexiones y tomas de posición en la esfera política española. Podríamos mencionar también la importancia de la educación, puesto que El Sol acogió ideas de corrientes regeneracionistas. La finalidad de informar, propia de un periódico de tirada diaria, dialogó con el interés por incorporar la cultura en sus diversas manifestaciones como parte de su sello identificativo.

En la parte dedicada a los suplementos literarios, he podido mostrar, a través del estudio del propio periódico y de documentos inéditos como la correspondencia entre Urgoiti con editores, que la información literaria no solo era fruto del afán por instruir o por dotar al proyecto de capital simbólico, sino que también se consideró como una vía de obtención de beneficios económicos mediante la forma de anuncios editoriales.

- Sofía, ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención en tu investigación?

S- Lo que más me impactó quizá fue que Urgoiti se preocupó de guardar muchísimos documentos y entre ellos me llamaron la atención especialmente sus numerosas notas autobiográficas, escritas a la manera de diario personal. Allí registraba no solo cuestiones laborales, sino que daba rienda suelta a sus pensamientos y a sus emociones. Hay notas muy curiosas como algunas redactadas en los últimos años de su vida en las que, según se aprecia en el trazo del bolígrafo (y porque lo corrobora él al día siguiente), se llegaba a quedar dormido mientras escribía.

- ¿Qué os ha aportado personalmente?

S- En el plano personal, esta tesis representa una etapa en la que pude conocer a colegas que hoy considero amigos. Poder contar con interlocutores a los que les interesa tu trabajo es algo muy positivo y te ayuda, en gran medida, a moldear las ideas. Además, formarme con mis directores ha sido algo extremadamente gratificante, puesto que desde antes incluso de terminar mis estudios de Grado se implicaron al máximo con mi formación doctoral y su supervisión ha sido clave.

F- Hay una parte de mi dedicación docente que me resulta especialmente gratificante y es poder contribuir a la formación de investigadoras/es jóvenes con excepcional talento y con una vocación firme por la investigación. Me siento muy feliz cuando personas así, como Sofía, confían en mí para que las ayude, pues siento que las discusiones que mantenemos, colaborar en proyectos, compartir su proceso de aprendizaje y también las dificultades que les surgen y ver que de todo ello salen frutos excelentes es una de las partes más gratificantes de mi trabajo y una fuente constante de enriquecimiento de mi propia investigación. Luego, cuando ya siendo doctoras emprenden una carrera académica, me sigo sintiendo comprometido como colega mayor, como amigo, a ayudarlas en lo que esté en mi mano.

- ¿Qué proyectos tenéis en marcha actualmente? ¿Y de cara al futuro?

S- Actualmente, me encuentro trabajando en la Universidad de Berna (Suiza). Continúo dedicándome a la investigación en literatura y prensa del siglo veinte, y además puedo aplicarla en las clases como profesora. Por ejemplo, en el semestre de primavera impartí la asignatura ‘Crítica literaria en la prensa de la Segunda República (1931)’, que yo misma me encargué de diseñar. En diciembre tendré la oportunidad de presentar algunas cuestiones referentes a la Tesis en una ponencia para el congreso ‘Redes, mediaciones y sociabilidades culturales en la Edad de Plata (1902-1939)’ que se celebrará en Casa de Velázquez. Poder seguir dedicándome a lo que me apasiona y hacerlo en Suiza, concretamente en la cátedra de la profesora Bénédicte Vauthier, está siendo una experiencia magnífica. Sin duda el Premio Sociedad de Condueños supone una gran motivación para seguir cultivando las líneas de investigación que comencé a transitar hace unos años; ahora mirando hacia el futuro.

F- Al margen de mis propios proyectos de investigación y de mi docencia habitual en Grado y Máster, tengo la suerte de estar dirigiendo varias tesis doctorales, dos de ellas dentro del programa de Formación de Profesorado Universitario por miembros de nuestro Grupo de Investigación en Literatura Contemporánea (GILCO) de la UAH. Cuatro de esas tesis se defenderán este curso, así que me siento feliz de poder apoyar, de esta manera a la formación de otras brillantes investigadoras.

Publicado en: Entrevista