José María Garrido, antiguo alumno de la facultad de Derecho de la UAH, es ahora abogado principal del Banco Mundial

- ¿Cómo se hace uno Senior Counsel -abogado principal- en la Unidad de Insolvencia y Derecho de los Acreedores del Banco Mundial?
-En mi caso ha sido una cosa inesperada y muy repentina. El Banco Mundial tiene una labor muy importante dentro de la arquitectura financiera mundial y dentro de esa labor se incluye el establecimiento de los principios de derecho de la insolvencia, que está teniendo especial relevancia con la crisis mundial y todos los problemas que está acarreando. Esta función del Banco Mundial es muy importante y me hace muchísima ilusión porque yo soy especialista en derecho mercantil y he trabajado durante muchos años en el tratamiento de los créditos en la insolvencia empresarial; de hecho, hice mi tesis doctoral sobre este asunto. Así que es una gran satisfacción y un reto profesional ocuparme de esta unidad.
-¿Cuál va a ser su trabajo en el Banco Mundial?
-Mi especialidad es el Derecho mercantil y mi primera formación fue en Derecho de la crisis de la empresa, del tratamiento de las situaciones de endeudamiento. Durante muchos años he trabajado en este ámbito y no lo he dejado nunca, pero también he trabajado en otros sectores, como en la regulación de los mercados financieros –fui Secretario de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)-, y especialmente en el ámbito del buen gobierno de las sociedades. Por eso, cuando el Banco Mundial decidió que les hacía falta incorporar a alguien especialista en Derecho concursal, pensaron que yo encajaba justamente en ese perfil. Voy a asumir la responsabilidad de realizar la labor del Banco en el área de Insolvencia y Derecho de los Acreedores y me dedicaré exclusivamente a ello durante los dos próximos años.
-Usted es muy joven y, desde luego, está más que acreditada su solvencia profesional, ¿qué se necesita para conseguir estar en la primera fila?
-Yo creo que una de las cosas más importantes es tener buenos maestros, porque los maestros no sólo transmiten conocimiento, también pueden influirte y orientar tu camino. Yo tuve la suerte, cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Alcalá, de tener un maestro magnífico, Ángel Rojo –Catedrático en la UAH en la década de los 80 y principios de los 90, y Catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid en la actualidad-. Ángel Rojo no sólo supo ver mi potencial como estudiante, sino que también me orientó sobre los pasos que debía seguir y eso ha sido crucial en mi vida. Cuando uno es joven, a veces no se da cuenta de lo importante que puede llegar a ser un maestro y, además, de los desinteresados que son sus consejos. El me orientó y me ha ayudado muchísimo en numerosos momentos de mi vida. Creo que también es muy importante para conseguir el éxito profesional, el pundonor, el amor propio, el
esfuerzo generoso. Los españoles tenemos o hemos tenido desde siempre un complejo de inferioridad bastante acentuado, pero he estado en muchas universidades extranjeras prestigiosas y si de algo me he dado cuenta es de que los españoles podemos estar a la altura de cualquiera.
-Ha hablado de su maestro en la UAH, ¿cómo recuerda su paso por esta Universidad?
-Tengo muy buen recuerdo de mi paso por la facultad y aunque ahora no podría opinar mucho sobre ella, porque mi visión es desde fuera, desde luego, cuando yo estudié teníamos la percepción de que faltaban muchas infraestructuras y servicios –la biblioteca, por ejemplo, empezaba a formarse- pero gran parte del profesorado era de primera línea. Yo tuve algunos profesores fantásticos y eso ha sido fundamental, porque en una Universidad lo más importante es el material humano y la motivación de los estudiantes. Además, otra de las ventajas de la Universidad de Alcalá es que está en una ciudad llena de historia y muy agradable para vivir. Aplaudo los esfuerzos que está haciendo la UAH por recuperar toda esa historia de la ciudad.
-Usted sigue vinculado a la ciudad.
-Sí, por supuesto que sí. Soy madrileño pero me fui a vivir a Alcalá de Henares con diez años y estudié en el Colegio San Gabriel primero y en el Colegio Santo Tomás después. Luego hice la licenciatura en la UAH y a partir de ahí empecé a dar bastantes saltos: Londres primero, Italia después... Mi primer trabajo como profesor fue en la Facultad de Derecho de Orense, y luego obtuve la plaza de Catedrático de la Facultad de Derecho de Albacete, en la Universidad de Castilla-La Mancha. Pero siempre he estado vinculado a esta ciudad que, como dije antes, es muy agradable para vivir.
-Usted no es economista, pero sí conoce algunos de los entresijos de la crisis económica y nos gustaría saber su opinión al respecto, ¿cree que España saldrá pronto de la oscuridad?
-No soy un experto económico, pero si quiere que dé mi opinión creo que la situación en España es bastante difícil, cosa que no ocurre en otras zonas del planeta. En Asia o en Sudamérica, las cosas no están tan mal. En nuestro país los sectores que constituían el motor económico no parecen levantar cabeza y tampoco veo señales de que vayan a estar mejor en el futuro inmediato. Se está hablando de cambios estructurales con frecuencia, y, si me lo permiten, creo que el primer cambio estructural que tiene que producirse es el educativo, porque estamos viendo una caída permanente y continuada en los niveles de formación. Si España no introduce un cambio estructural en este ámbito, no podrá mantenerse en la primera línea de la economía mundial. Es así de simple. No es una cuestión tanto de contenidos como del nivel de formación general.

Publicado en: Archivo antiguos alumnos