Un AlumniUAH es bailarín y director de una compañía de danza
Alberto Almazán estudió Magisterio con especialidad en educación musical en la Universidad de Alcalá, es bailarín profesional en distintos elencos, terapeuta Rolfing y actualmente dirige la compañía de danza ‘La Mínima’.
- ¿Cómo recuerda su paso por la Universidad?
- Fue una época muy bonita y llena de buenas experiencias. La universidad era un entorno nuevo con dinámicas diferentes, pero lo recuerdo como un ambiente familiar, tranquilo y acogedor. Tuve la suerte de compartir mi vivencia allí con amigas que ya conocía de antes, al mismo tiempo que conocía gente nueva. Algunas de estas personas aún están conmigo, aunque con otras perdí el contacto y forman parte únicamente del recuerdo de aquella época. Por desgracia, no pude aprovechar la experiencia universitaria al 100%, ya que compaginaba mis estudios allí con mi formación en el conservatorio de danza en Madrid, lo que me impedía participar de algunas actividades y momentos con mis compañeros y compañeras.
- ¿Cómo esta le ha ayudado profesional y personalmente?
- Conservo, con cariño, recuerdos de algunos de los profesores y profesoras comprometidos con la educación y con grandes conocimientos sobre pedagogía y música y que me inspiraron y abrieron las puertas hacia gran parte de lo que he hecho posteriormente. Toda mi formación y experiencia han girado en torno al arte escénico y la música. Pero después de pasar por la facultad de Magisterio comencé a tener una concepción del arte más como una herramienta pedagógica y de transformación social. Actualmente me interesan los proyectos que apliquen el arte en entornos educativos y trato de llevarlos a cabo o de colaborar en ellos.
- Actualmente, ¿a qué se dedica?
- Dirijo, junto a Luiscar Cuevas, una compañía de danza llamada `La mínima´. Nos dedicamos a la creación escénica, al desarrollo de proyectos educativos a través de la danza y a la gestión cultural. Organizamos un festival de danza en espacios no convencionales en Alcalá, llamado Cervandantes. También trabajo como intérprete en otras compañías. Actualmente, formo parte del elenco de bailarines de 10&10 – Narváez, Runde, Sanz en un espectáculo que estamos representando en los Teatros del Canal y también de la compañía El lagarto baila, focalizada en la creación de espectáculos y talleres para público infantil.
- ¿Cómo ha sido su trayectoria profesional en el mundo de la danza?
- Mientras realizaba mis estudios en el conservatorio profesional de danza Mariemma ya empecé a trabajar en proyectos como intérprete. Entre ellos, quiero destacar el proyecto pedagógico de la Comunidad de Madrid Trasdanza, que consistía en llevar la danza contemporánea a institutos a través de talleres y espectáculos (una pena que ya no exista). Al terminar, me junté con algunos compañeros y compañeras y creamos `la mínima´, con el deseo de poder hacer nuestras propias creaciones escénicas. Desde entonces, hemos creado 11 piezas largas y otras tantas de corta duración, representándolas en diferentes teatros, festivales y certámenes. He compaginado la compañía con colaboraciones con otros artistas y proyectos de danza. También he trabajado como profesor de danza y música en diferentes escuelas municipales y privadas, entre ellas, CadaDanza, un proyecto propio de formación en danza en Alcalá de Henares.
- También es especialista en Rolfing ¿en qué consiste esta terapia?
- Sí. Tuve la oportunidad de formarme en Rolfing en el año 2013. Se trata de un método de trabajo que combina el masaje profundo del tejido fascial con el movimiento y la reeducación postural. El objetivo es devolver al cuerpo el equilibrio natural que se va perdiendo a lo largo de los años y mejorar la calidad de vida de las personas. Supuso una experiencia personal profunda que ha complementado mi experiencia y enriquecido mi concepción del cuerpo y el movimiento.
Publicado en: Entrevista