La contaminación atmosférica sigue siendo una de las grandes lacras del desarrollo de las sociedades occidentales y orientales. Producida por el impacto de los procesos de producción en las fábricas, el transporte, y el uso de combustibles como el gasoil o el carbón, sigue creciendo sin freno, a pesar de los avisos constantes de que se trata de uno de los elementos fundamentales en la aceleración del cambio climático...

Pero la investigación no cesa y la UAH está implicada en un proyecto que podría ayudar a paliar esta situación y que, después de años de trabajo y dedicación, empieza a dar sus frutos con la creación de una EBT (Empresa de Base Tecnológica), la novena que se constituye en la Universidad.

El origen de esta tecnología se encuentra en un proyecto de investigación del Séptimo Programa Marco de la Comisión Europea desarrollado por un consorcio de hasta 10 instituciones internacionales lideradas por el profesor de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad de Alcalá, José Luis Pérez Díaz, que también es socio promotor de la nueva EBT.

El modelo de negocio de Counterfog ofrece un sistema capaz de descontaminar el aire o grandes recintos a gran escala, formando una niebla con una gran relación superficie/volumen de forma que al interactuar con nieblas contaminantes o el humo pueden hacerlas precipitar, limpiando así el aire. La EBT cuenta con un laboratorio de estudio dinámico de nieblas para caracterizar la capacidad del sistema de neutralizar diferentes agentes químicos, biológicos y radiológicos, con resultados prometedores.

El profesor de la UAH explica que ‘Counterfog funciona como una niebla que lava el aire de forma rápida, económica y sin perjuicio ambiental. Está inicialmente pensado para intervenir en situaciones donde se pone en riesgo la seguridad, con el fin de minimizar el impacto que pudieran tener sobre personas y el medioambiente la dispersión en el aire de agentes biológicos, químicos o radiactivos, pero de paso también puede servir para la intervención en accidentes de la industria (vertidos industriales, accidente de transporte de materiales peligrosos) y para mitigar la contaminación habitual producida por la combustión de gasoil’.

El sistema, por tanto, puede ser usado para contrarrestar ataques terroristas de tipo biológico, para reducir la polución atmosférica o incluso para extinguir incendios. De hecho, emplea la misma estrategia que un agente químico de ataque terrorista: une estado disperso con una ratio muy elevada de superficie/volumen.  El pequeño tamaño de las gotas generadas por las boquillas de COUNTERFOG permite su penetración en cualquier intrincado agujero donde los agentes químicos pudieran llegar. Como solo necesita una mínima cantidad de agua y agente descontaminante es un sistema respetuoso con el medio ambiente y es compatible con la mayoría de sistemas eléctricos.

Counterfog ganó en 2016 el IX concurso de ideas para la creación de EBT y un año más tarde el accésit de la XII edición del Premio madri+d a la Mejor Idea de Base Tecnológica.

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