La UAH premia un proyecto europeo que promueve la incorporación de los ciudadanos en el diseño e implementación de políticas públicas
El profesor de la Universidad de Alcalá, Luis Rubalcaba, ha recibido el premio al 'Mejor proyecto europeo de investigación' en los premios de Investigación y Transferencia 2022 por su liderazgo en el proyecto COVAL, que pretende mejorar la participación pública en la política y administraciones europeas.
- ¿Qué significa para usted recibir este reconocimiento?
- Mi primera reacción es de gratitud. En reconocimientos como este, hoy dos opciones: se puede pensar que uno se lo merece porque lo vale y ha trabajado duro, o bien, aunque lo anterior sea verdad, se puede tener una actitud agradecida, basada en reconocer una serie de circunstancias y de personas que te han llevado hasta este punto. Esta segunda opción es la mía, y más en este caso cuando el origen del proyecto fue totalmente imprevisto. Esto me pasó cuando me propusieron escribir la propuesta y liderar el consorcio del proyecto COVAL que ha recibido el premio. El origen fue una invitación que me llegó sin buscarla. Fue un colega noruego que me conocía de proyectos anteriores y que pensó que yo era la persona ideal para liderar el proyecto. Volvía de Estados Unidos y me paré en Oslo para una reunión de trabajo en la que se fraguó todo. Por supuesto, después vino un trabajo muy intenso y nada fácil, tanto en la preparación de la propuesta, como en los tres años y medio del proyecto, con COVID incluido.
Todo ese tiempo ha sido motivo de agradecimiento por las muchas cosas buenas que han pasado de un modo que yo no me podía haber imaginado. En especial, estoy agradecido a la toda la gente del equipo que ha participado activamente en el proyecto, al personal de gestión de investigación, a la oficina europea y a la gerencia de nuestra universidad, y a los colegas de los diferentes países socios. Agradecimiento especial para Cristina Suárez, que se ofreció a recoger el premio dada mi estancia de investigación en Estados Unidos. Y, por último, y a la vez lo primero, también debo manifestar mi gratitud a mi mujer e hijos, que han tenido que sobrellevar las muchas horas de trabajo dedicadas al proyecto y a mi vida universitaria en general.
- ¿En qué ha consistido el Proyecto de Investigación premiado?
- COVAL es un proyecto que ha querido contribuir, aunque fuera en pequeña medida, a un mejor diseño de la política pública. La propuesta quería ayudar a inspirar las transformaciones en las administraciones públicas europeas desde el aspecto de la co-creación y la innovación. Entendemos que para mejorar las administraciones públicas hay que hacer muchas cosas, pero una muy importante es pasar de la mentalidad de hacer política y trabajo en el sector público 'para' los ciudadanos, algo ciertamente necesario, a hacer política y trabajo en el sector público 'con' los ciudadanos, que supone un paso adicional. La inclusión de los usuarios finales en el diseño e implementación de actividades innovadoras del sector público, ha sido el gran reto del proyecto.
En COVAL hemos estudiado el tema desde la teoría y desde la acumulación de nuevas evidencias empíricas -como a través de una nueva encuesta europea y de estudios de caso- en diversos ámbitos de la innovación pública. Nos hemos centrado, en particular, en investigar la transformación digital de las administraciones, los living-labs (entornos de experimentación) públicos y las redes de cooperación público-privadas para generar innovaciones sociales. Además, también hemos desarrollado una parte práctica del proyecto para apoyar la difusión e implementación de mejores prácticas, el monitoreo del estado de la co-creación en Europa, y recomendaciones de política pública.
- ¿Cuáles han sido los resultados de este trabajo?
- El principal resultado del proyecto es que la co-creación de valor público requiere un entendimiento de la participación ciudadana de un alcance muy superior al que se suele entender. A veces, parece que con un presupuesto participativo en un ayuntamiento o con una consulta pública en internet para una reforma legislativa, ya hemos resuelto la cuestión de implicar a los ciudadanos. Esto es falso. Existe una lógica de la co-creación que va más allá de la mera participación.
El antropólogo social del instituto Max Planck en Suiza, Michael Tomasello, sitúa la diferencia entre la participación humana y a la participación animal, en lo que él llama la 'intencionalidad compartida' que es propia de los seres humanos. Esto es lo que nos hace diferentes de cualquier otra especie: no el mero trabajar juntos, sino el trabajar juntos desde lo que piensa y necesita el otro, donde se requiere un cierto tipo de empatía, de ponerse en la posición del otro. Esto tiene implicaciones enormes para cualquiera de nosotros, para el sector público y para la sociedad entera. Trabajar pensando en ayudar a hacer un mundo mejor es, antes que nada, trabajar mirando a los que tienes delante (alumnos, clientes, usuarios, compañeros), desde su necesidad, que es la misma que la propia necesidad de uno. Partiendo de esta base antropológica pueden surgir luego todo tipo de iniciativas de co-creación.
Un aspecto importante es el tercer sector. Las mejoras prácticas identificadas en el proyecto no son el fruto del trabajo directo con algunos ciudadanos seleccionados al azar o en respuesta a intereses creados, sino que son el fruto de la participación de entidades del tercer sector (fundaciones, ONGs, asociaciones) que permiten representar a los ciudadanos y poner a disposición conocimiento necesario y personal cualificadas para la co-innovación.
- ¿En qué proyectos está trabajando actualmente?
- Ahora estoy siendo otra vez el coordinador científico de un proyecto europeo, del programa Horizonte Europa sobre el ámbito de las bibliotecas (LibrarIN). Este verano tuve la ocasión de estar como profesor visitante en la Universidad de Harvard donde mostraron mucho interés en la innovación que puedan desarrollar sus 23 bibliotecas, en las que trabajan más de 800 empleados. Las mejores bibliotecas del mundo están buscando hacer frente al desafío de Internet y al cierto vaciado de función social: el hecho de que ya no se necesita ir a una biblioteca cuando todo se encuentra en Internet, supone un gran reto. Las bibliotecas están llamadas a redescubrir una función social nueva que las devuelva a un lugar prominente como centros del conocimiento y de transferencia. Tenemos un trabajo estupendo por hacer en los próximos tres años. Además de LibrarIN, estoy ayudando a rematar algunos trabajos y publicaciones del proyecto COVAL, y participo, entre otras cosas, en la comisión del campo 8 de la Aneca para los sexenios. Trabajo no me falta.
Publicado en: Entrevista