La UAH pone en marcha un plan de aprovechamiento hídrico en el campus científico tecnológico que reducirá el uso de sus acuíferos

Aprobada por la Confederación Hidrográfica del Tajo, la iniciativa contempla un lago en el Jardín Botánico que almacenará las aguas de la capa freática. Además, se implementará el programa 'Hasta la última gota', por el que se depurarán las aguas residuales de todos los edificios antes de canalizarlas hacia ese mismo reservorio

El Real Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá es un edén en medio del campus científico tecnológico. Su riqueza no solo se compone de flora y fauna, sino también de valiosos recursos naturales como son los pozos subterráneos que riegan gran parte del terreno. Algunos de ellos fueron creados artificialmente cuando aquellas parcelas formaban parte de un aeropuerto militar y otros son acuíferos naturales, que dependen de la Confederación Hidrográfica del Tajo

Para no agotar este bien tan preciado como es el agua de los pozos, desde hace poco más de un año y gracias al impulso del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Confederación ha aprobado un plan de la Universidad de Alcalá para aprovechar y almacenar los recursos hídricos de todo el campus, no sólo del Jardín.

"Lo que se nos aprobó el año pasado es la obtención de los recursos hídricos que descansan en el subsuelo del campus, incluyendo el Parque Científico Tecnológico", argumenta Manuel Peinado, catedrático de Botánica de la Universidad de Alcalá (UAH) y director de Real Jardín Botánico Juan Carlos I. "Hay un aporte de agua considerable que se puede aprovechar y se debe aprovechar, almacenándolo", añade.

Este plan volverá a dar vida al gran lago que ya existía en el Jardín y que servirá de almacén de todo el agua del campus, usándose como embalse regulador, lo que permitirá no agotar los pozos naturales. Pero también servirá como recurso turístico y didáctico, puesto que el bonito mirador del lago volverá a acoger a visitantes que podrán observar desde él a las aves que, como ciertos peces y anfibios, volverán a ver en el lago un ecosistema en torno al que establecerse.

MICROORGANISMOS QUE DEPURAN EL AGUA

Además, como bien indica Peinado, el plan también recoge una acción de reciclaje de agua para aprovechar Hasta la última gota, que consiste en depurar las aguas residuales de todo el campus externo. Así, gracias a la colaboración con IMDEA Agua, cada edificio contará con una pequeña depuradora que volcará el agua ya limpia en el lago.

El sistema de depuración que se empleará para reciclar el agua de los edificios del campus ya es conocido en la UAH, puesto que cuenta en el Jardín Botánico con el proyecto piloto que desarrolló el profesor Abraham Esteve, perteneciente al Departamento de Química Analítica, Química Física e Ingeniería Química e integrante del IMDEA Agua a través del grupo Bioe.

Depuradora piloto

 

La tecnología usada está enfocada en la depuración sostenible y en la monitorización de la calidad de las aguas gracias a tecnologías electroquímicas microbianas (MET, por sus siglas en inglés). Estas se basan en el intercambio de electrones entre microorganismos electroactivos y materiales conductores de la electricidad con el objeto de estimular reacciones de oxidación (como la biodegradación de contaminantes orgánicos en el agua) o de reducción (como la eliminación de nitratos o sulfatos) para reducir los contaminantes presentes en el agua.

La novedad de ello es que se usan bacterias electroactivas, como las del género Geobacter, que generan electricidad y no solo depuran el agua, sino que además actúan de chivatos del contenido de contaminantes orgánicos.

“Si aprovechamos con inteligencia el agua, que cada vez es más demandada pero más escasa, desde la Universidad estaremos contribuyendo de forma significativa al equilibrio del medio ambiente. Un compromiso que debemos asumir como institución pública”, asevera el director del Jardín.

UNIVERSIDAD DE ALCALÁ, REFERENTE EN SOSTENIBILIDAD

De hecho, este nuevo plan de optimización hídrica en el campus científico tecnológico viene a consolidar la apuesta de la UAH por la sostenibilidad, que viene siendo reconocida en los últimos años por rankings especializados en esa materia, como los UI GreenMetric World University Rankings.

En su edición de 2023, dicho escalafón colocó a la UAH en la tercera posición nacional de su clasificación global; en la primera de la categoría de Entorno e Infraestructura y en la segunda tanto en Energía y Cambio Climático como en Transporte.

Todo ello, fruto de una apuesta decidida por la reducción del impacto medioambiental de la actividad universitaria que, entre otros documentos, se sustanció en el Plan Estratégico UAH-2036, presentado por la institución en 2021. En él la Universidad de Alcalá se propone como objetivo estratégico "alcanzar la sostenibilidad ambiental de la UAH y presentarla como un modelo a seguir, convirtiéndonos en un referente para nuestro entorno".

Sin duda, el aprovechamiento de la capa freática del campus, la recuperación del lago en el Real Jardín Botánico y la implementación del programa Hasta la última gota suponen un paso al frente en la consecución de ese objetivo, como lo será también la incorporación al propio campus científico tecnológico de multitud de paneles solares fotovoltaicos que permitirán a la UAH autoabastecerse de energía renovable y atender con ella el 50% de sus demandas totales de energía eléctrica.

Porque la UAH es una institución que lleva más cinco siglos formando profesionales y empujando las fronteras del conocimiento, pero está decidida a aplicar todas las medidas que sean necesarias para colaborar a la sostenibilidad del planeta y poder seguir desarrollando su labor dentro de otros cinco siglos.

Publicado en: Reportaje