
Sida, 30 años después: ‘Estamos en condiciones de dar la puntilla al VIH, si las Administraciones nos apoyan’, dice Santiago Moreno
Se cumplen 30 años de la conmemoración del Día Mundial del Sida y 30 años después surgen nuevas investigaciones que confirman que la combinación de células madre, quimioterapia y fármacos antirretrovirales, puede ‘curar’, que no ‘tratar’, el VIH.
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Santiago Moreno |
En esta entrevista, el catedrático y experto, Santiago Moreno Guillén, habla sobre este asunto.
-¿Usted qué opina de estas investigaciones?
-En realidad, la curación se ha conseguido demostrar en solo un paciente. Se trata del llamado ‘paciente de Berlín’ que, mediante esa combinación (trasplante de células madre para una enfermedad hematológica grave, administración de quimioterapia y radioterapia como parte del acondicionamiento para el trasplante y tratamiento antirretroviral) logró eliminar aparentemente todo el VIH de su organismo y no tener una recaída a los 10 años de la intervención. Ese paciente recibió su trasplante de un donante muy especial. Se trataba de un donante cuyas células eran resistentes a la infección por VIH, por un ‘defecto’ genético que impide que el virus pueda entrar en ellas. Esa característica parece clave. Cuando luego se ha tratado de repetir la experiencia con células madre procedentes de donantes sin esa característica, no se ha logrado la curación. Eso se determina porque al suspender el tratamiento antirretroviral el VIH reaparece en la sangre en más o menos tiempo.
Recientemente hemos tenido noticias de unos pacientes sometidos a este tipo de estrategia, en los que el virus parece haber desaparecido, pero que aún están pendientes de ser sometidos a la prueba de fuego, la retirada del tratamiento antirretroviral. Solo después sabremos si los pacientes están realmente curados.
-La cura del VIH sería una de las mejores noticias de esta segunda década del siglo XX…Sobre todo en países de África y América Latina, donde el nivel de afectación sigue siendo muy elevado
-Sin duda alguna, la curación de una enfermedad que sigue causando tanto sufrimiento y mortalidad en todo el mundo sería una noticia extraordinaria y por eso se persigue con tremendo empeño. Aunque los tratamientos antirretrovirales han logrado disminuir la mortalidad por la enfermedad y mejorar las expectativas de vida de las personas afectadas, la mortalidad sigue siendo elevada en muchas partes del mundo y el sufrimiento asociado, por diversas razones, afecta a todos las personas que lo padecen. Corremos además el riesgo que la epidemia persista y, como otras enfermedades infecciosas, se convierta en endemia aceptada en muchos países, incluidos los industrializados.
-Hace casi 40 años que se identificó el virus y sus efectos y en este tiempo los avances han sido enormes, aunque a dos velocidades ¿no?
-Así ha sido y así sigue siendo, aunque desgraciadamente no sea sorprendente por ser la misma diferencia que ha existido siempre entre estos dos mundos. Como parte buena que podemos considerar está el hecho de que la diferencia ha disminuido de modo importante en la última década. Gracias a la disponibilidad de medicación genérica se ha podido extender el tratamiento antirretroviral a más de la mitad de las personas afectadas en todo el mundo, incluídos los países pobres. El salto cuantitativo ha sido tan impresionante en este sentido que el ánimo está en lograr que para el 2020 el 90% de las personas diagnosticadas estén en tratamiento antirretroviral.
-Una enfermedad ‘tratable’ siempre pasa a segundo término en las agendas de los gobiernos; no solo para el VIH, sino para otras enfermedades infecciosas
-En efecto, la disminución de la mortalidad por el SIDA y la conciencia de que se ha convertido en una enfermedad tratable ha hecho que pase a segundo, tercer o cuarto lugar en las prioridades sanitarias y, lamentablemente, en la agenda de los responsables de Salud Pública. Eso no se ha dejado notar en la asistencia que sigue siendo excelente, sin paliativos, pero se ha notado en todas las demás áreas en las que las autoridades sanitarias o gobiernos (nacional, autonómicos, locales) son responsables. Esto incluye atención a la prevención de la transmisión de la enfermedad, atención a los problemas sociales y a la investigación. No estoy hablando solamente de lo que afecta a nuestro país, sino que es una norma que parece haberse extendido en muchos países del mundo, con solo algunas honrosas excepciones. El riesgo que surge como consecuencia de este abandono es que no se sigan solucionando los problemas que la enfermedad presenta y tengamos infección por VIH para más años de los que son justificables.
-La curación está cada vez más cerca, doctor…
-Creo que con un pequeño esfuerzo adicional podríamos darle ‘la puntilla’ al SIDA y a la infección por el VIH. Estamos en aquella encrucijada en la que podemos permitir que la epidemia se perpetúe o lograr acabar con ella. El personal sanitario está sensibilizado para poder acometer esta empresa y sabemos cómo hacerlo; se precisa el apoyo de las Administraciones para llevarlo a cabo.
-Un deseo para estos 30 años de conmemoración
Cómo no, desearía por encima de todo la curación definitiva de las personas infectadas y la existencia de una vacuna que prevenga la infección de las personas sanas. Pero, de modo más inmediato, me gustaría que no abandonasemos a la infección por VIH como una enfermedad carente de peligro y que siguiesemos invirtiendo en ella el esfuerzo necesario para que no se produzcan nuevas infecciones (esto es posible).
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Publicado en: Entrevista
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