Jiménez Piernas, experto en derecho internacional, nombrado jefe de la Asesoría Jurídica Internacional del MAEC

El catedrático de Derecho Internacional Público de la UAH, Carlos Jiménez Piernas, ha sido nombrado jefe de la Asesoría Jurídica Internacional (AJI) del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC)

 

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Carlos Jiménez Piernas.

En esta entrevista habla de sus nuevas responsabilidades, que le obligan a abandonar las actividades docentes e investigadoras en comisión de servicio, y de los retos que tiene por delante

-¿Cuáles van a ser sus funciones como jefe de la Asesoría Jurídica Internacional (AJI) del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación?
-La Asesoría Jurídica Internacional es un órgano técnico que depende directamente de la Subsecretaría del MAEC y se ocupa de asesorar e informar a la Administración General del Estado en todo lo relacionado con el Derecho Internacional. Es obvio que sus funciones se desarrollan y sirven sobre todo al MAEC, pero está a disposición y también trabaja para otros Ministerios y, llegado el caso, para la Presidencia del Gobierno. Como Jefe de la AJI debo dirigir el equipo de excelentes profesionales (diplomáticos y profesores) que la integran, atendiendo como mejor se pueda las solicitudes de asesoría y ayuda técnico-jurídica de los órganos de la Administración que así lo demanden. Aunque he perdido, por decirlo suavemente, mucha calidad de vida, es un puesto de trabajo ideal para cualquier internacionalista. Te permite estar en contacto permanente con la práctica internacional. Vivirla en directo.   

-¿Cuáles son los retos más inmediatos que tiene que afrontar en su puesto?

-Comprenderá que deba ser discreto a este respecto. En general, la AJI se ocupa de todos aquellos asuntos para los que se la requiera, siempre que tengan un elemento o componente internacional. Bien entendido que la AJI pocas veces se permite tomar la iniciativa, sino que está siempre a expensas de la oportuna solicitud de cualquier órgano de la Administración con competencia suficiente para dirigirse a ella. Por tanto, aunque un asunto tenga un elemento o componente internacional, eso no garantiza necesariamente la intervención de la AJI si no es requerida para asesorar e informar por parte del órgano competente.       

-¿Somos conscientes en España de la importancia de este tipo de órganos que, sin duda, son necesarios para un desarrollo óptimo de nuestras relaciones internacionales?  

-Es normal que los medios de comunicación y la opinión pública estén mucho más pendientes de la posición y declaraciones de los líderes políticos y de los representantes del Estado con capacidad para obligarle internacionalmente, como sería el caso del presidente del Gobierno o del ministro de Asuntos Exteriores. El papel de los órganos técnicos siempre quedará en un segundo plano. Entre otras consideraciones porque, en última instancia, la decisión sobre cómo se conduzca el Estado en un determinado asunto es responsabilidad de sus órganos políticos. Dicho esto, creo muy de verdad que todo lo que se haga para mejorar a futuro las capacidades de la AJI siempre será en beneficio del Estado, ya que permitirá a los órganos competentes tomar su decisiones con más conocimiento de causa.           

-¿Continuará compaginando su actividad docente e investigadora con su nueva responsabilidad o es imposible?

-He pasado a desempeñar el cargo en el MAEC en comisión de servicio. El departamento de Ciencias Jurídicas y el Rectorado me han dado todas las facilidades y quiero manifestar públicamente mi agradecimiento por ello. Por tanto, he dejado temporalmente mi puesto de trabajo en la UAH. La Jefatura de la AJI es un puesto de confianza; por definición, es un cargo a término. Antes o después, volveré a la UAH. Es un magnífico privilegio de los profesores universitarios saber que tu cese o dimisión en un cargo de confianza te permite volver a tu alma mater a seguir desempeñando tus tareas docentes  e investigadoras. Sin más. Por ahora, me costará mucho publicar, aunque es probable que saque de vez en cuando alguna cosa si las obligaciones del cargo me lo permiten. Pero será difícil. Es paradójico que el contacto con la práctica y lo mucho que se aprende en un puesto como este no se traduzca en más publicaciones. Pero las exigencias del trabajo diario en la AJI, que es muy absorbente, además deI deber de confidencialidad, me lo impiden.

 

Publicado en: Entrevista