En verano: La gripe aviar, ¿próxima pandemia?
Como cada verano, el Diario Digital muestra algunos de los contenidos con mayor impacto durante el curso académico:
El Catedrático Emérito de Microbiología de la UAH, Fernando Laborda, analiza si esta enfermedad puede convertirse en una nueva amenaza para la salud humana.
Se calcula que existen miles de virus que afectan a diversas especies animales y que hoy por hoy no afectan al ser humano, pero que, bien por azar o por algún tipo de práctica negligente, pueden en algún momento dar el salto de especie y convertirse, como en el caso del SARS-CoV-2, en patógeno humano.
Los virus son parásitos obligatorios, necesitan infectar a células vivas para reproducirse, pero sólo puede entrar y reproducirse en aquellas células que en su membrana externa posean un receptor, una molécula, a la que reconocen. Por ello, los virus son selectivos y sólo pueden infectar a determinados animales y dentro de ellos solamente a aquellos tejidos cuyas células posean el receptor adecuado. Podemos compararlo con el binomio llave-cerradura. El virus, en su estructura, posee una llave que le permite entrar y reproducirse en aquellas células que posean la cerradura (molécula/receptor) adecuada.
Ahora bien, la estructura-llave del virus puede cambiar, mutar por diversas razones y así puede llegar a entrar e infectar a otras células con otros receptores (cerraduras) distintas. Dando, posiblemente, lugar a infectar a otros animales distintos a los suyos específicos, lo que se conoce como salto de especie.
- ¿Qué es la gripe aviar?
- Es una enfermedad producida por unos virus de la gripe que afectan específicamente a las aves.
- ¿Qué son los virus de la gripe?
- Estos virus se encuentran englobados en la familia de los Ortomixovirus, que son cercanos y parecidos a los de la familia de los Coronavirus, que desgraciadamente hemos conocido en profundidad en los últimos tiempos, si bien presentan diferencias sustanciales.
Tanto los Ortomixovirus como los Coronavirus son virus cuyo ácido nucleico es ARN y ambos poseen una envoltura externa que presenta unas estructuras (espículas) que actúan como llaves para entrar en las células a las que van a infectar.
Mientras que el ARN de los Coronavirus es una sola cadena, los Ortomixovirus poseen 8 cadenas distintas. Lo que le supone una gran capacidad de mutación.
En cuanto a la envoltura, los Coronavirus poseen un único tipo de espícula, la denominada S, de la que tanto hemos oído hablar por sus mutaciones para dar lugar a distintas variantes y para la producción de vacunas adecuadas. Por su parte, los Ortomixovirus poseen en su envoltura 2 tipos de espículas, la H (Hemaglutinina) y la N (Neuraminidasa), que cumplen funciones distintas. Mientras las H podemos decir que cumplen la función de llave que le permite reconocer y entrar en las células susceptibles; las N funcionan como tijeras, ayudando al virus a liberarse de la célula en la que se ha formado e infectar a otras células. De la espícula H se conocen 18 tipos distintos y de la N 11, lo que da lugar a decenas de virus distintos. Siendo el H5N1 el que en estos momentos está provocado gran preocupación.
Los virus de la gripe o influenza se clasifican en 4 especies distintas: A, B, C y D. Se diferencian entre sí por variaciones en la composición de unas proteínas internas que poseen, por los animales a los que infectan y por el tipo y virulencia de la enfermedad que producen.
El virus Influenza A afecta a aves y algunos mamíferos, incluido el ser humano.
El virus Influenza B afecta a focas y al ser humano únicamente.
El virus Influenza C afecta al ganado porcino y al ser humano.
El virus Influenza D afecta al ganado porcino y bovino.
A lo largo de la historia el ser humano ha sufrido distintas pandemias de gripe producidas principalmente por el virus Influenza A H1, H2 y H3.
- ¿Qué características presenta la gripe aviar?
- La gripe aviar está producida por diferentes subtipos del virus Influenza A, pudiendo englobarse en 2 grupos: los virus Influenza Aviar Alta Patogenicidad (IAAP) y los de Baja Patogenicidad (IABP). Siendo los subtipos derivados del H5 y del H7 los más importantes en cuanto la producción de gripe aviar.
En este contexto, hay que distinguir las diferentes aves en dos grupos significativos: las denominadas aves migratorias y las aves de corral.
Las aves migratorias son, generalmente, portadoras asintomáticas del virus de la gripe aviar, por lo que pueden trasladar las distintas variedades del virus a lugares muy distantes, favoreciendo su dispersión a nivel mundial. Estas aves infectadas excretan el virus por las heces, por lo que contaminan las aguas de los lugares donde reposan o permanecen tras su periplo migratorio; además, los virus presentes en las heces secas pueden fácilmente dispersarse con las corrientes de aire. Estos virus se transmiten por aerosoles.
Las aves de corral, por el contrario, son muy susceptibles al virus Influenza A. En el caso de infección por los virus de baja patogenicidad (A H7N2 por ejemplo) el animal sufre una sintomatología leve, con descoordinación, falta de apetito, con disminución de la capacidad ponedora de huevos, pero se suelen reponer fácilmente al cabo de unos días. Sin embargo, la infección por virus IAAP (como es el caso de la A H5N1) provoca una enfermedad muy seria, en la mayoría de los casos con una mortandad del 100% en sólo 48 horas.
Cuando en una granja avícola aparece algún caso de fiebre aviar por virus IAAP es necesario sacrificar a todas las aves de la misma explotación, no sólo para evitar que se trasmita a granjas cercanas, sino también para evitar la multiplicación masiva del virus, lo que puede conllevar a la aparición de mutaciones que resulten en cepas con capacidades imprevisibles.
Conviene aclarar que existen vacunas para proteger a las aves frente a la gripe aviar, que, si bien, no son 100% eficaces, pueden aminorar mucho la situación tras la infección en una explotación avícola.
Hoy en día hay un elevado estado de preocupación por la dispersión, a nivel mundial, del subtipo A H5N1, uno de los de más alta patogenicidad conocida.
Una resultante del curso actual de la gripe aviar con millones de aves muertas, bien directamente o por sacrificio sanitario, es el desabastecimiento y el incremento del precio de la carne de pollo y de los huevos. Derivada económica a tener en cuenta, además de la estrictamente sanitaria.
- ¿El virus de la gripe aviar afecta al ser humano?
- En principio la contestación es no, sin embargo, hay que aclarar que en el año 1997 se dio un brote en un mercado de Hong Kong donde 18 trabajadores resultaron infectados del virus de la gripe aviar, la mitad de los cuales fallecieron. Se produjo, en aquel momento, una gran alarma sanitaria mundial y se sacrificaron millones de aves. Dichosamente, no se desarrolló la pandemia que era esperable, pero sí que se mantuvo la alarma y desde entonces se ha mantenido una estrecha vigilancia sanitaria sobre esta posible trasmisión a seres humanos.
Desde el 2003 al 2023 se han reportado 868 casos de gripe aviar en humanos, de los cuales 457 fallecieron. Lo que muestra una tasa de mortalidad muy alta, del 53% (para el virus SARS-CoV-2, agente etiológico productor de la COVID-19, se estima una tasa de mortalidad del 1,5%). En los 457 casos de los fallecidos por gripe aviar se encontró el subtipo A H5N1.
Estas cifras de los casos reportados en 20 años no se consideran representativas de que exista una trasmisión del virus de la gripe aviar al ser humano, máxime si lo comparamos con los millones de personas que anualmente contraer el virus de la gripe humana. Los esporádicos casos de fiebre aviar en humanos se han dado en trabajadores o personas que se encuentran continuamente muy en contacto con aves infectadas pero, en los casos estudiados, se ha visto que no se produce trasmisión directa de persona a persona, aunque hay sospechas de 1 caso en donde podría haber ocurrido.
En octubre del año pasado se dio un brote de fiebre aviar en una explotación avícola en Fontanar (Guadalajara). Dos de los trabajadores dieron positivo para el A H5N1, sin consecuencia alguna.
En el ser humano los principales síntomas de la gripe aviar son fiebre alta, tos, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de garganta y falta de aire; síntomas que empiezan a aparecer entre 2 y 7 días después del contagio.
En los casos gripe aviar el fallecimiento de las personas infectadas parece estar asociada a una sobre actuación del sistema inmune del enfermo: la aparición de una denominada “tormenta de citoquinas”; lo que se asemeja mucho a los casos de fallecimientos por COVID-19.
Hoy día existe una gran preocupación porque alguna de las variantes de IAAP del subtipo A H5N1 pueda ir mutando y llegar a producir el salto de especie para afectar al ser humano. Concretamente el clado (variante) 2.3.4.4b, detectado en 2022 en una granja de visones en La Coruña, posee, en uno de sus genes, una mutación (T271A) poco habitual. Estudios desarrollados “in vitro”, indican que los virus que poseen esta mutación tienen una mayor facilidad para infectar a los mamíferos, incluidos los seres humanos.
Aunque la situación es preocupante, conviene aclarar que existen tanto compuestos antivirales como vacunas que nos pueden ayudar a controlar la enfermedad en humanos. Además, y dado el nivel de preocupación, se están desarrollando nuevas vacunas contra la gripe aviar; alguna de las cuales son del tipo mARN, semejante a las vacunas que tan buen resultado han dado en el control de la COVID-19.
En cualquier caso, a los trabajadores de las granjas avícolas se les recomienda la vacunación para la gripe estacional, ya que puede conferirles un adecuado grado de protección frente a la gripe aviar.
- ¿Es seguro el consumo de carne de pollo y huevos?
- Hoy por hoy, sí. De todos modos, es conveniente consumirlos debidamente cocinados y no crudos. En cuanto a los huevos es recomendable lavar la cáscara antes de consumirlos. Práctica que, además, ayuda a prevenir enfermedades producidas por otros patógenos.
- ¿Puede la gripe aviar convertirse en una nueva pandemia para el ser humano?
- Sin alarmar, pero siendo conscientes de la historia sanitaria de la humanidad y de la situación sociológico-cultural actual, es probable que, en un plazo de tiempo no muy lejano, se produzca una nueva pandemia de origen viral; siendo el virus Influenza A H5N1 uno de los más indicados para ser el protagonista. Sin embargo, no hay que descartar, tal y como ocurrió con el SARS-CoV-2, que aparezca un nuevo virus de origen animal responsable de la misma. Por ello, es conveniente recordar la experiencia adquirida en la, aún, pandemia de la COVID-19 y no bajar la guardia, manteniendo el nivel de alerta mundial y potenciando la investigación científica que, tal y como se ha demostrado recientemente, es la mejor arma de que disponemos para enfrentarnos a una posible nueva pandemia.
Publicado en: Entrevista