GIPI y LEA comparten el Premio del Consejo Social a la Transferencia del Conocimiento en Humanidades y C. Sociales y Jurídicas
La exposición itinerante del grupo de investigación LEA, dirigida por la profesora Verónica Sierra, ‘Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra’, y el proyecto ‘Alfabetización digital: crear, producir y difundir en Ciencias Sociales’, del grupo GIPI, dirigido por Pilar Lacasa, se han alzado este año con el Premio del Consejo Social a la Transferencia del Conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas.
Antonio Castillo y Verónica Sierra. |
La exposición ‘Entre España y Rusia’ se ha exhibido en distintos países y diferentes salas españolas desde el año 2012. La muestra, que ya se ha clausurado, se llevó a cabo con los testimonios orales y escritos (dibujos, cartas, trabajos escolares, diarios, autobiografías) de los niños que fueron evacuados durante la Guerra Civil por el Gobierno de la República y trasladados a Rusia. Se articula en ocho paneles temáticos a través de un recorrido por la historia de los pequeños desde el inicio de la contienda y el proceso de evacuación, hasta su vida en la URSS y el estallido de la II Guerra Mundial.
La comisaria de la muestra, tras recibir el Premio, ha indicado que ‘han sido muchos años de trabajo, pero también de muchas emociones y de mucho aprendizaje. Estar en contacto con los ‘Niños de Rusia’ que aún viven o con sus familias ha sido un regalo de valor incalculable. Y poder contar esta parte de nuestra historia, la de los niños/as y la Guerra Civil, a públicos tan distintos (desde niños a ancianos) y en lugares tan diferentes (desde Museos y archivos a Universidades y Asociaciones de memoria) un sueño hecho realidad, pues no siempre tenemos la oportunidad de difundir nuestro trabajo de un modo tan bonito’.
Verónica Sierra señala, en este sentido, que el Premio ‘ha supuesto un broche de oro a una larga trayectoria y el reconocimiento de nuestra Universidad a nuestro esfuerzo y nuestra constancia’.
El dinero del Premio (9.000 euros) servirá para hacer un catálogo virtual de la exposición, que permitirá ponerla a disposición de todos los públicos en todo el mundo de forma abierta y gratuita.
Pilar Lacasa y otras integrantes del grupo GIPI. |
Por otra parte, el grupo GIPI ha sido galardonado por un proyecto que pretende dar a conocer las ‘bondades’ de los teléfonos inteligentes como instrumentos de aprendizaje. ‘Suele ser habitual encontrar en los medios de comunicación mensajes sobre los peligros de la tecnología móvil entre la gente joven.Durante los últimos años hemos estado observando y analizando cómo los adolescentes utilizan la tecnología. Y uno de nuestros proyectos ha consistido en invitar a los más jóvenes, a través de talleres, auspiciados por instituciones como Matadero o empresas como Telefónica, a convertirse en creadores digitales. Aquí hemos comprobado, analizado críticamente, que la tecnología puede contribuir a que las personas sean más creativas y participen responsablemente en la sociedad’, señala la coordinadora del grupo.
Además, este proyecto pone al descubierto la necesidad de que hay que buscar nuevas formas de creación, producción y difusión que hagan accesible el conocimiento a quien quiera construirlo, apoyándose en la información que ofrece Internet. ‘Este es el marco que da sentido a este trabajo. Es decir, no basta buscar una alfabetización digital entre la gente joven, es necesario que los investigadores, a la vez profesorado de la universidad, sean personas alfabetizadas digitalmente capaces de acercarse a la realidad para transformarla utilizando los instrumentos digitales en todos los momentos de la investigación’, agrega Lacasa.
La difusión de algunos resultados de este proyecto se ha realizado de forma gratuita a través de iTunes, en forma interactiva, y en eBook para otros sistemas operativos, tanto en español como en inglés.
La investigadora concluye que para GIPI este premio ‘es, sobre todo, un impulso para continuar reflexionando desde la Universidad sobre cómo la tecnología digital puede transformar las prácticas juveniles, enriqueciéndolas. Es un compromiso con una Universidad abierta, que no quiere encerrarse en sí misma, sino salir y responder a los problemas que surgen cada día’.
Publicado en: Reportaje