Una profesora de la UAH es la comisaria de la mayor exposición dedicada a Nebrija en el V Centenario de su fallecimiento

La profesora de Filología Latina de la Universidad de Alcalá, Teresa Jiménez Calvente, es la comisaria de la exposición dedicada a Antonio de Nebrija ‘El orgullo de ser gramático’ que se puede visitar hasta el 9 de abril en la Biblioteca Nacional.

 - ¿Qué significa para usted ser comisaria de esta exposición?

- Para mí ha sido un honor, un reto y, por supuesto, una gran oportunidad para acercar al gran público una figura tan compleja, importante y desconocida como Nebrija. Organizar una exposición te permite volcar de una manera plástica y visual muchos años de estudio. Para un investigador es un regalo y una forma de hacer llegar al público el conocimiento que se genera en las universidades y otros centros de estudio.

- ¿Qué ha sido lo más complicado de organizar esta muestra?

- Mi labor como comisaria ha consistido en presentar con sencillez la figura de Nebrija y, con él, lo que significó para la cultura del siglo XV el redescubrimiento del latín clásico. Más allá del Nebrija autor de la primera gramática del castellano (la primera gramática completa de una lengua vernácula), está el grammaticus, el profesor encargado de enseñar latín; por ese motivo, gran parte de su producción se centró en manuales y tratados eruditos sobre fonética, ortografía, morfología, y léxico del latín, poco atractivos desde el punto de vista material y visual. El reto era conseguir que los visitantes se sintiesen atraídos por el erudito, su obra y por la posibilidad de, a través de Nebrija, acercarse al siglo XV, una época apasionante. Más allá del tiempo en que le tocó vivir, sus manuales y diccionarios se extendieron por el mundo y estuvieron vigentes hasta bien entrado el siglo XIX. Al visitante se le invita a realizar de la mano de Nebrija ese viaje físico y cultural.

- Durante la labor de recopilar información para esta exposición, ¿ha descubierto algo nuevo de Nebrija?

- He descubierto una nueva manera de contar los hechos para dotarlos de una mirada actual, lo que me ha obligado a repensar la figura de Nebrija en conjunto. En esta exposición he querido destacar el esfuerzo que realizó por devolver al latín el brillo perdido; a partir de ahí, se arroja una nueva mirada sobre su Gramática sobre la lengua castellana, que aquí aparece rodeada “físicamente” por las numerosas obras que Nebrija produjo a lo largo de su vida.

La exposición ha sido también un acicate para seguir estudiando. Aunque en los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento de la biografía y la obra de Nebrija, quedan muchas parcelas por investigar. De hecho, el grueso de su obra, escrita por supuesto en latín, está a la espera de buenas ediciones críticas.

- ¿Por qué se titula ‘El orgullo de ser gramático’?

- Él mismo incorpora a su nombre el título de Gramático (así le dice a la reina Isabel la Católica que él se llamaba Aelius Antonius Nebrissensis Grammaticus). Nebrija reivindica con orgullo que, a pesar de lo modesto de su profesión (el grammaticus era el encargado de enseñar latín a los adolescentes que ingresaban en la universidad), la Gramática era una disciplina clave para el acceso a todos los saberes, que entonces solo se expresaban en latín. En esa época se estaban estableciendo unos nuevos principios pedagógicos con un interés muy claro por la recuperación de los saberes del mundo antiguo. Se pensaba que estos eran útiles y necesarios para avanzar y mejorar el presente. De la mano del latín, llegó el griego clásico y también el hebreo, con lo que se encarnó el ideal del hombre trilingüe, el estudioso competente en las tres lenguas de la Biblia. A partir ahí, se dieron importantes cambios en todos los ámbitos: político, artístico, científico y, por supuesto, teológico.

- ¿Cómo es la obra de Nebrija?

- Él acerca a sus estudiantes el latín que se estaba imponiendo en Europa; para ello ensaya una nueva metodología que plasma en sus manuales, las Introductiones Latinae, y en sus diccionarios bilingües de latín- español y español- latín.

Nebrija fue un hombre innovador y muy práctico. Para dar a conocer su obra, apostó decididamente por las nuevas tecnologías: por aquel entonces, la imprenta. Nebrija está en todo. Le preocupa el formato de los libros: no quiere que sean demasiado caros ni excesivamente pesados. También demuestra un vivo interés por la tipografía y apuesta por el uso de las letrerías redondas en detrimento de las góticas. Consideraba que gracias a ese invento la gente podría aprender latín a distancia, con libros asequibles, sin tener que pasar por las aulas. Y todo ello porque ansiaba un mayor desarrollo cultural que consideraba beneficioso para su patria. Nada de eso podía conseguirse sin una mayor competencia en el latín.

Lo más fascinante es cómo la obra de Nebrija, tan erudita y sesuda, consiguió tener una vida propia más allá de sus primeras intenciones. Esos manuales y diccionarios traspasaron fronteras. Sus Introductiones Latinae se editaron en Europa y se exportaron a América, para enseñar en un primer momento latín a los nativos; luego siguieron imprimiéndose y utilizándose, con lo que se convirtieron en el manual de referencia para aprender latín hasta el siglo XIX.

- ¿Qué podemos ver en esta exposición?

- El proyecto expositivo está planteado como un viaje a la época de Nebrija con referencias al momento político y cultural en que el Humanismo se percibe nítido en España. Nebrija se relacionó con los personajes más importantes de la España del siglo XV y comienzos del XVI, como los Reyes Católicos, en especial con la reina Isabel, o Juan Rodríguez de Fonseca, su primer discípulo, que más tarde fundó la Casa de Contratación de Indias. Hernando de Talavera, Juan de Zúñiga, Diego de Deza y Francisco Jiménez de Cisneros fueron también decisivos en su vida.

Tras esa primera parte, la exposición se desarrolla en un segundo espacio dedicado a sus dos obras más importantes, las Introductiones y sus diccionarios. Aquí, se realiza un itinerario cronológico que permite descubrir su pervivencia a través de las ediciones y las adaptaciones realizadas, como los diccionarios latín-catalán o latín-francés, que tomaron los lemas latinos directamente de Nebrija. Un capítulo aparte merecen las gramáticas misioneras inspiradas en los manuales latinos de Nebrija, que permitieron a los frailes y sacerdotes aprender las lenguas indígenas de América y Asia.

Por último, hemos incorporado un guiño a la modernidad con una experiencia con gafas de 3D en las que se presenta una escena hipotética de Nebrija hablando con la reina Isabel para presentarle el proyecto de su Gramática sobre la lengua castellana mientras Colón le está hablando de la aventura americana.

- ¿Qué le diría a una persona que quiera visitar la exposición?

- Que se sumerja en esta exposición tan intuitiva y visual. No es necesario conocer previamente nada de Nebrija, incluso es mejor, para poder ir descubriendo al hombre y su obra.

Como cualquier exposición, es una oportunidad única para ver reunidas muchas de las obras de Nebrija que dialogan entre sí y que, una vez se clausure la muestra, volverán a ocupar su sitio en los depósitos de las diferentes bibliotecas que han prestado los fondos. Habrá que esperar muchos años para que vuelvan a juntarse y seguramente lo harán ya de otro modo.

Publicado en: Entrevista