El encendido de luces navideño da la señal de salida para una carrera sin fin hacia la compra de los regalos. Las aglomeraciones en el centro, el papel de colores, y los cientos y cientos de platos que hay que preparar para esos kilos que vienen de más, así funcionan estas fiestas de diciembre y enero que, según el estudio de la consultora Deloitte, hacen gastar alrededor de unos 600 euros por hogar. ¿A dónde van todos los restos de comida, la purpurina o los juguetes que ya no se quieren? Las asociaciones ecologistas cifran que el volumen de residuos diarios aumenta un 30% durante estas fechas, por tanto, desde Ecocampus, la oficina de coordinación de iniciativas ambientales de la Universidad de Alcalá, dan algunos consejos para reorientar nuestras decisiones de consumo. 

Reducir, reutilizar y reciclar, esas son las tres mágicas erres que desde hace años se han divulgado para hacer más sostenible el consumo personal, pero ¡sorpresa!, hay muchas más. María Jesús Salado, directora de Sostenibilidad Ambiental, y Myriam Ortega Barrio, coordinadora de la Oficina Ecocampus de la UAH, recalcan la necesidad de ser conscientes como consumidores: "La Navidad será lo que queramos cada uno hacer de ella. Normalmente se asocia a un consumo excesivo de todo, pero no tiene por qué ser así, podemos elegir y formularla de una forma diferente, con los ojos abiertos, conscientes de los impactos, positivos o negativos, de nuestras decisiones". 

A las anteriores 3 R añaden otros verbos como: restaurar y reparar como prolongar la vida útil de la ropa, los electrodomésticos, entre otros, en contraposición a la obsolescencia programada; rediseñar con criterios ambientales para minimizar los impactos negativos a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos; reordenar prioridades o reaprender hábitos que no nos aportan realmente mayor bienestar, pero que son lesivos para el medio; redistribuir; reclamar información y opciones que nos permitan tomar decisiones más acordes con el cuidado del planeta, al estilo de botellas y vajilla reutilizable en los establecimientos de restauración; y, sobre todo, reflexionar, porque podemos ser parte del problema o parte de la solución. 

Durante el año 2020 lo que más se echaba de menos era compartir espacio y tiempo con los seres queridos. Ahora es tiempo de preguntarnos a qué "normalidad" queremos volver y "de replantearnos qué historia hay detrás de cada cosa que estamos consumiendo".

Entre las propuestas sostenibles, María Jesús Salado plantea los productos que incorporen los principios del movimiento denominado comercio justo, donde el respeto a los derechos humanos y la protección del medioambiente son su estandarte. "Hay productos de cosmética, bisutería, del hogar, juguetes, libros, y demás, que tienen este distintivo como comercio responsable". Añade Myriam Ortega que otra opción muy valorada es "regalar experiencias, como una entrada al teatro, donde además de promover la cultura estás promoviendo otro tipo de consumo, o regalar un poema escrito por ti. Si demandamos productos más sostenibles, las empresas atenderán a esta demanda, como ha ocurrido con el mayor número de productos ecológicos".

El consumo de estas fechas modifica también la cesta de la compra, de la que un 20% irá a la basura en esta época, según varios estudios. Esto no solo tiene claras implicaciones éticas, sino que estos residuos y su gestión son una fuente más de emisión de esos gases de efecto invernadero que urge reducir para hacer frente a la emergencia climática: "El mejor residuo es el que no se genera". 

Conoce cuál es tu huella de carbono

Otro aspecto característico de estas fechas con un claro impacto en las emisiones de CO2, son los desplazamientos; si las restricciones lo permiten, se prevé un volumen muy superior al año pasado. ¿Cómo saber cuál es la huella de carbono de ésta frente a ésta otra opción de viaje? "Hay muchas calculadoras de huella de carbono que te permiten obtener la información de del coste medioambiental de tu traslado, aunque se puede hacer para cualquier producto, lo cual es interesante porque nos permite decidir mejor y establecer medidas para compensarla", indican.

El Observatorio de la Huella de Carbono ofrece una herramienta libre y gratuita, elaborada por la Cátedra de Ética Ambiental de la UAH en colaboración con la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán El Bueno, que cuantificará la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por cada individuo a partir de los datos sobre opciones de consumo indicadas en el cuestionario. 

Ecocampus continúa en la búsqueda de unas Navidades sostenibles, de ahí que haya trabajado en los últimos años en la preparación de un mercadillo navideño. No obstante, las circunstancias han hecho que haya cambiado el formato y este año le hayan dado salida a través de las redes sociales. Por lo demás, queda en manos de cada uno apreciar y disfrutar de unas fiestas responsables con el medioambiente fomentando un nuevo espíritu navideño. 

Publicado en: Reportaje