El hongo de ‘The last of us’ es real, pero ¿puede vivir en el cuerpo humano?

Manuel Peinado, catedrático del departamento de Ciencias de la Vida y director del Real Jardín Botánico Juan Carlos I de la Universidad de Alcalá, explica las características del hongo Cordyceps que tan famoso se ha hecho gracias a la serie de televisión The last of us.

- En The last of us el hongo Cordyceps muta y es capaz de infectar a los humanos, ¿puede pasar este suceso en la realidad?

- La serie narra un mundo postapocalíptico en el que la humanidad ha desaparecido casi por completo debido a una pandemia provocada por un hongo que convierte a los humanos en monstruos deformes sedientos de sangre. Por resumir, ese es un escenario imposible habida cuenta de las condiciones ecológicas en las que prosperan los hongos y la complejidad de los sistemas nervioso e inmunológico humanos.

Las mutaciones producen cambios pequeños, no como para conseguir un cambio tan radical. Es como si pensáramos que de un día para otro por una mutación los peces salieran del agua y se pusieran a caminar tierra adentro o que los humanos echáramos a volar. Se necesitarían millones de años de evolución para que unos hongos especialistas en parasitar determinados insectos pudieran infectar a humanos. Por un lado, los insectos son de sangre fría (su temperatura corporal es idéntica a la del aire que los rodea) y los hongos, en general, prefieren temperaturas frescas por lo que es muy difícil que prosperen en animales de sangre caliente. Esa es una de las razones por las que la mayoría de las infecciones fúngicas suelen ser dermatomicosis superficiales como el pie de atleta o la tiña.

Por lo demás, los Cordyceps no podrían vencer a nuestro sistema inmunológico, mucho más complejo y evolucionado que el de un insecto. Otro tanto ocurre con nuestro sistema nervioso. Nuestro cerebro es infinitamente más complejo que los cerebros de los insectos.

- La serie, ¿se ajusta a las evidencias científicas?

- Lo único que tiene de cierto la serie es que hay unos hongos, los Cordyceps, que parasitan a insectos y utilizan sus cuerpos primero para alimentarse de ellos sin tocar el cerebro. Luego, el insecto parasitado y casi consumido se mueve torpemente y trepa al extremo de alguna ramita para que las estructuras reproductoras del hongo, las esporas, que se diseminan por el viento, puedan esparcirse con mayor facilidad e infectar a otros insectos. 

- ¿Cuáles son las características del hongo Cordyceps? ¿A qué animales puede infectar?

- Aunque algunos hongos del género Cordyceps, que comprende unas 400 especies, son parásitos de otros hongos, la mayoría son parásitos de insectos (por eso se dice de ellos que son entomopatógenos, del griego entomos, insecto y pathos, enfermedad). Algunas especies de este género son capaces de afectar a la conducta de su insecto hospedador. El más conocido de ellos y en el que se basa la serie, es Cordyceps unilateralis. Cuando un insecto es parasitado por este hongo altera su comportamiento habitual, lo que lo hace subir hasta la parte más alta de una planta antes de morir, liberando esporas que brotan del cadáver momificado del insecto.

- Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, las infecciones por hongos han aumentado significativamente, ¿existen hongos que pueden causar enfermedades letales en humanos?

- Una pandemia producida por hongos comparable con la covid-19 es muy improbable por varias razones. En primer lugar, aunque hay algunos hongos microscópicos cuyas infecciones pueden ser letales y a pesar de que algunos de ellos aparezcan en tumores cancerígenos, afortunadamente la mayoría de los hongos no afectan en absoluto a los humanos, lo que no impide que, anualmente, las infecciones fúngicas acaben con la vida del mismo número de personas que la tuberculosis. 

Pero en su mayoría, los hongos potencialmente letales son patógenos oportunistas, lo que significa que habitualmente convivimos con ellos sin que nos causen problemas, porque solo arraigan en personas vulnerables con un sistema inmunitario defectuoso provocado por una enfermedad subyacente como el cáncer, por una infección viral como el VIH o el SARS-CoV-2 e incluso por el abuso de antibióticos, tres factores que aumentan el riesgo de infecciones fúngicas peligrosas.

Efectivamente, un informe de la OMS y algunas investigaciones recientes basadas en la aparición casi simultánea en tres continentes de Candida auris, una levadura, es decir, un hongo microscópico, capaz de causar infecciones potencialmente mortales, sugieren que el cambio climático puede estar aumentando la distribución geográfica de algunos patógenos y provocando más infecciones fúngicas en mamíferos y en humanos, algo que ya conocían los expertos cuando lo pronosticaron hace tres décadas. El aumento de las temperaturas globales significa que los hongos deben adaptarse, lo que hipotéticamente podría aumentar el número de especies potencialmente causantes de infecciones humanas graves. 

Tal como sugiere uno de los personajes de The Last of Us, el cambio climático quizás esté planteando nuevos escenarios pandémicos, pero subrayo que serían nuevos escenarios referidos a hongos conocidos que infectan a humanos, no a las que infectan insectos. 

Publicado en: Entrevista