'La igualdad de mujeres y hombres es una conquista de toda la sociedad, no sólo de las mujeres'
María Sarabia es Profesora Titular en el área de Organización de Empresas y Directora del Aula de Debate y Oratoria de la Universidad de Alcalá y analiza la presencia de mujeres en carreras científicas, así como su liderazgo en puestos directivos.
- Como profesora de Economía de la Empresa en distintos grados de Negocios, Electrónica y Telecomunicaciones, ¿observa igualdad de presencia entre hombres y mujeres entre sus alumnos y alumnas? ¿Cómo cree que desde la Universidad se podía fomentar una equidad?
Las aulas son un reflejo de nuestra sociedad, de cómo hoy las mujeres tenemos presencia en carreras relacionadas con áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas; pero aún nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar una presencia equilibrada de mujeres y hombres en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). Estamos aún en un proceso de transición de una sociedad de roles repartidos entre mujeres y hombres a una sociedad de roles compartidos. Todavía hoy el rol del cuidado (de hijos, de mayores, de personas dependientes…) y, por tanto, todas las disciplinas universitarias relacionadas con ello, especialmente las biosanitarias, se asumen como un camino natural de desarrollo profesional para las mujeres. Es necesario seguir apostando por la eliminación de los estereotipos educativos que hacen que las mujeres sigan eligiendo, mayoritariamente, unos sectores profesionales frente a otros.
La Universidad de hoy en día es también un reflejo de nuestra transformación como sociedad. La presencia de mujeres en los órganos de decisión de los departamentos, las facultades, escuelas y consejo de gobierno es fundamental para alcanzar una igualdad de personas sin importar su sexo, su edad, su grado discapacidad o cualquier otra circunstancia que pueda ser fuente de discriminación.
- Según un informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las empresas que cuentan con mujeres entre los puestos directivos reportan más beneficios, ¿A qué cree que es debido?
Cuando una mujer llega a un puesto directivo ha tenido que demostrar un alto nivel de competencia profesional y superar también esas barreras invisibles que limitan su acceso a la promoción laboral y que son causa de brecha salarial. Mujeres y hombres excepcionales son más que capaces de generar beneficios excepcionales. Pero la excepción no puede ser la norma. Hemos de seguir trabajando por una sociedad donde el mérito y la capacidad sean reconocidos independientemente del sexo, la edad o cualquier otra etiqueta que fomente la desigualdad.
- Como directora de la iniciativa Debate y Oratoria en la UAH, ¿cree que las mujeres están lo suficientemente representadas en los debates públicos/políticos de la sociedad?
La igualdad de mujeres y hombres es una conquista de toda la sociedad, no sólo de las mujeres. Mientras existan mujeres que cuestionen su decisión de ser madres por miedo al despido o que sacrifiquen su promoción laboral por el cuidado familiar, la desigualdad seguirá presente. Por eso, es fundamental que las mujeres y los hombres nos involucremos en la corresponsabilidad y en la conciliación, de manera que exista libertad para decidir ser madres y padres o para no serlo; libertad para las mujeres y hombres que quieran hacer un parón laboral y dedicarse a sus hijos por completo durante la época de crianza sin que se les etiquete negativamente, a ninguno de los dos, en el plano laboral; libertad para que las parejas que decidan compartir el rol del cuidado de sus hijos y sus mayores lo puedan hacer sin sacrificar, ninguno de los dos, sus carreras profesionales; y libertad también para que una mujer decida dedicar unos años de su vida al cuidado de su familia en exclusiva, haciéndolo porque quiere y no porque socialmente se ha visto obligada a hacerlo. Hemos de trabajar por una sociedad que construya caminos de retorno laboral para esas mujeres y esos hombres que deciden, en libertad, ejercer el rol del cuidado. La desigualdad desaparece cuando también los hombres denuncian, en debates públicos y/o políticos, las discriminaciones en el entorno social y profesional que sufrimos las mujeres por el mero hecho de serlo.
- En el día de hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer, ¿qué le gustaría aportar?
La revolución femenina no es una guerra de sexos es la construcción de una sociedad mejor para todos, es una cuestión de justicia y de progreso. La realidad es que las mujeres aún somos invisibles en muchos ámbitos y eso hace que perdamos más del 50% del talento de nuestra sociedad, que representamos las mujeres, y eso no lo podemos permitir. El talento femenino es un sello de éxito propio que hemos construido todas las mujeres a lo largo de la historia. Si hemos puesto en valor ese sello femenino de éxito es porque también muchos hombres, a lo largo de la historia, lo han reconocido y lo han visibilizado. Celebrar el Día de la Mujer seguirá siendo de capital importancia mientras siga existiendo una sola mujer en el mundo que sea víctima de cualquier tipo de violencia o discriminación solo por el mero hecho de ser mujer. Hemos de ser capaces de construir una sociedad donde hablemos de personas, donde no sea noticia que una mujer lidera una empresa multinacional o que una mujer gana un Premio Nobel. Lo que verdaderamente hace avanzar a una sociedad es conseguir que las personas, sin importar su sexo, tengan todas las posibilidades para desarrollar su proyecto profesional y personal en libertad. Y en el caso de las mujeres, aún queda mucho camino por andar.
Publicado en: Entrevista