Descubiertas nuevas propiedades terapeúticas de la N-acetil L-cisteína

Investigadores del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Alcalá , confirman que la N-acetil L-cisteína (NAC) asociada a la mesalacina produce una mejora significativa en los pacientes afectados con colitis ulcerosa.

El equipo liderado por Luis González Guijarro, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la UAH, ha realizado un ensayo piloto en colaboración con el grupo farmacéutico Farmasierra S.L., para estudiar los efectos de la N-acetil L-cisteína en los pacientes que padecen colitis ulcerosa moderada a leve. La conclusión que se desprende del estudio, publicado en World Journal of Gastroenterology, es que la asociación de la N-acetil L-cisteína y la mesalacina mejora los síntomas de los pacientes afectados con esta dolencia, habitualmente tratados sólo con mesalacina.
”La colitis ulcerosa es una enfermedad que produce una inflamación del colon, en la que se producen muchos radicales libres y peróxido de hidrógeno-agua oxigenada-“, explica González Guijarro. Las células de nuestro sistema inmunitario nos protegen de las infecciones con diversas armas y los neutrófilos, los glóbulos blancos más abundantes en nuestro organismo, destruyen los microorganismos produciendo agua oxigenada. “El peróxido de hidrógeno es inestable y se rompe convirtiéndose en el radical hidroxilo, que produce la destrucción de los tejidos. Lo que pretendimos asociando NAC a la mesalacina era eliminar el agua oxigenada y disminuir los radicales libres, aprovechando que la N-acetil L-cisteína es un precursor del glutation- una molécula que se encarga junto con la enzima glutation peroxidasa de eliminar el agua oxigenada-“, indica Luis González Guijarro.
El estudio, realizado en colaboración con el Hospital Gregorio Marañón y el Hospital de la Princesa, es el primer paso de un largo proceso, antes de que el medicamento pueda llegar a las farmacias. “Tenemos que empezar a trabajar en la asociación de mesacilina y NAC, para conseguir una única forma farmaceútica, ya que el estudio lo hemos hecho con la combinación de una pastilla y un sobre. Debemos continuar midiendo los efectos clínicos y bioquímicos para confirmar los indicios que tenemos, como es el hecho de que la asociación de estos medicamentos no produce ningún efecto adverso y que la N-acetil L- cisteína puede ser importante en la quimioprevención del cáncer de colon”, destaca el profesor de Bioquímica y Biología Molecular. Otro objetivo del equipo de la UAH es dirigir la molécula hacia el colon inflamado, utilizando un recubrimiento entérico que se degrada cuando se alcanza un determinado pH, de este modo cuando el paciente ingiere este componente, el fármaco atraviesa el estómago y el intestino y solo se libera en el colon.
La N-acetil L-cisteína es un fármaco que se usa habitualmente en el tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y para aliviar los síntomas de catarros y gripes. Sus propiedades hepatoprotectoras también la convierten en un arma eficaz en las intoxicaciones con paracetamol. El equipo de la Universidad de Alcalá lleva años estudiando las nuevas posibilidades terapéuticas del NAC, que quedaron plasmadas en un estudio in vitro en el que la N-acetil L-cisteína reducía los efectos adversos en el hígado de la azatioprina, un inmunosupresor de uso clínico. En la actualidad muchos grupos de investigación trabajan en la aplicación del NAC en el tratamiento de diversas patologías, como es el caso de la diabetes, y los síndromes de dependencia de la cocaína y el alcohol.
Los avances en el tratamiento de la colitis ulcerosa cobran una gran relevancia dado que esta dolencia produce una gran cantidad de molestias en el paciente y condicionan mucho su vida. En los estadios iniciales se presentan diversos síntomas tales como diarrea, pérdida de peso y hemorragias intestinales, pero cuando se agrava aparecen fístulas. “Están surgiendo nuevos medicamentos muy potentes- los llamados fármacos biológicos- como es el caso de los anticuerpos anti TNF, que incluso llegan a sanar las fístulas, pero tienen efectos adversos y son muy caros. Toda mejora en la aplicación de estos fármacos clásicos con recubrimientos entéricos, asociaciones, etc., supondría menos riesgo para el paciente y un ahorro para la Seguridad Social”, destaca González Guijarro.
En esta línea, el departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Alcalá imparte un Máster oficial en Dianas terapéuticas, cuyo objetivo es formar a los nuevos investigadores en la búsqueda y selección de nuevos fármacos mediante la detección y validación de dianas terapéuticas. “El futuro del tratamiento de las enfermedades es la medicina personalizada. Para que un fármaco sea eficaz no solo hay que tener en cuenta el peso y la edad del paciente, la información genética nos dará la clave para saber si una molécula será eficaz”, concluye el profesor de la UAH.

 

Publicado en: Archivo UAH investiga