La UAH premia un proyecto empresarial que elaborará bioplásticos para envases

La Universidad de Alcalá ha otorgado un accésit a la mejor empresa de base tecnológica en los premios de Investigación y Transferencia 2021  a Marta Elena González Mosquera, Miguel Palenzuela Cebrián, Dña. Valentina Sessini, Vanessa Tabernero, Gerardo Jiménez y Christopher Whiteoak, por su proyecto empresarial SUSPOL-Polímeros Sostenibles.

- Enhorabuena por el premio, ¿qué significa para vosotros este reconocimiento?

 - M. E. González Mosquera: la iniciativa de querer fundar esta pequeña empresa de base tecnológica es fundamentalmente de Miguel, que está en su último año de doctorado.

Para nosotros supone un gran espaldarazo porque, aunque tu idea te puede resultar muy atractiva, no siempre consigues transmitir ese entusiasmo o demostrar por qué es interesante y viable. Entonces, tener este reconocimiento por parte de la Universidad es muy importante para los investigadores nóveles. Son premios que están muy bien planteados porque incluye una asesoría para dar el salto del mundo académico al empresarial.

- M. Palenzuela: estoy de acuerdo. La idea surgió al plantearme qué haría después de la tesis a raíz del trabajo que venimos desarrollando en el grupo sobre la síntesis de polímeros, que son materiales que pueden usarse en aplicaciones reales. El premio supone validar el trabajo que hacemos en el laboratorio y que realmente puede traspasar los límites académicos y llegar al mundo empresarial y así revertir beneficios en la sociedad. Además, el premio en sí es muy valioso, no solo en lo monetario, ya que la Fundación para el Conocimiento Madri+D nos ofrece asesoría jurídica y la supervisión de un mentor experto en el nacimiento de nuevas empresas.

- ¿En qué consiste vuestro proyecto?

- M. Palenzuela: en la producción de nuevos bioplásticos para que se empleen en el envasado de alimentos, ya que es un área que cubre fundamentalmente el plástico convencional y que mayores retos presenta en términos de reciclaje. De esta manera se reutilizan los materiales y se contribuye a la economía circular.

- ¿Qué bioplásticos serían?

- M. Palenzuela: bioplásticos, algunos bio basados y/o biodegradables. Los polímeros que hemos creado son derivados del limoneno, un compuesto muy abundante en la cáscara de naranja. Hemos realizado mezclas con bioplásticos comerciales como el PLA, obtenido a partir del ácido láctico. También trabajamos con polímeros derivados de otros productos biobasados (aquellos plásticos cuyos monómeros provienen de recursos naturales y no fósiles) de naturaleza similar obtenidos en la destilación de la resina de coníferas, proceso muy empleado en la obtención de aguarrás.

La clave es que estos plásticos no solo sean biodegradables, sino que sean compostables.

- ¿En qué punto está ahora el proyecto?

- M. Palenzuela: todavía tenemos mucho que andar desde el punto de vista de la empresa, ya que conlleva la realización de muchos ensayos y certificaciones de estos materiales como compostables. El proyecto se encuentra en un estadio muy inicial, pero esperamos desarrollar e ir consiguiendo financiación para crear prototipos y obtener las certificaciones.

Hemos creado filmes, láminas muy finas, pero sin una aplicación directa como tal, lo que representa la prueba de concepto para el proyecto. La idea ahora es desarrollar prototipos como botellas, bolsas para envasado de alimentos bajo atmósfera controlada y todo tipo de materiales para envases, donde se muestre la aplicabilidad de nuestro material.

- ¿Por qué es novedoso? ¿no hay empresas que se dedican a ello?

- M. Palenzuela: sí existen y son grandes multinacionales que tienen un mercado para ellas solas, por así decirlo. Pero los materiales que venden son muy mejorables porque los bioplásticos actuales tienen una gran cantidad de aditivos y, en muchas ocasiones, todos esos aditivos son los que dificultan que realmente ese plástico sea compostable o biodegradables.

En nuestro caso, las mezclas que hemos desarrollado han demostrado que algunas características o algunas propiedades mecánicas se mejoran con los aditivos biobasados que sintetizamos.

Nuestro fin, por así decirlo, no sería crear el producto acabado, sino suministrar el material para que otras empresas produzcan los envases.

- ¿Qué beneficios tendría para una empresa de envases comprar vuestro material?

- M. Palenzuela: desde el año pasado existen legislaciones gubernamentales y europeas destinadas a la restricción del uso de plásticos en los envases. Por ejemplo, ya no se venden cubiertos o vasos de plástico. En los supermercados seguimos encontrando plásticos de un solo uso, pero biodegradables. Nuestro objetivo no es sólo vender esa materia prima, sino también ofrecer soluciones a esos clientes para retornar esos envases plásticos y poder distribuirlos a esas empresas que se encargan de reciclar y hacer el compostaje. Como parte de un grupo de investigación, estamos en contacto con muchos sectores de este ciclo de vida del plástico y nos interesa poner en contacto a las distintas partes para poder cerrar ese ciclo sosteniblemente.

- ¿Saldría rentable a la empresa?

- M. Palenzuela: ese es un factor que hay que tener muy en cuenta, porque es cierto que los bioplásticos siempre van a ser más caros que los plásticos convencionales, pero confiamos en que llegará un punto en el que se equiparen en precio, ya que el precio del crudo se está encareciendo. Hay que tener en cuenta las ventajas fiscales que tienen las empresas que emplean bioplásticos en vez de plásticos convencionales, que podrían llegar a equiparar esos gastos. Hay muchas compañías que son ellas mismas las que tienen la iniciativa de sustituir parte del plástico convencional que usan.

- M. E. González Mosquera: depende mucho de la legislación que está fomentando el uso de plásticos biobasados. Queremos buscar soluciones a problemas reales, como el que existe en este momento con el plástico y sus residuos. Aunque actualmente dependemos de este a todos los niveles de producción, es importante buscar soluciones que nos permitan usar este material de una manera más sostenible. De cara a lo que nos preguntabas de si es interesante este proyecto para una empresa, creemos que lo es, y también lo que no cabe duda es que sí es interesante para el planeta. 

Publicado en: Entrevista