¿Te gustaría participar en la simulación de un juicio internacional?

Durante el mes de junio se celebra la cuarta edición de la Competición en Litigación Internacional en formato virtual organizada en conjunto por la Universidad de Alcalá y la Universidad Militar Nueva Granada (Bogotá, Colombia). En la misma se simula un juicio internacional ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y participan 150 estudiantes, tutores y jueces pertenecientes a 20 universidades de América Latina.

Los miembros del Comité Organizador de la Competición Francisco Pascual-Vives (Profesor Titular de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Alcalá); Andrés González Serrano (Docente de Planta de la Universidad Militar Nueva Granada); Laura Aragonés-Molina (Investigadora doctora del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá); y Juliana Rodríguez Patarroyo (Doctoranda del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá) nos cuentan en qué consiste esta actividad de simulación que sirve como herramienta de aprendizaje para los alumnos.

- ¿Cómo surge la idea de crear esta competición?

Las competiciones en litigación, también llamadas simulaciones de juicio, son muy frecuentes en el continente americano, pero en España apenas se han desarrollado. En los últimos 20 años, la Universidad de Alcalá se ha convertido en un referente para España e Iberoamérica en materia de investigación, docencia y transferencia del conocimiento sobre derechos humanos gracias, entre otras actividades, al Máster Universitario en Protección Internacional de los Derechos Humanos y a la línea de investigación sobre derechos humanos del Programa de Doctorado que ofrece el Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos (IELAT). Entre esta oferta académica, sin embargo, faltaba ofrecer una actividad relacionada con los derechos humanos que estuviera dirigida a los estudiantes de Grado y que respondiera a dos de los principales retos a los que se enfrenta la enseñanza universitaria en nuestros días: innovación docente e internacionalización.

Hace cuatro años, un grupo de profesores e investigadores en formación del Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos (IELAT), algunos de ellos vinculados a la Universidad Militar Nueva Granada de Bogotá, pusimos en marcha la primera edición de esta competición (ComLit) precisamente para cubrir esa laguna. Entendimos que la simulación de juicios era una metodología de innovación docente muy interesante que debía ser desarrollada en las universidades españolas. Además, la litigación internacional es una de las áreas prioritarias de trabajo del grupo de investigación ‘Derecho internacional público, Derecho de la Unión Europea y Derecho internacional económico’ de la Universidad de Alcalá en el que también participamos.

- La competición (ComLit) consiste en una simulación de litigio internacional, pero ¿de qué tipo de litigio internacional se trata?

ComLit simula un litigio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que es el tribunal internacional encargado de proteger los derechos humanos en el continente americano. Es un tribunal que cumple funciones análogas a las que desarrolla el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Europa. En este tipo de litigios generalmente es un particular quien interpone una reclamación contra un Estado cuando este último ha violado un derecho humano reconocido por un tratado internacional. Entendimos que comenzar con la simulación de litigios ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos era una buena manera para despertar el interés y la participación de las universidades iberoamericanas, que son las que están en la vanguardia de este tipo de actividades, aunque no renunciamos en un futuro a explorar otras formas de litigación internacional. En la práctica, la litigación internacional también abarca los litigios planteados por un Estado contra otro Estado (sobre temas relacionados con el Derecho internacional público), los litigios planteados contra individuos (sobre temas relacionados con el Derecho internacional penal) o los litigios planteados por empresas contra Estados (sobre temas relacionados con el Derecho internacional económico).

- ¿Se parecen estas simulaciones a la realidad? ¿qué figuras participan en la competición?

Tratamos de que la competición sea un fiel reflejo de la práctica de la litigación internacional. Cada año se prepara un caso hipotético que se distribuye a los participantes a mediados de octubre. Unos equipos ejercen el rol de demandante (víctima) y otros de demandado (Estado). Desde octubre hasta marzo los equipos preparan unos escritos de demanda y contestación a la demanda. En junio se celebra la fase oral y todos los equipos compiten entre sí ante tribunales formados por profesores, jueces y abogados expertos en la litigación internacional. Muchos de ellos son incluso jueces o letrados en los tribunales internacionales. Entre los jueces también contamos con varios compañeros de la Facultad de Derecho y del IELAT, así como con colegas de varias universidades iberoamericanas. Vaya por delante nuestro agradecimiento a todos ellos, por su generosa disposición para colaborar.

Junto a los 20 equipos participantes, formados cada uno de ellos por 2 o 3 estudiantes y 2 tutores, cada año colaboran 55 jueces para evaluar tanto la fase escrita como la fase oral de la competición. También contamos con la asistencia de un grupo de estudiantes de Grado que realizan tareas de secretarios de corte, prestando un apoyo logístico esencial a jueces y participantes. En suma, cada año logramos movilizar a unas 150 personas para desarrollar esta actividad.

- ¿Qué les aporta esta competición a los estudiantes?

La simulación de juicio es una actividad que transforma nuestra forma de enseñar y de aprender. Es una excelente oportunidad para que los estudiantes pongan en práctica todos los conocimientos adquiridos durante sus estudios universitarios y desarrollen habilidades y destrezas que, a menudo, no pueden practicar suficientemente en el aula, como la oratoria, tan importante en el ejercicio de la abogacía. En una simulación de juicio los estudiantes se ponen a prueba en una situación muy semejante a la realidad profesional en la que se verán cuando se incorporen al mundo laboral. Además, el contexto internacional en el que hemos querido desarrollar esta simulación les permite entrar en contacto con estudiantes de diferentes países y culturas, lo que les enriquece enormemente a nivel personal. Esta experiencia tan enriquecedora se completará cuando, en un futuro próximo, logremos poder también formar equipos de estudiantes de la Universidad de Alcalá para participar en otras competiciones internacionales, porque estamos convencidos de que esta actividad es un excelente instrumento de innovación docente que puede beneficiar a nuestros estudiantes.

- ComLit se organiza de manera conjunta por la Universidad de Alcalá y la Universidad Militar Nueva Granada de Bogotá ¿qué significa para ambas universidades trabajar en conjunto?

En efecto, firmamos un convenio de colaboración entre ambas instituciones para desarrollar esta actividad. Pero en estos cuatro años, además, hemos ido creando una red académica en la que participan varias universidades iberoamericanas y en torno a la cual hemos desarrollado algunos proyectos complementarios. Recientemente hemos publicado la obra colectiva “Control de convencionalidad. Perspectivas latinoamericanas”. Y entre los días 15-18 de junio celebraremos el I Congreso Internacional sobre litigación en Derecho internacional público. Nuestro objetivo es seguir ampliando esta colaboración progresivamente, incorporando actividades de innovación docente, investigación y transferencia del conocimiento. Contribuyendo, en la medida de nuestras posibilidades, al desarrollo de un Espacio Iberoamericano de Educación Superior. 

Publicado en: Entrevista