Reciclar correctamente, esa asignatura pendiente

Depositar cada desperdicio en el contenedor justo, pese a toda la información al respecto que recibimos, es algo que despierta dudas. De hecho, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha puesto de manifiesto que la contaminación producida por el plástico está creciendo debido a la inadecuada gestión y reciclaje de los residuos. Myriam Ortega Barrio, coordinadora de la Oficina Ecocampus de la Universidad de Alcalá, explica qué se debe depositar en cada contenedor.

A las 3 R que ya conocíamos (reducir, reutilizar y reciclar) hemos de añadir unas cuantas más: restaurar y reparar (prolongar la vida útil de los bienes, en contraposición a la obsolescencia programada); rediseñar con criterios ambientales (para minimizar los impactos negativos a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos); recuperar, que podríamos asimilar a reutilizar, pero podemos verlo más ampliamente… reordenar prioridades, repensar o reaprender hábitos (que no nos aportan realmente mayor bienestar, pero que son lesivos para el medio); redistribuir; reclamar información y opciones que nos permitan tomar decisiones más acordes con el cuidado del Planeta (utensilios reutilizables, por ejemplo); reestructurar nuestro modo de vida de manera más armoniosa, exigiendo a los gobiernos un nuevo paradigma, un nuevo modelo económico sin productos superfluos, simultáneamente al rediseño de nuestro propio modo de vida (retomamos esa idea de reordenar hábitos). 

‘Muchísimas erres, que se refieren en su totalidad a desmenuzar todas las ideas que anteriormente podíamos incluir en las dos primeras de las 3: reducir y reutilizar. Aprendamos a redistribuir, a repartir y a reclamar y, sobre todo, a reflexionar, porque podemos ser parte del problema o parte de la solución, y hemos de responsabilizarnos de lo que ocurre. Por último, tenemos la posibilidad de gestionar el reciclaje de lo que no haya más remedio que desechar, de modo que la R de reciclar ha de ir en último lugar’ afirma Myriam. Y es que reciclar no es más que un proceso por el que se consigue que un residuo se convierta en una nueva materia prima, lo que supone un ahorro de recursos.

Actualmente disponemos de varios contenedores para la correcta separación de los residuos que generamos: azul para papel y cartón, amarillo para los envases, verde para el vidrio y, en algunos municipios, ya disponen del contenedor marrón para residuos orgánicos o biorresiduos. No nos debemos de olvidar de los verdes oscuros o grises para el resto de los residuos sólidos urbanos y de los puntos limpios o ecoparques.

En ocasiones también podemos encontrar contenedores específicos para ropa usada, para zapatos, para aceite, pilas… y en cada uno de estos se especifican las normas exactas en que podemos desechar lo que sea. Además, estos no responden a la categoría de reciclaje, pues por ejemplo la ropa, o los zapatos, se pueden reutilizar, o podríamos decir recuperar, restaurar o reparar. Muchos de los residuos que llevamos al punto limpio también pueden tener esta segunda oportunidad, pero los que desechamos en los cuatro primeros tipos de contenedores (azul, amarillo, verde y marrón) sí tendrían como finalidad el reciclaje.

A continuación, Myriam trata de resolver algunas dudas o errores frecuentes:

  • Las botellas de metal rellenables (tipo cantimplora) deben depositarse en el punto limpio, una vez no sea posible su reutilización.
  • El cartón o envases con restos de comida deben ir al contenedor gris.
  • Al contenedor amarillo únicamente deben depositarse los envases domésticos ligeros, es decir envases de plástico, latas y briks. El resto de productos de plástico, que no son envases ligeros, como pueden ser colchonetas, flotadores o juguetes, se deben depositar en el contenedor gris o de restos.
  • Las cajas de consumo doméstico fabricadas en madera (como las de fruterías), deben ser desechadas a través del contenedor amarillo.
  • El mobiliario (estanterías, mesas, etc.) deben trasladarse al punto limpio.
  • Debemos depositar las mascarillas sanitarias en el contenedor gris, y siempre con las gomas cortadas previamente para evitar que algunos animales queden atrapados en ellas.
  • Las cápsulas de café, al igual que las bolsas de té, deben depositarse en el contenedor gris, nunca en el amarillo. En el caso de las primeras, existen además canales de recogida paralelos organizados por los propios fabricantes donde se pueden llevar y hay una sección específica para ellas en el punto limpio.
  • El papel plastificado y los vasos de papel de cafeterías van al contenedor gris.
  • Los tupperwares se tiran al contenedor gris.
  • Los bolígrafos, sacapuntas, mecheros, y cintas de casete van al contenedor gris.
  • Las pilas, cajas de CDs y DVDs, móviles y ordenadores, o carcasas de vídeos de VHS y otros electrodomésticos han de ir al punto limpio.
  • Los fármacos caducados se tienen que depositar en los puntos SIGRE situados en las farmacias.
  • Los restos de pinturas, pegamentos y disolventes hay que llevarlos a los puntos limpios.
  • Las radiografías las recogen en las farmacias y en los ambulatorios porque se aprovecha el polvo de plata que contienen. Algo parecido ocurre con los cartuchos de tinta de impresora y tóners. Como son residuos especiales y un tanto peligrosos para el medio ambiente, se deben depositar en los puntos limpios.
  • Las bandejas de polietileno expandido (porexpan) sí se pueden depositar en el contenedor amarillo.
  • Tanto el papel de aluminio como el film de plástico que se utiliza para envolver alimentos deben depositarse en el contenedor amarillo, siempre y cuando no estén excesivamente manchados de grasa. Si contienen muchos restos orgánicos, deben ir al gris.
  • Los aerosoles, si son de tamaño doméstico, se pueden depositar en el contenedor amarillo, siempre y cuando antes hayamos agotado el producto del todo, es decir, que estén totalmente vacíos para evitar sustancias tóxicas que contaminen. En caso contrario se deben depositar en un punto limpio.
  • Tanto los cepillos de dientes como las maquinillas de afeitar, aunque su material principal sea el plástico, no son envases. Por lo tanto, su destino correcto es el contenedor gris. En el mejor de los casos, se extraerán los materiales reciclables antes de ser enviados a la incineradora o a un depósito. Van también al contenedor gris otros productos sanitarios y de higiene, como: los bastoncillos y los discos de algodón, las toallitas húmedas y los preservativos, que causan serios problemas si se arrojan al váter, .
  • Las macetas de plástico o los termos se deben tirar al contenedor de residuos gris o se tienen que llevar a un punto limpio.
  • Los monederos, carteras y neceseres se depositan en el cubo de resto, es decir, en el cubo gris.
  • Los tapones de corcho también se tiran en el contenedor gris.
  • Las copas, platos, vasos y otras piezas de la vajilla no pueden ir al contenedor verde sino al gris porque no son de vidrio, sino de cristal. Aunque parezca el mismo material no lo es, ya que el cristal tiene una composición distinta y no se puede reciclar.

Después de toda esta información, ¿estás reciclando correctamente? 

Publicado en: Actualidad