El Centro CIL II de la UAH, 23 años recuperando inscripciones de la antigua Hispania romana
La Universidad de Alcalá cuenta entre sus satisfacciones con el Centro CIL II, filial del prestigioso Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL) que, desde mediados del siglo XIX, recopila todas las inscripciones del mundo romano en volúmenes organizados por territorios y constituye una fuente esencial para los historiadores. Con la coordinación del catedrático Antonio Alvar, avanza en la nueva edición del centenario corpus, a la vez que se encuentra inmerso en diversos proyectos de investigación y recibe alumnos para su formación.
El centro, dirigido desde la UAH por Helena Gimeno, recibe sus propios encargos para la redacción de partes del corpus y coordina la documentación del proyecto de las inscripciones de Hispania, que incluye las actuales España y Portugal. El Centro CIL II tiene además la responsabilidad de la edición de zonas específicas de tres conventus (regiones) de dos provincias romanas, la Bética y Lusitania: la zona septentrional del conv. Hispalensis, que corresponde a parte de las provincias de Sevilla y Badajoz, toda la de Huelva y a los concelhos portugueses de Moura, Serpa y Barrancos; la zona occidental del conv. Gaditanus con su capital Gades (Cádiz) y de Lusitania su capital AugustaEmerita (Mérida). Hace unas semanas, Antonio Alvar y Helena Gimeno presentaron los proyectos del Centro CIL II en Berlín con ocasión de la reciente edición de la parte septentrional del conv. Carthaginiensis con el importante núcleo de Segobriga a cargo del profesor Juan Manuel Abascal de la Universidad de Alicante.
Ricardo |
Fruto del trabajo del Centro CIL han sido sus últimas publicaciones dirigidas a dar a conocer las inscripciones romanas de Moura, Barrancos y Serpa con la colaboración de la Universidad de Lisboa y la Fundación General de la Universidad de Alcalá, a las que se puede acceder a través de este enlace. El proyecto en Mérida, por su parte, ha generado una base de datos online que presenta una nueva edición de las inscripciones paganas funerarias emeritenses en la que se ha recuperado, gracias a métodos tecnológicos de última generación, la lectura de epígrafes que estaban muy deteriorados.
Noelia, Helena y Macarena |
En esto precisamente trabaja Ricardo de Balbín, miembro del equipo, que hace la reconstrucción fotogramétrica de las fotografías de las inscripciones para hacer más precisa la ‘autopsia’ que efectúan a cada pieza y ofrecer una mejor propuesta de lectura del texto. Cada vez que reciben la noticia de un hallazgo, Helena y su equipo, en el que también trabajan Noelia Vicent, Macarena Calderón y Helena Lorenzo, se desplazan para estudiar la pieza, documentándola rigurosamente in situ para que la edición sea óptima y evitar que se perpetúen errores.
Las instalaciones del centro atesoran un valioso archivo documental de fotografías y calcos de cerca de 25.000 inscripciones procedentes de ciudades romanas que no para de crecer con nuevos hallazgos. Entre sus fondos, que están disponibles para los investigadores, se pueden encontrar fichas de pequeñas ‘joyas’ de la epigrafía, como un fragmento de calendario romano hallado en Cádiz en 2018, que es prácticamente único porque es el segundo que se descubre en Hispania. O un fragmento de inscripción aparecido en el yacimiento de Alcalá la Vieja que presenta puntos de anclaje de piezas en bronce dorado de 20 cm de longitud, características excepcionales que apuntan a la existencia de un monumento prominente en la zona, aún desconocido.
El CIL II forma parte de la UAH desde 1997, fruto de un convenio con la sede de Historia Antigua y Epigrafía del Instituto Arqueológico Alemán en Munich, estando las labores de dirección compartidas entre las dos instituciones. Desde entonces, el centro ha sido un elemento de prestigio para la universidad teniendo en cuenta que el CIL ‘es el único proyecto que se mantiene vivo de manera continuada desde el siglo XIX’ siendo ésta ‘la empresa más importante de epigrafía que existe, un referente para todo el mundo’ señala su directora Helena Gimeno.
Además de centro de investigación, es un centro formativo que recibe alumnos de la UAH procedentes del grado de Humanidades para adentrarse en la práctica del trabajo con catálogos y archivo.
Publicado en: Reportaje