La Universidad de Alcalá celebra los 400 años de la pionera sentencia de Francisca de Pedraza con un homenaje al rector Álvaro de Ayala

La conmemoración incluirá la proyección de la obra ’399 años después’, basada en la documentación histórica del caso, y un coloquio con expertos sobre la importancia histórica, jurídica y social de este hito

Mandamos al dicho Jerónimo de Jaras devuelva y restituya a la dicha Francisca de Pedraza, su mujer, cinco mil y quinientos reales que le fueron entregados en dote con la dicha Francisca de Pedraza, y asimismo dos mil y doscientos reales que la mandó y donó el dicho Jerónimo de Jaras en arras para ayuda y aumento de su dote, y la mitad de los bienes gananciales que hubieren adquirido los susodichos durante el dicho matrimonio, los cuales dichos siete mil y setecientos reales y la mitad de los dichos bienes gananciales mandamos los devuelva in continenti de sus bienes muebles y raíces, y en lo mejor y más bien parado de todos ellos a la dicha Francisca de Pedraza...”.

Este 24 de mayo se cumplirán 400 años desde que un rector de la Universidad de Alcalá dejara por escrito esta sentencia pionera y singular en materia de violencia de género: la sentencia que permitió a la vecina de Alcalá de Henares Francisca de Pedraza librarse de los maltratos de su marido, Jerónimo de Jaras. La dictó un 24 de mayo de 1624, casi cuatro siglos antes de que occidente empezara a poner rostros y nombres en los periódicos y los informativos a las víctimas de violencia de género. O que nos tomáramos verdaderamente en serio la necesidad de equiparar a hombres y mujeres en todos los terrenos de la vida pública y privada.

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Y habría sido una sentencia singular sólo con las líneas que se han reproducido más arriba, pero al Rector Álvaro de Ayala no le pareció suficiente y la continuó con esta otra parte visionaria, barrunto ya de lo que hoy denominamos orden de alejamiento: “Y prohibimos y mandamos al dicho Jerónimo de Jaras que no inquiete ni moleste a la dicha Francisca de Pedraza, su mujer, por sí ni por sus parientes ni por otra interpósita persona, so pena de cuatrocientos ducados aplicados a nuestra voluntad y con apercibimiento que procederemos contra él con todo rigor de derecho”. Así de avanzadafue la resolución encontrada en 2005 por el historiador Ignacio Ruiz mientras buscaba documentación para su tesis doctoral sobre la jurisdicción académica de Alcalá de Henares en el siglo XVII.

La sentencia del caso de Francisca de Pedraza es una sentencia con un valor universal, ya que se adelantó muchos años a los dilemas jurídicos y sociales con los que aún lidia la humanidad en materia de género. Y lo cierto es que se dictó tras los muros de la Universidad de Alcalá y tuvo como protagonistas a una vecina de la ciudad y al rector Álvaro de Ayala.

CONMEMORACIÓN DE LOS 400 AÑOS DE LA SENTENCIA

Por eso, la UAH ha querido aprovechar la efeméride para subrayar el enorme valor histórico que tuvo la sentencia y reivindicar la figura de Álvaro de Ayala. Porque si, fue muy destacable la valentía y la tenacidad con las que Francisca de Pedraza luchó por la integridad, la dignidad y la libertad tanto de sus hijos como la suya propia, tal y como han subrayado diversas acciones y libros en los últimos años. Pero no lo son menos las del rector que aceptó juzgar el caso bajo la jurisdicción escolástica y darle la razón a la víctima en lugar del victimario.

Así, la UAH organizará este viernes, 24 de mayo, un homenaje al destacado jurista del siglo XVII, el primero en contar con la licenciatura tanto en Derecho Civil como Canónico. El Colegio de San Ildefonso acogerá la proyección, por primera vez, la grabación de la obra de teatro '399 años después'. Dicha obra fue producida el pasado otoño por la UAH como parte de los actos de conmemoración del 25 aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y se representó en el Paraninfo de la institución.

De hecho, se organizaron varios pases de la obra para que los vecinos de Alcalá de Henares pudieran contemplarla de forma gratuita. Aun así, la UAH ha querido dar una nueva oportunidad de verla, en este caso en formato vídeo y sobre la pantalla del Salón de Actos. Nuevamente, se podrá disfrutar de la proyección de manera gratuita. Eso sí, se podrá acceder a la sala solo hasta que se complete su aforo.

A lo largo de unos 37 minutos, la obra repasa todos los detalles históricamente documentados sobre el caso de Francisca de Pedraza: las sentencias de las jurisdicciones civil y eclesiástica desoyendo las súplicas de la víctima, los crudos testimonios de quienes habían sido testigos de las palizas que propinaba Jerónimo de Jaras a su mujer, el aborto de esta como consecuencia de las agresiones…

LOS OTROS PROTAGONISTAS DE LA SENTENCIA

Tras su proyección tendrá lugar un coloquio en el participarán el catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado y secretario general de la UAH, Miguel Rodríguez Blanco; la vicerrectora de Posgrado, Formación Permanente y Extensión Universitaria de la UAH, Margarita Vallejo; y el profesor e investigador honorífico de la UAH Gonzalo Gómez.

En dicho debate se analizará la singularidad de la sentencia y su enorme valor jurídico y social, el contexto que hizo posible que se dictara una sentencia tan adelantada a su tiempo y que, como ha subrayado en alguna ocasión el rector José Vicente Saz, “fue pionera en 1624, pero lo habría sido también hace tan solo 50 años”. También se analizará cómo era la universidad de la época y las cualidades personales del rector Álvaro de Ayala que le llevaron a adoptar una resolución tan revolucionaria.

Y ello pese a que, como se subrayará en el coloquio, Ayala fue solo la más destacada de las personalidades que fueron necesarias para que hace 400 años se le diera la razón a una víctima de violencia de género y no a su marido maltratador. También resultó decisiva la figura del rector que tomó el relevo de Ayala apenas unos meses después de la sentencia (en aquella época los mandatos rectorales eran de un año), Dionisio Pérez Manrique, el siguiente rector de la UAH, ya que decidió ratificarla y dejar sin premio la estrategia de Jaras y su procurador; el nuncio del Papa en España, Innocenzo Massimo, que aceptó que la apelación del caso fuera juzgada por un rector bajo la jurisdicción escolástica pese a que ninguna de las partes tenía vínculo con la universidad; y el procurador de Francisca de Pedraza en el tramo decisivo del caso, Juan de Ribas.

Todos ellos tuvieron papeles decisivos para que pudiera hacerse realidad una sentencia que se adelantó casi 400 años a su tiempo y que, como tantas otras ocasiones, permitió que el ejemplo de la Universidad de Alcalá se irradiara a todo el mundo.

Publicado en: Actualidad