Un profesor representa a la Universidad de Alcalá en el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos

 - ¿Qué es PRAN?

- Es un plan estratégico del Ministerio de Sanidad, en colaboración con las comunidades autónomas, que gestiona la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Su principal objetivo es reducir el riesgo de selección y diseminación de la resistencia a los antibióticos, tanto en el ámbito de la salud humana como veterinaria. 

El PRAN tiene 6 líneas de actuación: 

  • Vigilancia del consumo y de la resistencia a los antibióticos
  • Controlar las resistencias bacterianas
  • Identificar e impulsar medidas alternativas y/o complementarias de prevención y tratamiento
  • Definir las prioridades en materia de investigación
  • Formación e información a los profesionales sanitarios
  • Comunicación y sensibilización de la población en su conjunto y de subgrupos de población

Actualmente colaboran en este plan todas las comunidades autónomas, diez ministerios, más de 70 sociedades científicas, organizaciones colegiales, asociaciones profesionales y universidades. 

Las Universidades, a través de sus facultades biosanitarias, tienen un papel muy relevante, como es lógico, en el punto 5 dedicado a la formación. Se destaca la importancia de que los estudiantes de Ciencias de la Salud, que serán los profesionales sanitarios del futuro, tomen conciencia de la importancia de la resistencia a antibióticos como problema de salud pública global y el papel que juega en su génesis y transmisión el mal uso de antibióticos. 

- ¿De qué forma colabora la UAH con el PRAN?

- La Universidad de Alcalá está adherida al PRAN a través de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y la Facultad de Farmacia. Representantes de ambas facultades han participado a través de diversos grupos de trabajo con el fin de desarrollar una biblioteca de recursos formativos sobre prevención de infecciones y uso prudente de antibióticos, conocida como PRANteca, y también colaboran en iniciativas que dan a conocer el problema a los estudiantes y a la sociedad en su conjunto. 

- ¿Por qué es necesario vigilar el consumo de antibióticos?

- Multitud de estudios han demostrado la relación directa que existe entre el uso de antibióticos y la aparición de resistencias. Desgraciadamente, en el contexto europeo, España ha sido uno de los países con mayor prevalencia de resistencias a antimicrobianos y ello se encuentra en relación directa con el uso desmedido e imprudente de antibióticos en situaciones donde no son útiles ni necesarios como las infecciones virales no complicadas. El uso de los antibióticos ejerce una presión ecológica sobre las bacterias propiciando que, las que son resistentes, tengan más facilidad de expansión. Por tanto, cuanto más se utilicen los antibióticos, especialmente si se utilizan en demasía y de forma inapropiada, mayor es el riesgo de que se desarrollen y se diseminen las resistencias. 

Por esta razón hay que vigilar el uso de antibióticos en términos cuantitativos (cuánto se usan) y cualitativos (cómo se usan). Tener información válida sobre ambos aspectos es el primer paso para después adoptar medidas encaminadas a mitigar el problema y, lógicamente, nos ayuda a comprobar que dichas medidas han sido eficaces. En Europa se han hecho diversos estudios colaborativos, especialmente por parte del European Surveillance of Antimicrobial Consumption (ESAC), que ha permitido comparar el uso de antimicrobianos de unos países con otros, lo cual ayuda a saber en qué situación está cada país en relación a los demás.  Actualmente, estos datos los gestiona el European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) a partir de los que suministra cada país y es una fuente de información muy valiosa. España ha estado tradicionalmente por encima de la media europea en el consumo comunitario de antimicrobianos, y sigue estándolo según los datos disponibles de 2021, lo cual nos dice que tenemos todavía mucho que mejorar. 

Es un ejercicio de responsabilidad colectiva. Hay que tener en cuenta que las resistencias son un problema global, es decir, se pueden estar generando en un país y extenderse al resto. Por eso, es necesario que las estrategias sean también globales y en esto Europa ha sido muy activa. En concreto, España ha contribuido a estas iniciativas creando el PRAN. 

- ¿Qué consecuencias está causando el mal uso de antibióticos?

- Se estima que las resistencias a los antibióticos causan 33.000 muertes al año en Europa, provocadas por infecciones que antes eran curables, y generan un gasto adicional de 1500 millones de euros al año. Invito a los lectores a que visiten la página web del PRAN y a que visionen los vídeos informativos que hay disponibles sobre esto. Nos jugamos mucho en el control de este problema porque los antibióticos están muy presentes en muchas actividades médicas, desde una consulta en atención primaria hasta los trasplantes de órganos. Como se dice en la página web del PRAN ¿imaginamos un mundo sin cirugía ni trasplantes? No hay que ponerse melodramáticos, pero si no hacemos nada por evitarlo, eso es lo que nos espera. Hoy solo es un mensaje, una llamada de atención, que tiene el objetivo de incitarnos a actuar para que ese mal presagio nunca se cumpla.  

Por otra parte, como ocurre con otros medicamentos, un mal uso de antibióticos, por ejemplo, utilizarlos cuando no están indicados, es exponer a los pacientes al riesgo de sufrir reacciones adversas de forma totalmente gratuita. Los antibióticos tienen, en general, un buen perfil de seguridad, pero no están exentos de la posibilidad de producir reacciones adversas, algunos de ellas graves, como hepatitis o reacciones cutáneas severas, que pueden incluso requerir ingreso hospitalario.    

- ¿Cómo se puede paliar esta situación? 

- Las intervenciones tienen que hacerse a múltiples niveles: en atención primaria, en los hospitales, en las farmacias, en la sanidad animal, en la propia comunidad mediante campañas informativas y de educación para la salud etc., pero la tarea que corresponde a las Universidades es clave: conseguir una buena formación de los futuros profesionales sanitarios, y también de los profesionales sanitarios actuales a través de programas de formación continuada, para que entre todos hagamos un uso prudente y adecuado de los antibióticos. 

El PRAN ha realizado y puesto a disposición de los profesionales una Guía Terapéutica de antimicrobianos, tanto para la salud humana como la sanidad animal, que se pueden descargar a través de una aplicación para diferentes dispositivos

También es necesario que se promuevan iniciativas públicas y privadas para el desarrollo de nuevos antibióticos, un aspecto que ha estado muy descuidado en los últimos años. Y, por supuesto, invertir en la investigación y desarrollo de vacunas para prevenir las infecciones tanto virales como bacterianas. La experiencia de la pandemia de la COVID-19 nos ha enseñado lo importante que es disponer de vacunas eficaces.  

Publicado en: Entrevista