Dientes y huesos de cocodrilo del Cretácico sirven para detectar la adaptación de estos vertebrados a los cambios ambientales
El profesor de la UAH, Fernando Barroso Barcenilla, y la bióloga e investigadora predoctoral Julia Audije Gil, han participado en un proyecto multidisciplinar que estudia y compara la composición y microanatomía de tejidos mineralizados (huesos o dientes) de vertebrados actuales y fósiles. El proyecto permitirá conocer importantes aspectos sobre los procesos de formación de estos huesos y dientes y del mecanismo de fosilización que posteriormente los han modificado para extraer conclusiones sobre el modo de vida y la evolución de los cocodrilos desde el Cretácico a la actualidad
Un equipo multidisciplinar formado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC (ICV-CSIC) y la Universitat de Vic - Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC) y la Universidad de Alcalá (UAH) está desarrollando este estudio, que también cuenta con la colaboración del Sincotrón Alba, un acelerador de partículas lineal para el estudio de la materia.
El estudio inicial parte de la tesis doctoral que está llevando a cabo la doctoranda de la UAH Julia Audije Gil, que analiza y compara la composición de dientes y huesos de vertebrados actuales y fósiles, principalmente del Cretácico. Entre otros, se están analizando dientes y huesos de cocodrilomorfos, grupo que engloba tanto a los llamados ‘cocodrilos verdaderos’, como a los aligátores, caimanes, gaviales y todos sus parientes extintos más cercanos. El experimento llevado a cabo en el sincrotrón Alba permitirá conocer las variaciones microestructurales de los tejidos analizados para intentar comprender el origen de las mismas. De este modo, se obtendrá información sobre la forma de vida de estos vertebrados y cómo ha cambiado y por qué.
Y es que las similitudes y diferencias entre huesos y dientes pueden revelar información sobre el crecimiento y fisiología de los individuos y las especies y de cómo los diferentes grupos de cocodrilos han vivido en los distintos ecosistemas del pasado. Al ser animales ectotermos (comúnmente llamados de sangre fría), su crecimiento se ve directamente afectado por las condiciones ambientales.
El profesor de la UAH explica que ‘la luz del sincrotrón Alba ha abierto un sinfín de nuevos horizontes de investigación. Más allá de sus implicaciones biológicas y paleontológicas, ahora también tenemos la posibilidad del estudio de los tejidos mineralizados como biomateriales, con todas las implicaciones que ello puede tener, incluyendo las aplicaciones en medicina’. Barroso es consciente de que queda mucho por conocer sobre la estructura interna cristalina de los dientes y la organización de su principal componente mineral, el hidroxiapatito. ‘Cómo se deposita en los huesos y dientes durante el crecimiento, no solo en cocodrilos sino en otros vertebrados. o cómo es su cristalinidad y su estructura molecular, tanto en condiciones biológicas como ante el paso de millones de años… Analizar todos estos factores nos brindará la posibilidad de conocer la fisiología, el crecimiento y el ambiente de los animales actuales y también, a falta de una máquina del tiempo, de aquellos que poblaron los ecosistemas del pasado’.
Representantes de los Arcosaurios
Los cocodrilos son, junto a las aves, los representantes vivos actuales de los arcosaurios, grupo en el que también se incluyen los dinosaurios. Al contrario de lo que parece a la vista de las diferencias en tipo, forma y posición de la dentición de los distintos vertebrados, las tipologías del tejido de los dientes y su microanatomía son similares en los grupos actuales y fósiles, con la excepción de los peces. ‘Determinar los cambios en la estructura de los dientes y huesos de los cocodrilos actuales nos sirve para conocer cómo han sido los regímenes fisiológicos y la relación con los paleoecosistemas de los arcosaurios extintos. Avanzar en su investigación supone una oportunidad de conocer y entender los factores que afectaron al crecimiento, a las condiciones ambientales y al estilo de vida de organismos del pasado, cuyo estudio ‘en vida’, está fuera de nuestro alcance’, agrega el investigador.
Publicado en: Reportaje