A propuesta del Departamento de Ciencias Jurídicas de la Facultad de Derecho, la Universidad de Alcalá nombró ayer a Su Majestad el Rey Don Felipe como Doctor Honoris Causa. La UAH ha sido la primera universidad española en otorgarle este reconocimiento tras haber sido investido por la Università degli Studi di Napoli Federico II por su vinculación con la UAH y su compromiso con los derechos humanos, la cultura o la investigación, que han sido tenidos en cuenta por la Institución para ratificar esta decisión.

EL TRAJE ACADÉMICO DE SU MAJESTAD

Su Majestad fue revestido con el traje académico en la Sala de Autoridades de la Universidad de Alcalá, un espacio en el que destaca la presencia de uno de los volúmenes de la Biblia Políglota Complutense, obra promovida a comienzos del siglo XVI por el Cardenal Cisneros, fundador de la Universidad de Alcalá, y Antonio de Nebrija, que supuso la primera edición impresa en varias lenguas de una Biblia completa. Junto a ella, una reproducción de la Carta Bulada que el papa Alejandro VI concedió al Cardenal el 13 de abril de 1499 autorizando la creación de la Universidad.

La sala está adornada con tres cuadros: un relieve con el busto de Cisneros, reproducción de la obra original de Felipe Bigarny; un retrato de María Isidra de Guzmán, la primera mujer doctora de una universidad española, que obtuvo su título en Alcalá en 1785; y una pintura que representa la imposición de birretes a nuevos doctores en tiempos históricos.

CEREMONIA DE INVESTIDURA

Una vez revestido con el traje académico, el Rey esperó a que los demás doctores accedieran al Paraninfo mientras se escuchó el Veni Creator Spiritus. A continuación, el rector abrió la sesión y cedió la palabra a Eva Senra, secretaria general en funciones, que leyó el acuerdo del Pleno del Claustro para el nombramiento. Una vez hecha la lectura, el padrino escoltado por los ujieres y maceros fue a buscar a S.M. el Rey.

El padrino, Miguel Rodríguez Blanco, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado, Departamento de Ciencias Jurídicas de la Facultad de Derecho, además de Secretario General de la UAH, fue el encargado de pronunciar, desde la cátedra, la Laudatio, la alocución de elogio del doctorando. En su discurso destacó la valiosa contribución del Rey “al progreso y a la estabilidad de nuestra Nación y de forma particular a la promoción de la educación y de la cultura”, así como su defensa a los Derechos Humanos y su marcado europeísmo. Además, Rodríguez Blanco ha comparado la figura de Su Majestad con la del Cardenal Cisneros, fundador de la Universidad de Alcalá hace cinco siglos, ya que “Felipe VI es un vivo testimonio del espíritu sobre el que Cisneros edificó su proyecto”.

Terminada la Laudatio, José Vicente Saz, rector de la UAH, tomó juramento al nuevo doctor. Este juramento o promesa adquiere fuertes connotaciones simbólicas, pues quien lo asume se compromete a defender, junto con los demás miembros del Claustro, la integridad de su universidad.

UN ACTO CARGADO DE SIMBOLISMO

A continuación, el rector entregó al nuevo doctor el título que certifica su nombramiento y le impuso el birrete, símbolo de la categoría que acaba de adquirir y señal de excelencia y de coronación de los estudios y merecimientos del nuevo doctor. Además, recibió los atributos que se conceden al recién llegado al Claustro, pero que le serán presentados por su padrino: el Libro de la Ciencia, que en nuestro caso es un ejemplar de las Constituciones fundacionales de nuestra Universidad, una edición especial realizada en colaboración con el Archivo Histórico Nacional y la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, que incluye las llamadas Constituciones de Pobres, que regulaban el vínculo de los estudiantes con escasos recursos económicos con la Universidad; el anillo con el sello de la Universidad de Alcalá, que en el pasado se entregaba como emblema del privilegio de firmar y sellar los dictámenes y los guantes blancos, símbolo de la pureza que deben conservar sus manos y signo de su dignidad.

Tras ello, el nuevo doctor pronunció su discurso de ingreso desde la Cátedra haciendo referencia a los ilustres antiguos alumnos que pasaron por estas aulas y parafraseando a Carlos Fuentes en su discurso de aceptación del Cervantes. Su Majestad ha destacado la importancia por “esforzarse por lograr, en todo momento, la claridad y la accesibilidad del lenguaje jurídico, en particular desde las instituciones” porque, como ha afirmado, “el derecho es ante todo comunicación, ordenación de la convivencia, solución de los problemas prácticos y tangibles de los ciudadanos”.

Seguidamente el rector pronunció la gratulatoria, un discurso en el que expresó su satisfacción por contar con el nuevo Doctor Honoris Causa entre los miembros del Claustro de la Universidad de Alcalá, “pasando a formar parte de la larga e histórica lista de nombres ilustres que fueron doctores y maestros de esta universidad”.

Para finalizar sonó en el Paraninfo el himno universitario Gaudeamus Igitur interpretado por el coro de la Universidad que Alcalá, que puso fin al acto, al que acudieron distintos cargos académicos e institucionales.

Publicado en: Reportaje