¿Cuáles serán las consecuencias de la caída de la natalidad?
El profesor e investigador de la Universidad de Alcalá Ignacio García de Leániz analiza el impacto que tendrá en los próximos años la crisis demográfica en su libro La extinción de los hijos. El retorno del flautista de Hamelín
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de nacimientos en España se situó en 322.075 en 2023, la cifra más baja desde que en 1941 se empezaran a registrar datos. Y lo mismo ocurre a nivel mundial: la curva de nacimientos y muertes comienza a ser plana, lo que significa que, por primera vez en la historia de la humanidad, cada ser humano que muera no será reemplazado por otro.
Estos hechos ya presentan un problema a nivel mundial, pero lo cierto es que no se están tomando medidas políticas efectivas para revertir la situación. “La primera vez que oí hablar de este tema a un político abiertamente fue a Tony Blair en una cumbre de jefes de Estado”, afirma el profesor del Departamento de Economía y Dirección de Empresas de la Universidad de Alcalá Ignacio García de Leániz, que acaba de publicar el libro La extinción de los hijos. El retorno del flautista de Hamelín
El escenario es el de una auténtica debacle demográfica. Aunque este descenso, que tiene importantes repercusiones económicas, se suele atribuir al envejecimiento demográfico y la inversión de la pirámide de población, el profesor García de Leániz analiza en su libro las consecuencias, pero también otras posibles causas, entre las que se incluyen aspectos medioambientales o éticos. Según apunta el profesor, “ciertos movimientos sociales consideran negativo el nacimiento de hijos porque aumentará la huella de carbono y generará estrés medioambiental”, la llamada ecoansiedad.
García de Leániz también considera otras causas aun más filosóficas con fondo nihilista porque, como afirma, “no son buenos tiempos para hablar bien del ser humano, que lleva en crisis mucho tiempo, y al que se le ha unido la crisis de la democracia”.
Hacia un individuo isla: hijos únicos y abuelos sin nietos
A su juicio, se analizan las consecuencias económicas de la crisis de natalidad, pero poco se habla de las secuelas sociales y psicológicas de estos datos.
En España, tres de cada diez españoles crecen sin hermanos, según datos del INE, y esa es la tónica general del europeo del futuro: un adulto de edad media con un primo sin hermanos, una madre anciana y una mascota. Pero esta última sustituye esta a la figura de un hijo “Hemos sacralizado nuestro estilo de vida y no queremos renunciar a las libertades de la eterna juventud”, apunta el profesor, quien añade que “a diferencia del hijo, la mascota te aporta afecto, pero ni te juzga ni hay que explicarle el mundo”.
En esta sociedad atomizada, se darán también los casos de los ancianos que, por su edad, ya deberían ser abuelos y, sin embargo no tienen nietos a pesar de tener hijos. De hecho, casi la mitad de los jóvenes españoles actuales no tendrán hijos y no serán nunca abuelos. “En el libro también hago una pequeña antropología del abuelo. A nivel sociológico, la desaparición de esta figura nos va a cambiar la forma de vivir y los valores como sociedad”, detalla el autor.
El egoísmo del mundo empresarial
En su libro, García de Leániz, también analiza el mundo empresarial, tema del que es experto. Desde el punto de vista de recursos humanos, la baja natalidad causará, en su opinión, una falta de mano de obra y de talento.
En Estados Unidos se están dando cuenta del problema, porque existen 6 millones de puestos de trabajo cualificados sin cubrir. Por ello, desde la parte de la empresa privada, están tomando medidas, incentivando permisos por maternidad/paternidad o subvencionando tratamientos de fertilidad a través de los seguros médicos colectivos. ¿Serán necesarias también en España en los próximos años?
Es evidente que la desaparición de los hijos está alterando la estructura social y económica de la vida humana e incluso amenaza la pervivencia de la especie. En el cuento de El flautista de Hamelín, se narra la historia de un desconocido que, a través de su música, consiguió hipnotizar a los niños para que le siguieran. Ojalá los argumentos de García de Leániz contribuyan a que los niños regresen de nuevo a las calles del mundo, aunque en una de las versiones del cuento, los niños nunca volvieron...
Publicado en: Reportaje