De los pies a la cabeza
Investigadores de Atapuerca, entre los que se encuentra un profesor de la Universidad de Alcala, proponen una nueva metodología de regresión robusta para estimar la altura de individuos a partir de los huesos del pie. La técnica se ha empleado para calcular cuánto medía el Homo antecessor, cuyos restos se encontraron en la cueva de la Gran Dolina.
Junto con la edad y el peso, la estatura es uno de los principales parámetros que caracterizan a individuos y poblaciones, por lo que su estimación es fundamental en áreas como la antropología forense y la paleontropología. El método más extendido para calcular la estatura de un individuo se basa en la reconstrucción anatómica del esqueleto. Cuando no se dispone de esqueletos enteros, se recurre a ecuaciones matemáticas de regresión que se basan en el principio de proporcionalidad. Es decir, los individuos grandes tienen huesos grandes y los individuos pequeños tienen huesos pequeños. Lo más eficaz es usar los huesos largos directamente implicados en la estatura, como el fémur y la tibia. Sin embargo, en Paleontología y Ciencias Forenses, los restos disponibles para trabajar dificultan la aplicación de estos métodos porque habitualmente se encuentran incompletos.
Un equipo de investigación de los yacimientos de Atapuerca, en el que se encuentra Ignacio Martínez Mendizábal, profesor titular de Paleontología de la Universidad de Alcalá, propone una nueva metodología mucho más robusta basándose en los huesos del pie: el tarso o el metatarso. Estos huesos, al ser pequeños, si suelen encontrarse completos. “Además, hemos comprobado que combinando tarso y metatarso la estimación es aún más fiable”, explica Adrián Pablos, investigador del Instituto de Salud Carlos III y autor principal del artículo en el que se recogen los resultados de este estudio, publicado en la revista científica Forensic Science International. Adrián Pablos es licenciado en Biología por la Universidad de Alcalá, y espera doctorarse por la UAH antes de que acabe este curso. El equipo lo completan Juan Luis Arsuaga, co-director de Atapuerca, un profesor del departamento de Estadística de la UNED y paleoantropólogos de las universidades de Cambridge, Rovira y Virgili y el IPHES.
En este estudio se ofrecen dos novedades. Por un lado, las fórmulas estadísticas robustas empleadas permiten realizar estimaciones más fiables debido a que son menos sensibles a los datos anómalos, por lo que el error es mucho menor. La otra novedad reside en combinar elementos de diferentes segmentos del pie, en este caso se han usado huesos del tobillo o tarso y huesos del empeine o metatarsos. La combinación de varios elementos del pie y el uso de metodologías robustas permite una mayor precisión en los resultados. “Nuestro método es más robusto porque minimiza el efecto en la correlación de los individuos atípicos, haciendo la estimación más estable. Esto nunca se había hecho así antes”, subraya Pablos.
La muestra con la que han trabajo para este estudio la componen casi 100 individuos de una colección esquelética de estatura y peso conocidos que se encuentra en el Museo de Historia Natural de Clevelad - Ohio (Estados Unidos)
173 centímetros de Homo Antecessor
La nueva propuesta metodológica fruto de esta investigación ya se ha aplicado en la práctica a restos de homínidos de Atapuerca, concretamente sobre los restos fósiles del tarso y el metatarso de Homo antecessor localizados en el nivel TD6 de la Gran Dolina de Atapuerca. Los investigadores han estimado que debió medir entre 173 y 174 centímetros, algo más de lo que esperaban.
Referencia bibliográfica: A. Pablos, et al., From toe to head: Use of robust regression methods in stature estimation based on foot remains, Forensic Sci. Int. (2013), http://dx.doi.org/10.1016/j.forsciint.2013.01.009
ILUSTRACIÓN de portada: Adrián Pablos
ILUSTRACIÓN interior: Imagen de Kennis & Kennis extraída de www.atapuerca.tv
Publicado en: Archivo UAH investiga