Javier Rosado estudió en la Universidad de Alcalá el Grado en Ingeniería en Tecnologías de Telecomunicación y el Máster Universitario en Ingeniería de Telecomunicación con especialidad en Tecnologías espaciales y de defensa. El año pasado concluyó su formación con la defensa de su Tesis Doctoral en la UAH ‘Agrupaciones de Antenas y Modelado Electromagnético de Blancos para la Mejora de las Prestaciones de los Radares Pasivos’ , dirigida por la Catedrática María Pilar Jarabo Amores y el Profesor Titular David Anastasio de la Mata Moya, calificada con Sobresaliente Cum Laude, que acaba de ser premiada por el Colegio Oficial Ingenieros de Telecomunicación (COIT) en la categoría patrocinada por la empresa pública Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España (ISDEFE).

- ¿Qué significa para ti este reconocimiento?

- Es un gran honor recibir este reconocimiento, ya que significa que, la tesis en la que he invertido tanto tiempo y esfuerzo, ha sido valorada por un comité de expertos como la mejor que se ha defendido este año en el área de Seguridad y Defensa. Pero también significa que la tecnología en la que nos hemos especializado, gracias a todo el conocimiento que nos han transmitido mis directores de tesis que también son los directores del grupo de investigación, el radar pasivo, es considerada una tecnología interesante y con gran potencial y que las soluciones propuestas son novedosas y aportan mejoras relevantes a esta tecnología.

- ¿En qué ha consistido tu trabajo?

- Mi trabajo ha consistido en el desarrollo de técnicas de simulación para la caracterización de escenarios y blancos radar y en el diseño de sistemas de antenas, tanto elementos radiantes simples como agrupaciones, para mejorar la capacidad del sistema radar pasivo. 

Un radar pasivo es un sistema capaz de detectar blancos (coches, barcos, aviones, drones..., u otros objetivos en función de su aplicación) y extraer características de estos, como pueden ser su posición, velocidad, trayectoria e incluso tipo de blanco, sin transmitir ninguna señal electromagnética, utilizando otras señales que hay presentes en el ambiente. Ésta es la principal diferencia con respecto al radar activo clásico y aporta grandes ventajas: no produce contaminación electromagnética ni sobrecarga el espectro, reduce costes, es adecuado para entornos residenciales, en entornos militares es difícil de interceptar e inhibir y no desvela la posición del sistema que lo emplea. En nuestro caso estudiamos el radar pasivo utilizando señales de la televisión digital terrestre (TDT), de la televisión satelital (DVB-S) y señales GPS, por su alta disponibilidad todas ellas en cualquier región.

Los diseños realizados se han prototipado y se han validado tanto mediante medidas en cámara anecoica como en el sistema radar en escenarios reales, por lo que se ha seguido el proceso completo desde el diseño a la integración.

- ¿Qué aporta este a la sociedad?

- El trabajo aporta mejoras en una tecnología como son los radares pasivos que tienen un gran interés por sus potenciales aplicaciones tanto en el campo militar como civil. Las aplicaciones van desde la detección y localización de objetivos en escenarios militares/bélicos, hasta protección de infraestructuras críticas pasando por el control y vigilancia en fronteras, entornos costeros o como complemento de los radares activos aeroportuarios. 

- ¿Cuáles son tus proyectos a corto plazo? ¿continuarás con estas investigaciones?

- Actualmente estoy trabajando en Indra Sistemas en aspectos muy ligados a los tratados en la tesis, pero no me desvinculo del grupo de trabajo y compañeros de la universidad y sigo en contacto e investigando en el campo de los radares pasivos en mi tiempo libre para seguir aprendiendo y desarrollando esta tecnología y ampliar el curriculum investigador. 

Publicado en: Entrevista