El Archivo del Siglo XXI debe entenderse como una unidad de servicios documentales avanzados para facilitar la creación de conocimiento, con alta presencia en la Web semántica, con datos enlazados y en la Internet de las Cosas (IoT), sin olvidar el cumplimiento de las leyes de Transparencia, Datos abiertos y Reutilización de la información. Hacia esa vía camina el Archivo de la UAH, que recientemente ha actualizado su plan de digitalización en aras de conseguir 2 objetivos fundamentales: adecuarlo a la nueva normativa y entorno tecnológico –sobre todo al Esquema Nacional de Interoperabilidad-, y comenzar a realizar digitalización certificada. El nuevo plan selecciona las series documentales denominadas esenciales para continuar con su digitalización sistemática.  ‘En la práctica esto significa que será digitalizado todo lo histórico, y lo administrativo que sea fundamental para garantizar el funcionamiento de la universidad si un desastre destruyese la documentación en papel’, señala el responsable.

Para el Archivo es un paso más hacia la digitalización total –que solo se alcanzará cuando se implante plenamente la Administración Digital, lo que aún tardará algunos años-, y el uso de unas herramientas tecnológicas cada vez más sofisticadas. ‘Todo esto afectará directamente al usuario final, que verá satisfechas sus demandas de información con mayor rapidez y eficacia’, opina.

La UAH es un caso especial entre las universidades públicas españolas, también en el ámbito documental, porque fue una de las primeras en crearse, pero cerró en 1836 y volvió a abrir en los años 70. La documentación anterior a 1836, como el resto del patrimonio mueble, fue trasladada a Madrid y se encuentra en al Archivo Histórico Nacional. Por esta razón, el actual Archivo Universitario custodia solo documentación contemporánea producida a partir de la vuelta de la Universidad a Alcalá en 1975 y, por tanto, es mayoritariamente documentación administrativa. Pero también custodia otros pequeños fondos de instituciones ya desaparecidas que se integraron en la UAH, como la Universidad Laboral de Alcalá, la Escuela Normal de Magisterio de Guadalajara (una de las primeras en España), la Escuela de Profesorado de la Sagrada Familia de Sigüenza, la Escuela de Enfermería de Guadalajara o el archivo del arquitecto Manuel Barbero Rebolledo (Premio Reynolds de Arquitectura de 1957). Además, custodia algunos documentos históricos de la Universidad Cisneriana, como el Libro de censos de propiedades de la Universidad de Alcalá [ca. 1846], y varios impresos modernos como la ‘Apostolesmata’ de Ciruelo (1551) o la tesis doctoral de Mª Isidra Guzmán de la Cerda, primera mujer en alcanzar el grado de doctor en España en 1785.

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