Eduardo Aparicio.

La Universidad de Alcalá, por otro lado, ha tenido un gran éxito en las pruebas de Médico Interno Residente (MIR), cuyos resultados definitivos se han hecho públicos recientemente: en torno al 26% de los estudiantes de la UAH que concurrieron a la prueba están entre los 1.000 primeros y un 88.6% de los participantes de la UAH han obtenido una de las 6.500 plazas ofertadas.

Parecía que Eduardo Aparicio lo llevaba grabado en los genes, como se suele decir, porque es hijo de médico de familia por partida doble y nieto de ginecólogo. Sin embargo, Eduardo no tuvo muy claro lo de estudiar medicina hasta que en Bachillerato, atraído por asignaturas como la Biología, se decantó por estos estudios. En esta entrevista, el MIR con más nota de la última prueba habla de cómo se ha preparado y cuáles son sus aspiraciones.

-¿Cómo hace uno para conseguir este gran objetivo?
-La verdad es que al comienzo de la carrera tampoco tenía las mejores notas de la clase, pero aquí, en Alcalá, tienen mucha importancia las asignaturas relacionadas con la Patología general y las Patologías médicas y a mí me apasionaron, las estudié muy a fondo y saqué matrícula en todas y creo que eso me ha facilitado mucho sacar una buena nota en la prueba, porque en torno al 70% de las preguntas giran sobre estas materias. Por otro lado, ser o no ser el número uno en MIR es una cuestión de buena suerte.

-Entonces, ¿qué aporta el grado y qué aporta la academia en la prueba de MIR?
-Es complicado valorarlo. Pesa más la carrera porque todos los conocimientos los adquieres durante el grado, pero luego la academia te ayuda a ordenarlos y a priorizar qué cosas son más importantes para el MIR. También te ofrece técnicas para realizar un buen test y a estar relajado durante la prueba, y eso es también muy importante.

-Dudabas entre Medicina Interna, Neurología y Hematología, ¿todavía no lo sabes?
-Todavía no me he decidido…Mi idea es quedarme en Madrid, cerca de mi familia, y hacer la especialidad en uno de los grandes hospitales de referencia, pero todavía no sé ni en qué hospital ni qué especialidad… Las próximas semanas tendré que pensarlo y decidir exactamente qué voy a hacer.

-¿Qué te ha aportado la UAH?
- Me he sentido muy bien en la Universidad de Alcalá y me llevo un buen recuerdo de mis compañeros y de los profesores. Hay un buen ambiente y recibimos una buena formación.

-¿Ser médico es una vocación, más que una profesión?
-Sí es una vocación, pero en mi caso, como ya he dicho, tampoco ha sido algo con lo que he soñado desde niño. A mí me gustaba la rama sanitaria, pero podría haber hecho bioquímica, o farmacia, y eso también me habría hecho feliz… Es verdad que, una vez que entras en medicina y tomas contacto con los pacientes, te das cuenta de que estás en el sitio, de que eso es lo tuyo, y para eso tienes que tener ciertas cualidades, cierta vocación, porque se requiere empatía y sensibilidad para este tipo de trabajos.

-¿Con qué sueñas, Eduardo, cómo te ves dentro de unos años?
-Me veo feliz con la especialidad que haya hecho; me veo con ganas y capacidad de ayudar a la gente y también me veo dedicándome a la investigación y la docencia, porque a medio plazo me gustaría realizar un doctorado.

-¿Qué dirías a los chicos cuya vocación es la medicina pero piensan que la nota de corte de acceso al grado es un gran obstáculo?
-Es verdad que la nota de corte es alta y eso complica el acceso a estos estudios… Pero si es su sueño, yo les diría que tienen que luchar por conseguirlo, que deben estudiar y esforzarse por sacar la nota y no rendirse.

Publicado en: Entrevista