El estudio de estereotipos de género y el sexismo en centros educativos de adultos, mejor TFM en los Premios Francisca de Nebrija

La Universidad de Alcalá convoca anualmente los Premios Francisca de Nebrija, un reconocimiento a los trabajos Fin de Grado, Fin de Máster o tesis doctorales comprometidos con la promoción de la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.  Este año, el premio al Mejor Trabajo Fin de Máster  ha sido doble y unos de los premiados ha sido Aproximación al estudio de los estereotipos de género y el sexismo ambivalente en centros educativos para personas adultas de Andreea Gabriela Pana, dirigido por la profesora Esther Rivas Rivero.

- ¿Qué significa para ustedes recibir este reconocimiento?

- Es un verdadero honor recibir este premio, ya que surge de la tan necesaria iniciativa por parte de la Universidad de Alcalá de promover una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres a través del reconocimiento de la excelencia investigadora sobre igualdad de género. Es realmente gratificante contribuir a materializar esta promoción de la igualdad en la comunidad universitaria ya que, a través de nuestra investigación, sentimos que damos un paso más hacia la construcción de una Cultura de Igualdad. En ese sentido, nos enorgullece que nuestro trabajo haya sido premiado, valorándose así el esfuerzo, la constancia y la ilusión que ha supuesto esta investigación. 

- ¿Qué han investigado en este TFM?

- En este TFM buscábamos analizar las creencias y actitudes con respecto a los estereotipos de género y el sexismo ambivalente del alumnado matriculado en un Centro de Educación para Personas Adultas (CEPA), ubicado en el distrito de Aluche de la Comunidad de Madrid. Se quiso visibilizar este tipo de percepciones en alumnado adulto que asiste a este tipo de centros, siendo este tipo de muestras novedosas, puesto que constituye un grupo escolar con características específicas, con una identidad ya más madura, además de haber desarrollado una motivación más tardía respecto a la educación formal. En ese sentido, pensamos que un estudio con una muestra de personas adultas en proceso de formación podría aportar un enfoque más amplio de los procesos de cognición social que parecen desembocar en los estereotipos ligados a las actitudes sexistas hacia las personas en función de su categoría sexual-biológica.

- ¿Cuáles son las conclusiones más destacadas?

- Los resultados reflejan que, si bien el alumnado participante no presenta un elevado grado de acuerdo con las creencias estereotipadas de género y sexistas en sus dos componentes (benévolo y hostil), sí obtienen medias lo suficientemente llamativas como para contemplar la necesidad de incidir en cuestiones relacionadas con la igualdad de género. Además, aunque se hallaron diferencias estadísticamente significativas atendiendo al sexo y a la edad, también es reseñable que no existan diferencias estadísticamente significativas respecto a creencias que promueven la desigualdad de género como aquellas englobadas en la dimensión benévola del sexismo. Dichas creencias benévolas, menos rechazadas socialmente por su carácter encubierto y sutil en comparación con el tradicional sexismo hostil, están vinculadas con la perpetuación de la visión estereotipada de los sexos, así como con la transmisión intergeneracional del sexismo en la familia. En ese sentido, resulta fundamental conocer la aceptación de tales creencias por parte de las personas adultas en formación para seguir profundizando en los cambios que requiere el sistema educativo para garantizar una coeducación efectiva, así como para eliminar la desigualdad de género.  

- ¿Qué les ha aportado personalmente este trabajo?

- Principalmente nos ha aportado la oportunidad de conocer el trabajo que llevan a cabo desde los Centros de Educación para Adultos, visibilizando así un colectivo poco estudiado. Vivimos en una sociedad en constante cambio que nos hace reflexionar sobre la importancia del acceso a la educación y, consecuentemente, de lo trascendental que resulta el aprendizaje a lo largo de la vida. Garantizar el aprendizaje a lo largo del ciclo vital es posible gracias a personas como María José, orientadora y profesora del CEPA Aluche, una persona con vocación, generosa, empática, humilde y, sobre todo, una persona facilitadora. Gracias a personas como ella nos damos cuenta de que la clave de la educación de calidad no solo está en la innovación, ni en aplicar metodologías novedosas, sino la calidad humana del centro educativo, atendiendo a las necesidades y circunstancias de cuantas personas se encuentran escolarizadas con su historia de vida, que determina mediante muchos condicionantes la ideología e identidad.

Por otra parte, gracias a este trabajo, hemos podido abrir una línea de investigación muy necesaria para poder seguir trabajando en pro de una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, además de visibilizar la labor científica que se realiza desde nuestra universidad en materia de igualdad de género. 

- ¿Existen diferencias entre el sexismo y los estereotipos que se dan en centros educativos para adultos y para niños/adolescentes?

- Lo cierto es que la mayoría de los estudios que abordan cuestiones relacionadas con la igualdad entre hombres y mujeres realizados desde la Universidad de Alcalá (UAH) se han llevado a cabo con población universitaria o adolescente de Educación Secundaria, reflejando dichos estudios resultados similares en cuanto a la imperiosa necesidad de incidir sobre la desarticulación de las creencias sexistas y los estereotipos de género desde cualquier ámbito educativo para deconstruir las formas de pensamiento que mantienen la desigualdad aun como un problema social. 

 - ¿Tienen previsto seguir con esta línea de investigación?

- No descartamos en absoluto continuar con esta necesaria línea de investigación. Consideramos que el estudio de las percepciones y procesos de cognición social en materia de sexismo y estereotipos de género del alumnado adulto resulta clave para seguir profundizando en los cambios que requiere el Sistema Educativo, que, dado su carácter socializador, es un instrumento idóneo para prevenir y actuar sobre la desigualdad de género y consecuentemente, sobre el fenómeno de la violencia de género, si bien, se ha de contar con el compromiso de quienes socializan en cualquier etapa y tramo educativo para ir adquiriendo una igualdad real.  

Publicado en: Entrevista