
La Universidad de Alcalá colabora con la fundación The Pink Force para llevar robots de 'Star Wars' a niños hospitalizados
Hasta este viernes, el Hub UAH Comprometida recogerá donativos solidarios en el número de Bizum 06247 antes de donar lo recaudado a esta entidad sin ánimo de lucro, que lleva una versión en rosa del icónico R2-D2 a unidades de oncología infantil de toda España.
«Veo que no es solo la enfermedad lo que hace sufrir a la gente, sino la soledad, la tristeza, la falta de esperanza». La frase es de Patch Adams. O, mejor dicho, de Robin Williams interpretando en la película homónima a Hunter Doherty Adams, el médico, activista social y clown estadounidense que convenció al mundo, en las décadas de los 70, 80 y 90, de que el humor, el amor y la sonrisa curan. Por supuesto, no lo curan todo, pero incluso cuando no curan, sana.
Y a eso es a lo que quiso contribuir también Andoni Serrano cuando fundó, en 2015, The Pink Force, la entidad sin ánimo de lucro de la que es presidente ejecutivo. Esta ONG se dedica a llevar sonrisas y esperanza a unidades de oncología infantil y, en general, a niños enfermos de toda España. Pero, como en el caso de tantas otras ONG, casi tan curioso como lo que hace esta fundación es el cómo lo hacen: llevan a esos lugares de convalecencia toda la magia de la saga Star Wars.
Imaginen que están en una unidad infantil y aparece una legión de soldados del Imperio galáctico y, entre ellos, rodando por el suelo, una versión en color rosa del icónico R2-D2. Y ahí es donde empieza la magia. “El robot entra en la habitación y lo acercamos a la cabecera de la cama del niño mientras se abren todas sus tapitas, se encienden sus luces, le sacamos una foto con el móvil y el robot la imprime por una ranura... También le hemos implementado un holograma interno con el famoso mensaje de Leia a Obi-Wan en el episodio IV de la saga o un mensaje en video enviado por un amigo del niño enfermo…”, explica Serrano.
El efecto sobre el estado de ánimo de los niños es tan positivo y la iniciativa tan loable, que la Universidad de Alcalá (UAH), a través del HUB UAH Comprometida, ha querido hacer su pequeña contribución a la labor de The Pink Force y estos días está recaudando fondos que después se donarán a la entidad presidida por Andoni Serrano.
Concretamente, la campaña se lanzó hace unos días con motivo del IV Encuentro Alumni 25 aniversario y se pidió a los asistentes al acto que hicieran su Bizum solidario utilizando el código 06247. Y algo similar volverá a ocurrir este jueves con motivo del Concierto de Fin de Curso, que la Orquesta de la UAH interpretará en el Patio de Santo Tomás de Villanueva, aunque las donaciones se seguirán recogiendo hasta este viernes, 20 de junio.
“Estamos muy contentos con esta colaboración con la UAH, porque al margen de la donación, nos parece muy interesantes las aportaciones que puedan hacer sus expertos en robótica avanzada en cuanto a incorporar mejoras a R2-KT como reconocimiento facial, funcionamiento autónomo…”, explica Serrano.
ASÍ NACIÓ R2-KT
Precisamente, R2-KT es el nombre con el que se bautizó a esta versión en rosa de R2-D2, una nomenclatura tras la que se esconde una historia triste, aunque inspiradora.
“La historia de R2-KT en EEUU surge cuando se le diagnostica un tumor cerebral inoperable a una niña llamada Katy, hija de Alvin Johnson, amigo personal de George Lucas y fundador de la Legión 501 [la organización internacional de fans de Star Wars que se disfrazan de soldados del Imperio para realizar acciones solidarias]”, expone Serrano. “Katy ya era muy fan para entonces, y había visto en el Episodio II que R2-D2 cuidaba a la princesa Padme, así que al enterarse de la fatídica historia, a los fans cercanos a Alvin se les ocurre construirle un R2-D2 a la niña, pero como el color favorito de la niña no era el azul, se lo construyen en rosa”, continúa este arquitecto de sistemas críticos donostiarra, que decidió fundar The Pink Force 10 años después de la muerte de Katie.
“Yo estaba empezando a construir un R2-D2 azul y al ver esta historia hablé rápidamente en contacto con la familia y les pedí permiso moral para convertirlo en R2-KT y hacer con él lo mismo que venían haciendo en EEUU: realizar visitas hospitalarias y llevar juguetes a niños”, recuerda Andoni Serrano.
En aquel momento, la unidad que se construyó para esta fundación española era la número cuatro del mundo y la segunda funcional. Actualmente hay ya 35 y buena parte de ellas las ha promovido y/o construido The Pink Force, bien utilizando tecnología de impresión 3D, cuyo coste rondaría los 3.000 euros, bien en aluminio y replicando de una manera mucho más realista al droide de la saga (35.000 euros). De ahí la importancia de acciones solidarias como la que está promoviendo la UAH.
Las diferentes unidades de la Fundación han visitado hospitales de buena parte de nuestro país: el Universitario de Donostia, el Niño Jesús, el Virgen del Rocío, los de Pamplona y Salamanca… En todos ellos, la aparición de R2-KT ha dibujado sonrisas e ilusión y les ha dado fuerza para afrontar su enfermedad.
“Tenemos todos los feedback de médicos sobre cómo creen que esto puede aportar y ayudar, y todos son positivos”, afirma el presidente de The Pink Force. “Por supuesto, no tenemos elementos medibles que poder demostrarlo, pero sí sabemos que es efectivo”. Desde luego, Patch Adams estaría muy orgulloso de esa labor. Y Katie también.
Publicado en: Reportaje
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