Tiempos de pandemia, ¿es buen momento para emprender?
Fernando Javier Crecente, es director de Emprendimiento y profesor de Economía de la empresa, Técnicas de gestión empresarial e Introducción a la economía de la empresa en la Universidad de Alcalá, y analiza para uah.es cómo es la situación actual en España para poner en marcha un negocio.
Según un estudio del Observatorio del Emprendimiento de España, el 96% de las personas emprendedoras cree que la crisis sanitaria aporta nuevas oportunidades para crear una empresa o abrir líneas de negocio, como indica Crecente, ‘esta crisis implicará un cambio en los modelos productivos y en las formas de hacer negocio, por lo que reúne todas las condiciones para convertirse en una oportunidad favorable para emprender. En la actualidad se cuenta con infraestructuras, instituciones, leyes de fomento del emprendedor, etc. elementos muy positivos para emprender, pero el principal obstáculo es la tremenda incertidumbre sobre los planes de recuperación económicos. Si al tradicional miedo al fracaso al que se enfrenta todo emprendedor, se suma un entorno altamente inestable e incierto, las probabilidades de pasar de la idea a la realidad se reducen considerablemente. El no poder controlar todos los aspectos asociados a emprender hace que muchos se planteen la opción, pero acaben desistiendo’.
Y es que como explica el profesor, durante la pandemia, según el sector, algunas empresas vieron incrementar sus ganancias, sobre todo aquellas dedicadas al e-commerce, servicios de ocio en streaming y los servicios de alimentación on-line. ‘En el momento actual los emprendedores que podrían tener éxito son aquellos que vean en los procesos de digitalización de las empresas una oportunidad. Esto es, para garantizar la supervivencia de las empresas actuales resulta necesario cambiar y adaptar los negocios al canal digital y al comercio electrónico. Por tanto, aquellos negocios de consultoría tecnológica, informática, e-commerce y marketing están viendo en la economía digital una manera de ayudar a la economía real. Negocios con propuesta similares a lo que podría ser ‘El Tenedor’ o ‘Ticketmaster’ ayudan a que los negocios ya establecidos puedan tener presencia en la red y hacerles visibles, para que puedan atraer clientes a sus negocios. En este campo existe un alto número de potencial clientes que lo convierte en un nicho de mercado atractivo. En este mismo sentido, también resulta un sector con posibilidades de éxito el relacionado con la educación, en su proceso de hacer virtual la enseñanza, así como la telemedicina’ detalla.
También hay que tener en cuenta que durante esta crisis los entornos rurales han vuelto a cobrar relevancia. Las zonas rurales son un lugar importante para el nacimiento de nuevas iniciativas emprendedoras motivadas por razones de oportunidad, ‘en especial las asociadas a los emprendimientos eco-sostenibles o los asociados a la economía circular. Por tanto, deben reforzarse las infraestructuras de las zonas rurales, en especial las telecomunicaciones. Por ejemplo, el hecho del incremento del teletrabajo y el traslado a residencias rurales favorece la aparición de oportunidades y nichos de negocio en las zonas rurales que son demandadas por los trabajadores que acuden a estas regiones’.
Fernando Javier Crecente |
Es cierto que, debido a la situación actual de incertidumbre y a las repercusiones que esta tiene en la esfera empresarial, los riesgos crecen. Como explica Crecente, ‘aumenta el riesgo a la hora de cobrar a los clientes, ya que si se suministra a sectores seriamente afectados por las restricciones sanitarias, los emprendedores pueden encontrarse con problemas de tesorería, por el retraso o el impago de los clientes. Otro riesgo es el temporal, ya que en una etapa como esta, el plazo en el que se empieza a recuperar la inversión efectuada se dilata más en el tiempo, por lo que el emprendedor tiene que contar con un margen financiero holgado que le permita hacer frente a las eventuales circunstancias. También escasean las faltas de apoyo institucional o la adopción de medidas legales, económicas o tributarias que dificulten la supervivencia de una empresa recién creada así como la reducción del consumo’.
Estos se pueden reducir con un sistema institucional que otorgue seguridad jurídica y económica a los emprendedores. ‘Más allá de ofrecer ayudas a los sectores que se están encontrando con dificultades, la mejor manera es dotar de estabilidad al entorno de los emprendedores, con decisiones que no cambien constantemente. También se requiere una mayor inversión para incrementar la sensibilización hacia el emprendimiento, en el ámbito académico y profesional, comunicando los beneficios económicos y sociales de esta alternativa laboral. Con una formación adecuada en habilidades emprendedoras se puede transmitir a los emprendedores cómo superar los problemas asociados a la gestión y la planificación a largo plazo de negocio’ asevera Creciente.
El profesor aconseja a los emprendedores que desean montar su propio negocio orientándoles en que ‘deben pasar de pensar en el producto a pensar en el cliente, ya que muchas veces se desarrollan productos o aplicaciones pensando que son grandes novedades, pero no se han preocupado por saber si realmente se satisfacen las necesidades de un colectivo importante de futuros clientes. Eso implica desarrollar un producto mínimo viable o una experiencia previa con un grupo de control, que nos permita saber que el producto o servicio desarrollado tendrá acceso a un mercado. Otro consejo sería la elección de los compañeros de negocio. En muchas ocasiones suelen ser compañeros o amigos que se encuentran en una misma circunstancia. En estos casos se da el problema del reparto de tareas y el tener que necesitar de terceros que aporten otras habilidades. Lo ideal es que al montar un negocio se cuente con personas de diferentes especialidades, para así ayudar a marcar roles y aportar claramente un valor añadido. Y un tercer y último consejo es que se formen adecuadamente en habilidades emprendedoras, porque además de valerle para crear un negocio, le ayudará para participar en cualquier proyecto o cumplir con lo que demandan las empresas que buscan perfiles emprendedores, ya que su dinamismo contribuye a mejorar la competitividad y la productividad interna. Las empresas consideran a la hora de seleccionar a sus candidatos aquellos que aporten formación en habilidades adicionales a los propios conocimientos técnicos del trabajo’.
Publicado en: Reportaje