Colás: "Los estudiantes deberían cursar al menos un año, fuera de su casa"

Su paso por la UAH terminó en 1984, tras graduarse en Telecomunicaciones y actualmente es el Director general de OMRON Electronics Iberia SAU y director de Servicios Compartidos de OMRON Europe BV. Fernando Colás recuerda sus años universitarios como “los mejores de la vida de uno” y una experiencia que se debería implementar con salir fuera del nido familiar. Colás confía en que la Universidad de un paso más hacia la globalización para estar en buena sintonía con el mundo empresarial. Algo que junto a la aplicación de Bolonia ve plausible, además de fundamental.

Fernando Colás, director general de OMRON Electronics Iberia SAU y antiguo alumno de la UAH, en el Paraninfo del Rectorado de la Universidad de Alcalá

Su paso por la UAH terminó en 1984, tras graduarse en Telecomunicaciones y actualmente es el Director general de OMRON Electronics Iberia SAU y director de Servicios Compartidos de OMRON Europe BV. Fernando Colás recuerda sus años universitarios como “los mejores de la vida de uno” y una experiencia que se debería implementar con salir fuera del nido familiar. Colás confía en que la Universidad de un paso más hacia la globalización para estar en buena sintonía con el mundo empresarial. Algo que junto a la aplicación de Bolonia ve plausible, además de fundamental. Este año Fernando Colás fue el encargado de iniciar con su discurso como antiguo alumno de la Universidad de Alcalá, el Acto Académico de Santo Tomás de Aquino, patrón de los universitarios que tuvo lugar a finales de enero.

- ¿Qué estudió en la Universidad de Alcalá? ¿Recuerda su promoción?
Yo estudié en la Universidad de Alcalá Ingeniería Técnica de Telecomunicación, en equipos electrónicos. Terminé en el año 1984 y estudié en la Universidad Laboral que luego fue integrada en la Escuela Politécnica superior.

- ¿Cómo recuerda los años universitarios?
Muy bien, desde esta perspectiva son los mejores años de la vida de uno, por supuesto. Fue especialmente remarcable el hecho de que la mayoría de nosotros no éramos de Alcalá. Vivíamos fuera. Yo soy de un pueblo cerca de los Monegros, en Zaragoza, y ya no sólo suponía venir aquí a estudiar, sino que suponía un desarrollo, un empujón para salir fuera de casa y eso fue también un valor añadido a mi estancia en la Universidad.

- Ustedes estudiaban gracias a las becas, supongo que el mantenerlas era prioridad…
En la Universidad Laboral se estudiaba con becas y yo empecé estudiando en las universidades laborales cuando tenía 11 años. Al final tengo que decir que todos los años estudié becado. Fue un reto difícil, era un filtro evidentemente importe para las personas. Pero a parte del trauma de perder amigos por el camino, resultaba siempre un reto adicional para superarte.

- ¿Qué es lo peor que recuerda de la Universidad?
Lo peor fue que en los años 82-83 las infraestructuras de la Universidad Laboral empezaron a tener menos presupuestos y se mantenían mal. Vivimos unos años en los que el sistema empezó a caer y la falta de presupuestos hacía más dificultoso el poder mantener el ritmo.

- ¿Aconsejaría a los estudiantes a formarse en las Universidades?
Yo aconsejaría a los estudiantes a que se formaran en la Universidad y además, les aconsejaría que se fuesen de casa. Mi experiencia, en un principio, me pareció traumática pero creo que aprendí mucho de la Universidad y aprendí muchos valores de mis amigos, de tener que administrarme yo mismo y en general, cosas que son importantes. Lo que sí sugeriría es que, por lo menos un año, los alumnos lo cursasen fuera de su casa.

- ¿Qué carencias cree que tienen la Universidad? ¿Quizá un mayor vínculo con la empresa?
A la Universidad, bajo mi punto de vista, le faltaría poco para estar en buena sintonía con la empresa. La gran diferencia es que la mayoría de las empresas estamos muy globalizadas y la Universidad necesita globalizarse. Evidentemente el paso de Bolonia es fundamental. No entra dentro de lo racional el tener una titulación que no sea homologable, hoy en día, en un país europeo desde el momento en que todas las empresas estamos totalmente globalizadas y tenemos un centro de investigación y desarrollo en cualquier país. Tenemos los centros y las fábricas en cualquier país. Hoy en día, el hecho nacional, desde ese punto de vista ha perdido valor.

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Publicado en: Archivo antiguos alumnos