Dos profesoras de la UAH han sido premiadas en los galardones Sanitarias 2022

Marta Presa, profesora en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UAH, teniente coronel del Ejército y jefa de Salud Mental del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla; y Olga Mediano, profesora de Patología Médica de la UAH y coordinadora de Cuidados Respiratorios Intermedios de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) han recibido el Premio Sanitarias con los que Redacción Médica reconoce el liderazgo de la mujer en el sector de la salud en España. Además, Pilar Garrido, profesora asociada del Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina de la UAH y Jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, forma parte del jurado por haber sido galardonada en la primera edición. 

 - ¿Qué significa para ustedes recibir este galardón?

Marta: solamente el hecho de estar nominada es un orgullo para mí. Agradezco a Redacción Médica el que se hayan fijado en mi trabajo. Me parece que son unos premios muy interesantes que dan la oportunidad de conocer a mujeres de gran relevancia que trabajan y se esfuerzan. En mi caso, este premio ha tenido una tremenda repercusión porque es un reconocimiento civil otorgado a una mujer que trabaja como médico psiquiatra militar, institución que también agradece el reconocimiento. Cada vez, desde el Ejército estamos más abiertos a la sanidad pública gracias al convenio que existe con la Comunidad de Madrid con la que trabajamos conjuntamente. Por ejemplo, hemos colaborado con la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental para ofrecer camas a los pacientes psiquiátricos que debían ser ingresados en una unidad de COVID. No hemos hecho nada extraordinario, sino que pusimos camas al servicio de la Comunidad cuando hubo tanta necesidad. Fue algo muy bonito el trabajar conjuntamente. Los hospitales deberíamos estar unidos tanto de forma asistencial como para la investigación y así lo estamos proyectando.

Olga: desde un punto de vista personal, recibo este premio con mucho agradecimiento y alegría porque han sido dos años duros y de intenso trabajo y, un reconocimiento de este tipo, siempre se agradece. No es un premio a mi persona, sino que he estado representando a una sociedad científica que daba voz a los cinco mil socios. Yo era la cabeza visible del trabajo que realizaban todos esos neumólogos, enfermeros, respiratorios y fisioterapeutas. Por otro lado, como mujer, lo recojo con orgullo y estoy satisfecha de que Redacción Médica visibilice el liderazgo de las mujeres. 

- Pilar, para el jurado, ¿han sido difíciles las deliberaciones?

Pilar: lo más importante de este premio es que visibiliza a muchas mujeres brillantes y la pena es no poder dar más premios. En el caso de las dos profesoras de la Universidad de Alcalá, quedaba claro que se merecían el reconocimiento. Además, como se ha comentado, es realmente importante visibilizar a la mujer en el Ejército.

- ¿Han encontrado en su camino profesional alguna dificultad por ser mujeres?

Pilar: la verdad es que yo he tenido el privilegio de ser presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica y soy presidente del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud. Esto me ha permitido constatar que la mayoría de puestos de responsabilidad están ocupados por hombres a pesar del elevado – y creciente- número de mujeres en nuestra profesión. Creo que es importante que se visualice que se puede llegar a posiciones de liderazgo para que vengan muchas mujeres detrás, porque realmente nuestra profesión está bastante feminizada. Esto no sucede solo en el ámbito asistencial, también en el académico y en la investigación, con un escaso número de mujeres líderes de proyectos de investigación o catedráticas por ejemplo. También me parece importante ir todos de la mano – hombre y mujeres- y creo fundamental que los varones estén igual de comprometidos que nosotras. El problema de género no es un problema de mujeres, sino de la sociedad.

Marta: desde el Ejército siempre digo que, a mí, el cuerpo general, me ha tratado con igualdad. Antes de trabajar en el hospital, estuve destinada seis años en el Ejército del Aire. Considero que la principal función de la Sanidad Militar es el apoyo a la Fuerza, tanto en Territorio Nacional como en Operaciones Internacionales. Desde el inicio he vivido las misiones como un servicio de entrega al Ejército y una oportunidad de enriquecimiento profesional y personal donde se conocen las diferentes operaciones de España fuera de nuestras fronteras. Si en alguna ocasión ha surgido alguna diferencia entre compañeros, he sabido ponerme el ‘chubasquero’ para que no me afectase. Tengo que dar las gracias a mis superiores que siempre me han apoyado en los proyectos que han ido surgiendo en mi trayecto profesional. En este momento acabamos de abrir la Unidad de Adolescentes, con el apoyo de la Dirección del Hospital. No puedo decir que haya tenido dificultad para ir creciendo personal y profesionalmente, cuando se trabaja con ilusión y disfrutando de lo que se hace, todo es más llevadero.

Olga: a nivel científico y de investigación, en mi carrera, siempre he tenido el apoyo incondicional de otros investigadores, fundamentalmente varones, pero siendo muy consciente de que era de las pocas mujeres con ese privilegio. En el mundo científico, yo he sido, en muchas ocasiones, de las pocas o la única mujer en el grupo. Ocurre que simplemente no se piensa que hay mujeres igualmente preparadas que los varones para ocupar esos cargos. No se debe pretender que la mujer tenga un trato especial, pero debemos reivindicar la igualdad de condiciones, la igualdad de preparación, de liderazgo, y de currículum, y que se tenga en cuenta ambas opciones y se elija la que mejor encaje en ese momento. El problema es que, hasta ahora, no se ha pensado en las científicas. No pretendemos que nos regalen nada, solo que se nos tenga en cuenta y que se nos valore en función de lo que somos.

Las dos premiadas de este año trabajan en ámbitos que han sido muy golpeados por la pandemia. Olga desde la parte de neumología y Marta desde la unidad de psiquiatría, ya que el COVID también ha afectado de manera psicológica a la población. ¿Cómo están viviendo esta situación o cómo la han vivido?

Marta: cuando comenzó la pandemia, el hospital nos pidió que colaboráramos y todos los psiquiatras de la unidad comenzaron a atender a pacientes COVID. Los ingresos en psiquiatría se redujeron muchísimo durante esos meses, lo que nos facilitó que estos profesionales pudieran dedicarse a la pandemia. El equipo trabajó intensamente y estuvimos llamando por teléfono a las familias de los pacientes ingresados con COVID ya que los familiares necesitaban información y los acompañábamos también en el duelo en caso de fallecimiento.

Pilar: a los pacientes oncológicos también les ha afectado mucho la pandemia. Y para nosotros la verdad es que también fue bastante duro. La mayoría de mis compañeros fueron enviados a unidades para atender a pacientes con COVID y muy pocos profesionales nos quedamos atendiendo a los pacientes oncológicos porque no nosotros no cerramos las consultas ni el hospital de día. Tuvimos apoyo de las sociedades científicas tanto a nivel nacional como internacional, generando rápidamente información y protocolos de actuación orientados a minimizar el número de visitas al hospital para disminuir el riesgo de contagio de nuestros pacientes ya que en seguida se demostró que eran una población extremadamente vulnerable. La reflexión que hemos compartido los sanitarios es que, a pesar de la experiencia tan dura que hemos vivido, en un momento de crisis aumenta la solidaridad y el compañerismo porque al fin y al cabo el paciente grave es parte de nuestro día a día. Emocionalmente ha supuesto un impacto muy duro para las familias, los pacientes y para el personal médico.

Olga: para nuestro servicio de neumología del Hospital de Guadalajara el impacto ha sido muy importante y tuvo que transformarse como la mayoría de los servicios a nivel a nivel nacional. Quizás, la mayor transformación fue la creación de esas unidades de cuidados respiratorios intermedios (UCRI) que sirvieron para dar soporte a las unidades de cuidados intensivos y que han demostrado que aplicaban tratamientos eficaces para manejar la insuficiencia respiratoria grave, en este caso con éxito, es decir, evitando muchas muertes en momentos en los que las UCI ya no eran capaces de tener una mayor flexibilidad. Recientemente, la ciencia ha demostrado que efectivamente esos sistemas de soporte respiratorio no invasivo han ayudado a disminuir la mortalidad. Eso requirió una importante gestión de espacios, de equipos y de formación del personal. En ese momento yo era coordinadora de Sueño y Ventilación Mecánica a nivel nacional por parte de SEPAR y por tanto también lo viví desde el punto de vista de la coordinación a nivel nacional publicando documentos científicos de manejo de paciente, protección, limpieza de equipos, etcétera, para que los sanitarios supieran cómo tenía que manejar a estos pacientes.

- Marta, ahora que ha disminuido el índice de contagios, ¿se están tratando las secuelas emocionales derivadas?

Marta: efectivamente, cuando disminuyó la pandemia empezamos a encontrar cada vez más pacientes que llegaban a la urgencia sobre todo con ideas autolíticas sin antecedentes psiquiátricos con miedo a enfermarse, a contagiarse o contagiar a sus familiares. Donde más se está viendo un aumento de casos de pacientes psiquiátricos, 25 o 30 al día, es en adolescentes. Hay muchos factores que se han cargado en la mochila de los adolescentes, por lo que necesitan apoyo psicológico y psiquiátrico.

- ¿Qué consejos darían a las estudiantes para que sigan adelante con su carrera y se conviertan en líderes como ustedes?

Pilar: que crean en ellas mismas y que sí se puede. A los residentes con los que trabajo les digo que la vida es muy larga y que se puede hacer todo sin agobiarse, que no duden que hay tiempo para la maternidad. Hay que disfrutar y dedicarle mucho tiempo y esfuerzo a la vida profesional y también a la vida personal. Cada uno debe decidir cuáles son sus prioridades y luchar por ellas.

Marta: yo les diría que luchen por hacer lo que les gusta, es decir, que busquen disfrutar con su trabajo, aunque a veces es difícil, les diría que se dejen llevar por su intuición sin que les influya lo que los demás piensen que es bueno para ellos, que sean ellos mismos los que elijan. Cuando uno identifica lo que le gusta, lucha por ello con más ímpetu y seguridad, pudiendo llegar más lejos. Es importante rodearse de gente positiva y que te apoye en tus proyectos. Y por último, creo que es muy importante vivir y disfrutar el camino sin obsesionarse por la meta.

Olga: la verdad es que no me atrevo a darles un consejo más que se empeñen en poner todo su trabajo y esfuerzo para sacar la carrera que les guste lo mejor posible. Por otro lado, que se crean que ellas pueden liderar en su campo igual que cualquiera. No tienen por qué tener más impedimentos. Me gustaría decirles que cuenten con nosotras, con las que ya hemos recorrido ese camino. Las generaciones previas a las nuestras ya les han abierto muchísimas puertas. Si hablamos de medicina, en concreto, creo que la generación que viene lo va a tener mucho más fácil que nosotras y, desde luego, mucho más que las generaciones anteriores. El único consejo que me atrevo a darles es que trabajen y se esfuerce para conseguir ese objetivo. 

Publicado en: Entrevista